Centro de Atención Integral a Mujeres víctimas de la violencia de género
La vicepresidenta del Gobierno inaugurará el centro de atención integral a las víctimas de la violencia de género, inmueble en el que dominan la luz y el color
Asturias se pone a la cabeza de las comunidades autónomas en políticas de igualdad con la inauguración en Gijón, el próximo día 25, de la Casa Malva (centro de atención integral a mujeres víctimas de la violencia de género), el primer centro de estas características que se pone en marcha con fondos públicos tras la aprobación de la ley contra la violencia de género. La Casa Malva acogerá a 30 mujeres víctimas de maltrato con sus hijos en la primera fase, o de emergencia, y a otras 12 en los pisos tutelados. El centro ocupa una parcela de 5.474 metros cuadrados cedidos por el Ayuntamiento, en Roces-Montevil, y la inversión es de cuatro millones de euros. Su misión es atender, apoyar, acoger y recuperar a las mujeres víctimas de la violencia de género.
Luz y color contra el túnel oscuro y tenebroso en que se convierte la vida de las mujeres que sufren la humillación, la anulación personal y el dolor de la violencia de género. Una luz para quien consiguió abrir una grieta en el túnel y comprender que ser mujer no es sinónimo de recibir maltrato, y que hay salida porque la sociedad está concienciada del problema y las apoya.
La Casa Malva (centro de atención integral a mujeres víctimas de la violencia de género) es la esperanza de futuro para muchas mujeres que desean recuperar su identidad como personas y empezar una nueva vida sin temor y sin el yugo de quien las consideró una propiedad privada susceptible de maltratar y de manejar a su antojo; un sufrimiento injusto y excesivo por el mero hecho de ser mujer.
Se trata de un conjunto de dos edificios diseñados para garantizar la plena accesibilidad de las personas con discapacidad, colorista, llamativo incluso, que no quiere esconder nada, al contrario, es la demostración de que el problema del maltrato dejó de ser privado para convertirse en una lacra cuya solución exige la decidida implicación de todos.
La obra ya está concluida y el mobiliario estará completo para su inauguración el próximo día 25, con la asistencia de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega; la alcaldesa, Paz Fernández Felgueroso, y la consejera de la Presidencia, María José Ramos, entre otras. La semana siguiente serán los vecinos quienes podrán visitar el edificio, en horario de 11.00 a 18.00 horas, en unas jornadas de puertas abiertas.
Tras la inauguración se incorporará paulatinamente el equipo profesional y multidisciplinar que trabajará en la casa y que estará compuesto por la coordinadora de las casas de acogida y su equipo, la dirección del centro, servicio psicológico, una educadora y una auxiliar de educadora por cada diez mujeres, la orientadora de menores y la trabajadora social que se encargará de atender a las mujeres de los pisos tutelados. Y todos los servicios públicos estarán a disposición de la Casa Malva.
Las primeras mujeres y sus hijos llegarán a la Casa Malva el próximo julio. Algunas lo harán vía Comisaría después de presentar una denuncia, otras desde las consultas de los servicios sanitarios y sociales y también vía asociaciones contra los malos tratos o el 112. Cualquier fórmula es válida. Las mujeres y los menores entrarán por urgencias, donde el equipo multidisciplinar analizará su problemática y de inmediato se pondrán en marcha todos los mecanismos y servicios para ofrecerles atención psicológica, asesoramiento jurídico, orientación y formación laboral, y atención a las necesidades educativas, sociales, sanitarias y de integración que precisen.
Algunas mujeres utilizarán el centro en régimen de ambulatorio y otras se quedarán y pasarán a uno de los ocho apartamentos y dos pisos de una habitación que hay en la zona. En esta primera fase estarán una media de unas tres semanas. En este período se busca su recuperación personal, que pasa por cambiar de vida y por cuidar de la salud con programas de alimentación, autocuidado y ejercicio físico. También se trabajará en la mejora de la relación materno-infantil, generalmente deteriorada al estar la madre desautorizada por el maltratador, y se analizarán las posibles secuelas que dejó en los menores las situaciones de violencia vividas.
La siguiente fase es el paso a uno de los veinte pisos de larga estancia, donde se completará una media de seis meses. Se trata de pisos con mucho colorido y luz natural, colmados de detalles, desde donde se afrontará la participación social de las mujeres con el objetivo de que puedan iniciar nuevas relaciones personales y participar en la vida social del barrio para favorecer su total recuperación personal.
El último paso son los pisos tutelados, viviendas unifamiliares totalmente equipadas y que ocupan un edificio aparte del centro propiamente dicho, que están pensadas para dar tiempo a las víctimas, ya recuperadas, a reorganizar su vida. El tiempo máximo de estancia es de dieciocho meses y desde ahí buscarán trabajo y una vivienda. La Casa Malva cuenta con doce de estos pisos, pero la red regional de casas de acogida tiene otros nueve apartamentos en diferentes concejos que pueden utilizar. Los niños disponen de ludoteca y de un amplio patio de juegos infantiles.
La consejera de la Presidencia, María José Ramos, explicó ayer que este es un centro pionero en España al ser el primero que se pone en marcha desde las administraciones públicas tras la aprobación de la ley contra la violencia de género. «Es una respuesta al derecho que tienen las mujeres maltratadas a recibir atención, apoyo, acogida y recuperación de su propio yo», explicó.
La inversión es de cuatro millones de euros (mobiliario incluido) y fue financiada por el Principado y un tercio por el Ministerio de Trabajo.
Fuente: La nueva España
La ceguera que existe, sobre todo en el ámbito masculino y hasta entre (...)
Hace unas semanas el Parlament debatió una propuesta de Ciutadans por la que (...)
Las asociaciones consideran que la Jueza no ha velado por el interés de la (...)
Queríamos en este 25 de noviembre del 2004 plantear la reflexión y especial (...)
La violación de las mujeres detenidas en Atenco históricamente es de lo más (...)
El gobierno mantiene el nombre de violencia de género a petición de las (...)
La violación de mujeres saharauis como arma de presión es utilizada (...)