Por Raquel del Rosario
Contra el Borrado de las Mujeres es la respuesta a una situación intolerable que había estado desatendida. La filosofa Amelia Valcárcel, describe como agenda sobrevenida aquellas prioridades para la agenda feminista que afloran para enfrentar la reacción a la igualdad. Este tema está en la agenda ahora. Tras enfrentarnos al intento de limitar el derecho al aborto en 2015, el feminismo español se involucró en la batalla contra la explotación sexual y el alquiler de mujeres con fines reproductivos.
No existe una “identidad de genero” que no sea sexista. Necesitamos que las personas comprendan en que se sustancian esas leyes y las competiciones deportivas ponen de manifiesto el problema.
Las personas transexuales deben tener los mismos derechos civiles que cualquier ciudadano, pero en ese catalogo no se incluye falsear realidades inapelables.
Las políticas de igualdad no pueden ser el laboratorio de aprendizaje de PODEMOS, poniendo en riesgo el compromiso social con la Igualdad entre mujeres y hombres.
Es paradójico, pero que la que se define como izquierda poscolonial, está colonizando América Latina con el producto más elaborado del neoliberalismo: el generismo queer.
La colaboración internacional será imprescindible, porque estamos ante el sistema reactivo contra las mujeres más organizado de las ultimas décadas.
Estamos encantadas de publicar esta entrevista con la feminista española y política socialista Ángeles Álvarez. Nacida en Zamora en el 1961, fue diputada del PSOE por Madrid en la X y XII Legislatura, y se desempeñó como portavoz de igualdad del partido en el Congreso. Junto con otras congresistas, fue instrumental en el Pacto Estatal contra la Violencia Sexista, que entró en vigencia en 2017.
En estos momentos, se encuentra involucrada en una alianza internacional que reúne a feministas del mundo de hispanoparlante para luchar contra el borrado de los derechos de las mujeres, como resultado del conflicto entre los derechos basados en el sexo y las políticas de ‘identidad de género’. La escritora dominicana Raquel Rosario Sánchez conversó con ella sobre sus raíces en el movimiento de liberación de las mujeres, su carrera como política socialista y el nuevo proyecto que coordina: Contra el Borrado de las Mujeres.
Raquel Rosario Sánchez: Estimada Ángeles, muchas gracias por concedernos esta entrevista a Woman’s Place UK. Antes de comenzar, ¿podría explicarnos su trayectoria biográfica a nuestro público angloparlante, por favor?
Ángeles Álvarez: Soy una mujer española, que desde los 17 años está implicada en el activismo feminista. Estuve en muchas batallas. Largas, pero siempre exitosas. Soy miembro del Partido Socialista Obrero Español. En la última década estuve involucrada en la política como concejala de Ayuntamiento de Madrid y diputada nacional. Hice feminismo desde el Congreso, ahora desde el activismo en la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres.
RRS: ¿Qué llega primero a la vida de Ángeles: el feminismo o el socialismo?
AA: El feminismo fue primero. Cuando me afilio al PSOE ya tenía un bagaje de reflexión y militancia feminista. Los socialistas eran el único partido político con un compromiso con el feminismo, público y notorio.
RRS: ¿Qué la inspiró a candidatearse como diputada por Madrid?
AA: Generalmente, se produce una confluencia de intereses en los procesos de cooptación de los partidos. Yo llevaba años militando dentro de la organización, con una vinculación muy estrecha con la Secretaria de Igualdad. Cuando te ofrecen ir en las listas al Congreso de los Diputados, lo único que piensas es que es una oportunidad para poner en el más alto nivel aquello por lo que luchas.
RRS: ¿Cómo fue su experiencia dentro del Congreso de España, como feminista socialista?
AA: Al entrar al Congreso, tomas conciencia de que eres heredera de un legado de feministas muy destacadas en el socialismo español. Las hubo en los gobiernos de Felipe González y de Zapatero, pero también en los periodos de oposición. Ese legado, te hace tomar conciencia de que tienes una responsabilidad extraordinaria.
