"Os entregaremos toda la comida y las medicinas que necesitéis. Derribaremos el aparato de terror y os ayudaremos a construir un nuevo Iraq próspero y libre". George Bush, 17 de marzo de 2003 (alocución televisada)
Un año después de esta generosa promesa del presidente Bush, ¿cuál es la suerte que están corriendo las mujeres y las familias iraquíes bajo la ocupación de EEUU? Las cabeceras de los periódicos ofrecen testimonios sobre la continua carencia de seguridad por todo Iraq. Pero se detienen mucho menos en examinar la situación de la seguridad humana, del derecho de las mujeres y las familias iraquíes a poder atender sus necesidades básicas y a que sus derechos humanos sean respetados, protegidos y cumplidos. Este artículo explora seis aspectos de la seguridad humana en Iraq -seguridad personal, seguridad en cuanto a agua y alimentación, derecho a la atención sanitaria, seguridad a la participación política, y seguridad económica. Tras un año de liberación en manos de los militares estadounidenses, la mayor parte de las mujeres iraquíes se encuentran con que su situación es peor en todos y cada uno de los aspectos citados.
Desde el "fin de las hostilidades" [del 1] de mayo, la violencia militar no ha cesado de aumentar y una espiral de agresiones contra las mujeres en Iraq ha ido restringiendo de forma especial todos los aspectos de sus vidas impidiendo que puedan salir de casa incluso para buscar alimentos, agua o tratamiento médico o para ir a trabajar o al colegio. Las condiciones de vida cotidiana no sólo no mejoran sino que siguen deteriorándose, con la mayor parte del territorio iraquí padeciendo una media diaria de cortes de energía de alrededor de dieciséis horas [1]. Hay niños que duermen en las calles entre montones de basura abandonada. El agua para beber está contaminada y hay que esperar hasta doce horas para comprar gasolina o fuel para cocinar. En casi todo el país no funcionan el teléfono ni el servicio postal. Las mujeres iraquíes, sobre las que recae fundamentalmente la responsabilidad de satisfacer las necesidades básicas de la población, se han visto obligadas a intensificar su trabajo, hirviendo agua, preparando comida y cuidando a los niños traumatizados por los bombardeos, las enfermedades y la malnutrición.
Cuando se presentan tiempos difíciles, y debido a la discriminación de género, lo primero que se sacrifica son las necesidades propias de las mujeres. Éstas han sido excluidas de la toma de decisiones políticas poniendo en peligro sus derechos en el futuro. Y se ven obligadas a luchar por sus derechos tanto dentro de sus familias y comunidades como contra las normas arbitrarias de la Autoridad Provisional de la Coalición (APC) estadounidense y contra las de cualquier nuevo gobierno que la APC instale. Las mujeres iraquíes están haciendo precisamente eso -pidiendo derechos y recursos- y [la organización] MADRE está apoyando su lucha. Como componentes de MADRE en cualquier lugar, las mujeres iraquíes afirman que la seguridad estatal sólo puede conseguirse garantizando la seguridad humana y que cualquier autoridad gubernamental tiene la obligación de acceder a las demandas de las mujeres sobre derechos y seguridad humanos.
1. Derecho a la seguridad personal
Las mujeres iraquíes afirman que el problema fundamental al que tienen que hacer frente desde la invasión es al colapso de la seguridad y del orden públicos. El grave incremento de los casos de secuestro, violación y esclavitud sexual ha hecho que las mujeres tengan miedo a salir de sus casas. Las niñas se quedan sin poder ir al colegio y las familias prohíben ahora a muchas mujeres que aparezcan en público sin un acompañante masculino.
Las mujeres atribuyen el aumento de la violencia a la desintegración social desencadenada por el derrumbe del régimen baasista; al aumento del fundamentalismo islámico; y a los combates sin tregua entre EEUU y las fuerzas iraquíes.
