Los estudios mantienen una diferencia por géneros cuestionada por las expertas
Por Daniel Mediavilla
El interés espontáneo por la ciencia de hombre y mujeres es muy diferente, según las encuestas. La semana pasada se conocieron los resultados de la que elabora la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt). Y uno de sus resultados es que el interés de ellos llegaba al 20,4 % mientras que el de ellas se quedaba en el 9,9 %. Una diferencia similar se ha mantenido estable durante la última década, y es parecida en todas las edades. "Tenemos que ver qué podemos hacer, buscar el origen" decía la secretaria de Estado de I + D + i, Carmen Vela.
En opinión de Capitolina Díaz, presidenta de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT) una de las explicaciones de este resultado es la forma de las preguntas. La gran brecha entre hombres y mujeres tiene su origen en esta: "A diario recibimos informaciones y noticias sobre temas diversos. Dígame, por favor, tres temas sobre los que se sienta especialmente interesado/a". En ese ámbito, la ciencia compite con el paro, la educación o la sanidad. Sin embargo, como explica la propia Fecyt, "cuando se les pregunta por el interés declarado, es decir, se les ofrece un listado de áreas temáticas y se les pide que expresen su interés entre 1 y 5, la brecha es más pequeña". En 2014 el 44,8 % de los hombres estaba muy o bastante interesado en ciencia frente al 35,7 % de las mujeres.
Según Díaz, Fecyt comete un error en su cuestionario. "Fecyt no considera ciencia la biomedicina y no digamos ya las ciencias sociales y las humanidades", plantea. "Sin embargo", continúa, "cuando se pregunta a las muejres por su interés por la salud o las ciencias de la salud, está entre lo más valorado". En la encuesta, el interés de als mujeres sobre salud y medicina es del 72,1% frente al 56 % de los hombres.
Paloma Alcalá, profesora de secundaria de Fisica y Química y especialista en mujeres y ciencia del Instituto de Investigaciones Feministas de la Universidad Complutense coincide: "Se separa de la ciencia y la tecnología, precisamente, salud, medioambiente y alimentación, que son los temas que más interesan a las mujeres", apunta. "En los institutos vemos que hay una diferencia en tecnología, pero eso también tiene que ver con que se plantea una visión antigua de la tecnología, de artefactos, palancas... No hablamos, por ejemplo, de una prótesis ocular, que seguramente interesará más a las chicas", indica.
La diferencia de interés, por tanto, tiene que ver con qué se considera ciencia. Como esperanza, Fecyt afrima que muchas de sus actividades suscitan el mismo interés en niños que en niñas.
Esta diferencia se ve en un análisis del Ministerio de Economía y Competitividad de 2013, las mujeres ya han superado a loshombres en tesis leidas en Salud, Educación o Humanidades, pero todavía permanecen por detrás en ingeniería, donde solo suponen el 30 % del total. Queda la pregunta de por qué en unos ámbitos se ha avanzado más rápido que en otros.