En las dos legislaturas en que fui diputada, estuve muy involucrada en la defensa de los derechos sexuales y reproductivos. Por ejemplo, esto incluye cuando, en el año 2015, los conservadores tuvieron la tentación de tumbar una ley progresista con estándares en materia del aborto legal.
La línea política de la derecha española ha sido retroceder en derechos ya conquistados. A pesar de esta oposición, me siento especialmente orgullosa de haber tejido junto a diputadas de otras formaciones, el Pacto de Estado Contra la Violencia Machista. Recuperar el consenso en esta materia era imprescindible para el éxito de la respuesta institucional a la violencia machista.
RRS: Háblenos sobre la ley de violencia contra la mujer de España. Este fue un proyecto en la que usted estuvo muy involucrada como diputada.
AA: Si, pero empezó desde el activismo. A finales de los años 90, las asociaciones de mujeres articulamos un compromiso para centrar nuestros esfuerzos en ese punto de la agenda feminista. Tuve la suerte de ser una de las portavoces de aquella alianza. La situación era insoportable. Con una media de 70 asesinatos anuales y una bolsa de violencia que no afloraba por falta de apoyo social a las víctimas. La falta de diligencia del Estado para afrontar el problema era insultante.
Hicimos una tarea ingente que culminó en un compromiso del presidente Zapatero para hacer realidad una norma legal que fuese más allá de los aspectos punitivos. La campaña duro años, pero esos años resultaron fundamentales para la “pedagogía feminista”. Es decir, hicimos activismo para la concientización social. La sociedad española despertó y paso a ser exigente con el gobierno conservador. La ley fue un revulsivo para la conciencia social del país en materia de igualdad entre los sexos.
RRS: Las mujeres que entran a la política muchas veces se enfrentan a vejaciones machistas. ¿Qué usted le recomendaría a una mujer interesada en ingresar a la política?
AA: En España, la presencia de mujeres en cargos electos es paritaria. Otra batalla ganada por el feminismo. Todas sabemos que la política no es un espacio de confort para nosotras, pero ninguna hostilidad hará que nos vayamos. Los intentos de vejar a mujeres que están en política son generalmente burdos y el machismo político se reprocha socialmente en España. El único consejo, es que se pongan en evidencia esos ataques y que se demande ese reproche social.
RRS: Háblenos sobre otro proyecto en el que usted se encuentra muy involucrada: Contra el Borrado de las Mujeres. En aras de la transparencia, yo también contribuyo a este proyecto. ¿Cuál es el catalizador?
AA: Contra el Borrado de las Mujeres es la respuesta a una situación intolerable que había estado desatendida. La filosofa Amelia Valcárcel, describe como agenda sobrevenida aquellas prioridades para la agenda feminista que afloran para enfrentar la reacción a la igualdad. Este tema está en la agenda ahora. Tras enfrentarnos al intento de limitar el derecho al aborto en 2015, el feminismo español se involucró en la batalla contra la explotación sexual y el alquiler de mujeres con fines reproductivos.
En general, el feminismo a nivel global no vio venir las consecuencias prácticas de las leyes que tratan el género como algo identitario. En España, actualmente tenemos 17 leyes autonómicas que han sido utilizados para introducir elementos de borrado de las mujeres. Cuando nos hemos dado cuenta de lo que estaba ocurriendo, era obligado articular una Alianza entre organizaciones. Estamos empezando, será largo, pero está en marcha.
Lo que ha estado pasando en Reino Unido, en Canadá y en Argentina ha sido esclarecedor para nosotras. Empezando en enero del 2018, la revista Tribuna Feminista abrió la puerta a publicaciones de Raquel Rosario Sánchez que hizo aportaciones fundamentales para al explicar el conflicto, lo cual incentivo la concientización sobre el tema.