Se estima que más de 400 mujeres iraquíes han sido secuestradas y violadas durante los primeros cuatro meses de la ocupación estadounidense [2].Las violaciones han desencadenado un aumento de los "asesinatos de honor", a través de cuales los parientes masculinos asesinan a las sobrevivientes de una violación porque la agresión ha avergonzado a la familia.
En muchas zonas, militantes islámicos patrullan ahora las calles, golpeando y hostigando a las mujeres que no van vestidas o no se comportan adecuadamente [3]. Según el testimonio de una mujer música: "[...] si los islamistas me ven por la calle con mi flauta, podrían matarme" [4]. En Basora, extremistas religiosos fuertemente armados irrumpen repetidamente en las clases de la Universidad y amenazan con matar a las mujeres que no lleven la cabeza cubierta. Organizaciones de mujeres iraquíes han acusado a los grupos islámicos de "vengarse unos de otros violando mujeres" [5].
Aumentan los ataques de la resistencia contra mujeres iraquíes que se cree que pueden estar cooperando con las autoridades de la ocupación. Los ataques no se dirigen sólo contra funcionarios de alto rango sino también contra iraquíes de a pie que no tienen más posibilidad que aceptar trabajos con la APC. Por ejemplo, en enero de 2004, se disparó en su camino al trabajo a cuatro mujeres que habían trabajado en el equipo de limpieza y lavandería para las tropas estadounidenses [6]. Un mes más tarde, al menos 75 hombres fueron asesinados mientras hacían cola para solicitar trabajos en el nuevo ejército y policía iraquíes [7].
¿Cómo y por qué está violando EEUU el derecho de las mujeres iraquíes a tener seguridad personal?
Las fuerzas dirigidas por EEUU han matado a más de diez mil iraquíes desde el comienzo de la invasión -la tasa de bajas civiles más alta de cualquier guerra emprendida por Occidente desde los tiempos de Vietnam [8]. Las mujeres iraquíes y sus familias continúan siendo asesinadas por los soldados estadounidenses que utilizan cada vez tácticas más agresivas contra los combatientes de la guerrilla con total desprecio por el peligro en el que ponen a los civiles.
La APC ha fracasado en el cumplimiento de las obligaciones legales que señalan las Convenciones de La Haya y de Ginebra de proporcionar seguridad a los civiles iraquíes [9].
Las organizaciones de mujeres iraquíes han apelado directamente al administrador civil de la APC Paul Bremer pidiéndole que la APC entrene y disponga el envío de guardias de seguridad que ayuden a prevenir la violencia contra las mujeres y que dicha Autoridad persiga asimismo los crímenes contra ellas. Estas peticiones han sido ignoradas [10].
El caos y el peligro al que se enfrentan las mujeres y las familias iraquíes beneficia a la APC al crearles una dependencia de las autoridades de la ocupación y al mantener a las iraquíes más preocupadas por cuestiones relativas a la supervivencia que por las que se refieren a la política. Como Yanar Mohamed, una dirigente del movimiento de mujeres iraquíes comentaba, "[...]Queremos poder hablar sobre otras cuestiones, como la separación entre la religión y el Estado y el desarrollo de una ley civil basada en la igualdad entre hombres y mujeres, pero si las mujeres ni siquiera pueden salir de sus casas para discutir de estas cosas, nuestro trabajo es muy duro" [11].
2. Derecho a acceso a agua potable
Los iraquíes han identificado la carencia de agua potable, después de la falta de seguridad, como la segunda consecuencia más grave de la invasión estadounidense [12].
Beber agua contaminada es el factor principal que provoca enfermedades en los niños en Iraq [13]. Comunidades enteras están sufriendo epidemias de cólera, infecciones intestinales y piedras en el riñón debido a este motivo.
El suministro de agua en Bagdad estuvo mucho tiempo interrumpido en marzo de 2003. Al principio de 2004, sólo las dos terceras partes de los residentes en ciudades tenían suministros suficientes de agua, según la APC [14].
En las zonas rurales, la carencia de agua para regadío está arruinando las cosechas. Muchas mujeres pasan actualmente varias horas al día acarreando agua de arroyos que va mezclada con aguas residuales; además estas fuentes contaminadas se van a ir secando en cuanto se aproxime el verano.
¿Cómo y por qué los EEUU violan el derecho acceder a agua potable?
Los contribuyentes estadounidenses han desembolsado 3 mil millones de dólares para que la corporación Bechtel repare las infraestructuras que proporcionan electricidad, agua y otros servicios. Pero la mayor parte del trabajo de Bechtel va dirigido a satisfacer las necesidades de los militares de EEUU y de otras corporaciones, no de las mujeres y familias iraquíes [15]. Por ejemplo, las tres plantas de tratamiento de residuos de Bagdad, que fueron destruidas y saqueadas durante la guerra, tampoco serán reparadas durante el próximo año [16].
Como hay escasez de fuel por todo Iraq, las interrupciones en las plantas de tratamiento se deben en gran medida a la falta de interés de la APC en restaurar para algunos usos los suministros eléctricos (necesarios para poner en marcha tanto las refinerías de petróleo como las plantas de tratamiento del agua).
Algunas infraestructuras permanecen sin reparar porque necesitan recambios que sólo manufacturan compañías francesas y alemanas quienes tienen prohibido recibir contratos de reconstrucción en pago a la oposición de sus gobiernos a la invasión.
Cuanto más tiempo permanezcan las infraestructuras energéticas sin reparar más costará reconstruirlo todo. Hay especulaciones de que, simplemente, Bechtel está optando por no comprar piezas de recambio para así poder licitar para construir generadores de energía completamente nuevos a un coste mucho mayor que si repararan los sistemas antiguos.
3. Derecho a la alimentación
Trece años de bombardeos y sanciones impuestas por EEUU han dejado a más de la mitad de todos los iraquíes (13 millones de personas) dependiendo del sistema de racionamiento para las comidas. Una cuarta parte de todos los niños menores de cinco años sufren malnutrición crónica [17] y un 44% de los iraquíes no pueden satisfacer las mínimas necesidades alimentarias [18].
Durante la invasión, las tropas estadounidenses destruyeron fuentes básicas de alimentación e infraestructuras de conducción de aguas (como carreteras y puentes necesarios para transportar la comida), así como plantas de tratamiento de aguas. Las tropas también destruyeron huertos de naranjos, limones y palmeras datileras [19]. En la actualidad, los agricultores iraquíes -muchos de ellos mujeres- se quejan de no poder cultivar alimentos porque en sus campos hay bombas de racimo estadounidenses sin explotar [20].
Desde la invasión, la malnutrición aguda se ha doblado de un 4% a un 8% [21]. Las madres y los niños, particularmente en el centro y sur de Iraq, son los más vulnerables ante la malnutrición crónica [22]. Los precios y la pobreza en constante aumento bajo la ocupación estadounidense han contribuido a la crisis de inseguridad alimentaria.
La habilidad de las mujeres para proporcionar alimentos y agua potable para ellas mismas y sus familias se ha visto imposibilitada por los continuos cortes en los suministros de agua y electricidad [23] y el precio del fuel para cocinar ha sufrido un aumento de un 100% desde que tuvo lugar la invasión [24].
¿Cómo y por qué está EEUU violando el derecho a poder alimentarse?
En noviembre de 2003, EEUU tomó el control de los ingresos iraquíes por petróleo -valorados en 20 mil millones de dólares al año [25]- y anunció el fin del programa de Naciones Unidos de "petróleo por alimentos" que desde 1996 había utilizado ingresos provenientes del petróleo iraquí para comprar y distribuir ayuda alimentaria entre la población.