RRS: Muchas gracias, Ángeles. Agradezco esa valoración viniendo de usted. Ahora bien, su argumento es que los derechos de las mujeres se encuentran amenazados por las políticas de ‘identidad de género’. ¿A que usted se refiere?
AA: Prefiero decir “políticas que pretenden convertir el género en identidad”. Ese matiz es importante. No existe una “identidad de genero” que no sea sexista. Necesitamos que las personas comprendan en que se sustancian esas leyes y las competiciones deportivas ponen de manifiesto el problema.
Las leyes del generismo queer, nos dicen que “eres lo que sientes”. Eso implica aceptar que las categorías deportivas se establecen con respecto al hecho de que “te sientes” mujer o varón, dejando de considerar la realidad biológica que es la que te da o no ventajas competitivas. Aceptar esto es estafar a las mujeres deportistas.
Un varón desarrolla un cuerpo que le otorgas ventajas competitivas que no desaparecen, aunque disminuya su testosterona. Es inadmisible que se le permita competir con mujeres. Las categorías por edad y sexo, son imprescindibles y salvaguardan que quien tenga ventajas no borre de los pódiums a las mujeres.
Las federaciones deportivas deben ser tajantes en esta materia o las competiciones femeninas desaparecerán. Las personas transexuales deben tener los mismos derechos civiles que cualquier ciudadano, pero en ese catalogo no se incluye falsear realidades inapelables.
RRS: ¿Qué la inspiró a expresarse públicamente sobre el conflicto entre los derechos de las mujeres basados en el sexo y las políticas públicas de ‘identidad de género’?
AA: No fue una inspiración, fue un sobresalto. Me alarmo el párrafo tercero de una Ley que PODEMOS registro en el Congreso y que definía el género como “una identidad humana”. Saltaron todos los resortes. Yo soy lesbiana. Fui la primera mujer que se manifestó públicamente como tal en el Congreso de los Diputados. Cuando leí aquella proposición de Ley, tuve claro que alguien estaba utilizando la simpatía social hacia el movimiento LGTBI para “colarnos” normativa que iba mucho más allá de la defensa de los derechos civiles y la lucha contra la discriminación de un colectivo al que pertenezco.
Una ley es algo serio. Siento que mi partido tenga que corregir a Irene Montero. Las políticas de igualdad no pueden ser el laboratorio de aprendizaje de PODEMOS, poniendo en riesgo el compromiso social con la Igualdad entre mujeres y hombres.
RRS: ¿Cuál ha sido la reacción que usted ha recibido de las feministas de España por sus opiniones? ¿Cuál ha sido la reacción que ha recibido del colectivo trans?
AA: Cuando la Filosofa Amelia Valcárcel decidió que la Escuela de Formación Feminista de 2019 reflexionase sobre esta cuestión, se abrieron los ojos del feminismo a una realidad que le estaba pasando desapercibida. Había grupos de mujeres que lo venían alertando, pero no estaban en el activismo organizado. La escuela que dirige la catedrática Valcárcel provoco dos reacciones: el feminismo estaba inicialmente atónito, pero tomar conciencia siempre nos resulta muy estimulante.
Los artículos especializados corrieron como la pólvora. Al transactivismo le alero esa toma de conciencia y nos insultó y acosó gravemente. Pero ninguna de las allí presentes somos gente cobarde. Los insultos nos reforzaron, personal y políticamente. Se quitaron la careta. No debaten, solo amenazan. Eso lo hace quien no tiene razones.
RRS: Usted expreso dudas y cuestionamiento estando dentro del Congreso de España. ¿Cómo fue su experiencia dentro del Parlamento respecto a este tema? ¿Se sintió sola o recibió apoyo de sus colegas?
AA: Tuve todo el apoyo de mi partido y de muchos otros. Lo que paso es que entraron a un debate identitario, donde muchos diputados tomaban contacto con algo absolutamente desconocido para ellos. Y allí se habló mucho, se explico mucho. Lo sorprendente es que el Partido que lo presentó, un partido populista de izquierdas, esta carcomido por el generismo queer. Es un problema, porque hoy el Gobierno de Pedro Sanchez, se sirve de sus votos para gobernar.