Según la página web del Departamento de Estado estadounidense "se han hecho previsiones para asegurar que el pueblo iraquí continúe recibiendo apoyo humanitario una vez que el programa termine" pero sólo hasta mediados de 2004. "El objetivo a largo plazo", dice el Departamento de Estado, "es que Iraq cambie a un sistema de mercado en el suministro de alimentos. Las compañías interesadas en proporcionar alimentos al mercado iraquí deberían contactar con la APC y con el Ministerio iraquí de Comercio en esa página web" [26].
EEUU está vendiendo las plantas de procesamiento de alimentos de propiedad estatal a corporaciones que tienen normativas mínimas en el control de calidad o en la preocupación acerca de la seguridad alimentaria [27].
EEUU está también reestructurando el sector agrícola iraquí a fin de producir cosechas de productos de lujo para la exportación en lugar de comida para la población iraquí -una política que ya ha hecho peligrar la seguridad alimentaria en muchos países pobres.
4. Derecho a recibir atención sanitaria
Desde 1991, las sanciones impuestas por EEUU, junto con la corrupción del partido Ba’az, destruyeron virtualmente el sistema sanitario estatal público y degradaron la salud de millones de iraquíes. En la actualidad, las mujeres iraquíes se enfrentan a una crisis de la sanidad pública aún peor como resultado de la continua violencia y de la destrucción de los servicios sanitarios durante la invasión de EEUU.
Desde la invasión, los trabajadores sanitarios en Iraq han informado de un aumento en los casos de invalidez, enfermedades infecciosas, mortalidad maternal e infantil, nacimientos con bajo peso, enfermedades por agua contaminada, enfermedades por malnutrición y por falta de prevención a través de campañas de vacunación, así como desórdenes de ansiedad post-traumáticos, enfermedades psiquiátricas, alteraciones de la conducta y alteraciones en el desarrollo de los niños, abortos y defectos natales como consecuencia de la contaminación ambiental [28].
La pobreza ha aumentado y junto a la disolución general de las normas sociales que acompaña a la guerra ha contribuido a aumentar los casos de prostitución provocando infecciones de transmisión sexual, peligrosos abortos clandestinos y violencia sexual, todo lo cual amenaza la salud de las mujeres iraquíes [29].
Han aumentado las complicaciones durante el embarazo especialmente entre muchachas adolescentes que se ven obligadas a casarse a edades cada vez más tempranas debido al incremento de la pobreza [30].
¿Cómo y por qué está EEUU violando el derecho a recibir atención sanitaria?
Durante el año 2003, las fuerzas estadounidenses bombardearon numerosos hospitales y clínicas. Los saqueos que debían haber sido impedidos por las fuerzas de EEUU ya que legalmente estaban obligados a hacerlo, aniquilaron los abastecimientos básicos de equipamientos médicos y farmacéuticos [31] y dañaron o destruyeron la tercera parte de todas las clínicas que ofrecían servicios de planificación familiar [32].
Los médicos iraquíes informan que las condiciones en los hospitales públicos son mucho peores que antes de la invasión [33]. Tras casi diez meses de reconstrucción, el hospital más importante de Bagdad todavía tiene aguas residuales corriendo por el suelo; el agua para beber estaba contaminada y el 80% de los pacientes contrajeron infecciones mientras permanecían en el hospital [34].
Debido a la despreocupación de la APC acerca del sector sanitario, la mitad de las clínicas en Bagdad han pasado a ser gestionadas por facciones religiosas o políticas creando problemas al denegar servicios sanitarios sobre una base sectaria y otras violaciones del derecho de las mujeres a recibir servicios sanitarios para control de natalidad [35].
EEUU ha obviado las recomendaciones de las experiencias de la sanidad pública y de las agencias humanitarias a favor de mantener un control militar sobre el sector sanitario de Iraq. Ahora EEUU está rehaciendo el sistema sanitario de Iraq siguiendo el desastroso modelo estadounidense, bajo el cual la atención sanitaria es contemplada como una mercancía y no como un derecho humano.