RRS: A principio de Junio 2020, se filtró un argumentario redactado por el Partido Socialista dirigido a las bases. Explíquenos la relevancia de este documento y el estado actual del debate dentro del partido.
AA: Los argumentarios son documentos internos dirigidos a los cuadros y militantes del partido para marcar posición respecto de un asunto. La importancia de este documento es que se reafirma en la defensa de los derechos de las mujeres basados en sexo. El documento arranca con una afirmación que pone en cuestión las políticas del generismo queer: “el sexo es un hecho biológico y el género una construcción social”. Es sorprendente que una cosa tan evidente, se convierta en una declaración política de primer nivel. Ese documento, les dice a los militantes socialistas que este debate va de “cómo se traslada un sentimiento y su expresión – especialmente cuando no se mantiene estable en el tiempo – al ordenamiento jurídico y qué implicaciones tiene hacerlo”. Esto ha despertado la conciencia de muchos, y creo que solo ha inquietado a quienes pretenden aprobar normas de gran calado social eludiendo el debate público.
Creo que es esencial la constitución de una subcomisión de estudio en el Congreso que permita que la ciudadanía escuche todos los argumentos. La izquierda populista tiene mucha prisa en legislar, porque sabe que la sociedad española no aceptaría una ley en los términos que pretenden imponerla. Ahora cada ley que se presenta en el Parlamento esta trufada de generismo queer. Esto lo estamos denunciando.
RRS: ¿Qué quisiera expresarle a nuestra audiencia angloparlantes que la leerán?
AA: Desde la Alianza contra el Borrado de las Mujeres, estamos analizando los canales de difusión de estas teorías, su financiación y sus estrategias. Nuestros primeros datos son alarmantes. Estamos reaccionando tarde, pero ya estamos aquí. La colaboración internacional será imprescindible, porque estamos ante el sistema reactivo contra las mujeres más organizado de las ultimas décadas. Hagamos un buen diagnóstico.
América Latina es en estos momentos un campo de experimentación en tres ámbitos:
• la legalización de la explotación sexual
• la legalización de la explotación reproductiva
• el borrado del sexo como categoría jurídica
Para mí, lo más alarmante es que esos discursos se diseminan entre las propias organizaciones de mujeres que reciben fondos de Fundaciones internacionales de Cooperación. Es paradójico, pero que la que se define como izquierda poscolonial, está colonizando América Latina con el producto más elaborado del neoliberalismo: el generismo queer.
ONU Mujeres, por ejemplo, pero también las Instituciones académicas están promoviendo discursos acientíficos que dañan los derechos de las mujeres. El generismo queer se ha servido de esos canales institucionales para la propagación de ideologías que dicen que borran a las mujeres. Ver mensajes de ONU Mujeres llamándonos “personas menstruantes” es inadmisible.
El problema es que estamos ante Estados muy débiles, incapaces de sostener instituciones solventes que no se dejen influenciar por la financiación externa. Ante esta situación, primero queremos agradecer a las feministas de Reino Unido por que hemos mirado lo que allí ocurre y eso nos abrió los ojos. Su experiencia, su resistencia también han sido inspiradoras. Ahora lo que nos toca es ser capaces de accionar juntas. El mundo debe saber que existe un “NOSOTRAS, LAS MUJERES”. La alianza internacional es inaplazable.
Muchas gracias a Ángeles por su arduo trabajo en nombre de las mujeres, tanto en el Congreso de España, así como en su activismo feminista.
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Raquel Rosario Sánchez es escritora e investigadora de la República Dominicana. Se especializa en poner fin a la violencia machista contra niñas y mujeres. Actualmente está cursando un doctorado en el Centro de Investigación de Género y Violencia de la Universidad de Bristol.
Fuente: Womans Place UK - Traducción de Tribuna Feminista
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