5. Derecho a la participación política
"No somos mujeres" -respuesta de un funcionario de alto rango al contestar a la preocupación de un periodista sobre las amenazas a los derechos de las mujeres iraquíes [36].
A pesar de las manifestaciones de la APC de que han respetado la diversidad de la sociedad iraquí en las estructuras de gobierno instauradas no se ha hecho casi ningún esfuerzo para garantizar que las mujeres - que representan el 60% de la población iraquí- estén apenas representadas en el gobierno [del Consejo gubernativo iraquí].
La APC ha nombrado sólo tres mujeres entre los 25 miembros del Consejo Gubernativo (CG) iraquí. Ninguna mujer fue designada para el comité organizado por el Departamento de Justicia estadounidense para crear un nuevo sistema de tribunales en Iraq [37]. Sólo se ha nombrado a una mujer en el gabinete interino de 25 miembros.
Muchas mujeres iraquíes se resisten a asumir papeles de dirección ante el temor de ser atacadas por los extremistas. Por ejemplo, cuando la miembro del CG Akila al-Hashimi fue asesinada en septiembre de 2003 su muerte fue considerada en gran medida como una advertencia a las mujeres que quisieran participar en el gobierno. Desde entonces, numerosas mujeres profesionales y abogadas de los derechos de las mujeres - junto con hombres laicos progresistas- han sido asesinadas o han recibido amenazas de muerte exigiendo su renuncia [38].
Muchas mujeres iraquíes no desean participar en las instancias políticas organizadas por EEUU ya que las consideran como extensiones de una ocupación ilegal. Pero las mujeres iraquíes en un amplio espectro político están de acuerdo en que EEUU no tiene ningún compromiso genuino con los derechos de las mujeres.
¿Cómo y porqué está EEUU violando el derecho a la participación política?
La APC ha rechazado siquiera considerar una serie de demandas efectuadas por las organizaciones de mujeres iraquíes, demandas referidas a: crear un Ministerio de la Mujer; nombrar mujeres en el comité de redacción de la nueva constitución iraquí y garantizar que el 40% de todos los nombramientos de la APC recaigan en mujeres; formular leyes que codifiquen los derechos de las mujeres y criminalicen la violencia doméstica, así como cumplir la obligación que tiene EEUU de apoyar la resolución 1325 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que ordena que se incluyan a las mujeres en todos los niveles de toma de decisiones en aquellas situaciones que tienen como objetivo la paz y la reconstrucción tras la guerra [39].
En violación de las Convenciones de La Haya y de Ginebra, la APC ha hecho muy pocos esfuerzos para impedir los crecientes ataques perpetrados contra la participación de las mujeres en la política y la vida pública. Por ejemplo, cuando Nidal Jreo, una de las 15 mujeres jueces nombradas entre los varios miles que fueron elegidos por la APC, estaba prestando juramento, los abogados masculinos detuvieron la ceremonia en protesta por la designación de mujeres jueces. La respuesta de la APC fue anular su nombramiento [40].
De hecho, las autoridades de la ocupación estadounidense han cooperado para que fructifique el actual ambiente de hostilidad hacia los derechos de las mujeres. En julio de 2003, Paul Bremer designó a varios clérigos musulmanes reaccionarios para el CG autorizando así a dirigentes comprometidos a nivel estatal para poder restringir los derechos humanos de las mujeres.
En efecto, la APC ha elegido comerciar con los derechos de las mujeres para conseguir el apoyo político de los religiosos conservadores, una táctica usada por los gobiernos en todo el mundo, incluyendo la Argelia de Buteflika, el Israel de Ben Gurion y el Iraq de Sadam Husein.
Agravios y derechos de las mujeres bajo el régimen de Sadam:
Bajo el régimen secular del Baaz las mujeres conservaron muchos de los derechos que habían conseguido antes de golpe de 1963 que llevó al Partido Baaz al poder. Las mujeres podían elegir a sus maridos y sus profesiones, ganar iguales salarios, heredar y tener propiedades, y votar y desempeñar puestos públicos. Durante los años 80, las mujeres ocuparon el 20% de los escaños en el Parlamento iraquí, en comparación con el 14% que ocupaban las mujeres estadounidenses en el Congreso de EEUU [41].
En 1990, Sadam Husein, buscando apaciguar un movimiento islamista creciente, rescindió la mayor parte de los derechos de las mujeres. En Iraq se empezó a permitir que los hombres cometieran "asesinatos de honor" de parientes mujeres acusadas de comprometer la reputación de sus familias [42]. En 2000, el gobierno permitió que los militantes islámicos decapitaran públicamente a mujeres que eran activistas políticas y a prostitutas [43].
Las dificultades económicas provocadas por las sanciones económicas impulsadas por EEUU también erosionaron de forma grave los derechos de las mujeres. Cuando la economía se viene abajo, las mujeres son las primeras en ser despedidas de sus puestos de trabajo. La prostitución aumentó. Las niñas eran sacadas de los colegios para ayudar a sus madres a enfrentarse con la trabajosa carga de encontrar comida, agua limpia e ingresos.
6. Derecho a la seguridad económica
Antes de la ocupación estadounidense, las mujeres iraquíes representaban el 40% de la fuerza de trabajo en el sector público. Actualmente, la mayoría de las mujeres están desempleadas. La APC provocó una tasa de desempleo de un 70% al despedir a cientos de miles de trabajadores del sector público [44]. La tasa de desempleo de las mujeres es incluso más alta. Los iraquíes que todavía tienen un puesto de trabajo reciben "pagos de emergencia" de la APC; alrededor de la mitad de los salarios que cobraban antes de la invasión [45].
A pesar de las promesas de una gran oferta de puestos de trabajo para la reconstrucción, EEUU no ha creado puestos para los iraquíes. En su lugar, la APC ha contratado a constructores extranjeros para trabajos especializados -a pesar de que hay muchos hombres y mujeres iraquíes cualificados- y han fletado vuelos con miles de trabajadores extranjeros para ocupar trabajos de bajo nivel - aunque los iraquíes están completamente desesperados por trabajar en lo que sea- [46].
Además, en un momento en que más de la mitad de la población iraquí está viviendo bajo el nivel de pobreza [47], la APC ha desmantelado la red de seguridad social de Iraq poniendo fin a los beneficios de los empleados, incluyendo un sistema de bonos, de participación en beneficios y de subsidios para alimentos con los que contaban los y las trabajadoras de la mayoría de los sectores durante el régimen anterior [48].
¿Cómo y por qué se produce la violación por parte de EEUU de los derechos de los iraquíes a disfrutar de seguridad económica?
Lo que EEUU no pudo conseguir durante las negociaciones del pasado año en las reuniones con la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la Zona de Libre Comercio de las Américas (ALCA) lo está logrando con los bombardeos y la ocupación en Iraq. Antes incluso de la invasión, la Administración Bush tenía un plan para transformar Iraq de una economía de control estatal a una de libre mercado más salvaje -controlado por corporaciones- que hasta ahora se haya conocido en cualquier parte del mundo [49].
Ahora, bajo la autoridad del procónsul de la APC Paul Bremer, se están activando políticas bien conocidas por incrementar la pobreza y la desigualdad y socavar el sistema de sanidad pública, los derechos de los y las trabajadoras, la educación y el potencial democrático. Estas políticas incluyen desacreditados programas de ajuste estructural del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI); una privatización enorme de los servicios públicos; y el énfasis en un comercio internacional sesgado de forma extrema a fin de beneficiar a las corporaciones con sede en EEUU.
En septiembre de 2003, Bremer firmó cuatro decretos que fijaban las bases para la nueva economía iraquí. Los decretos de Bremer crean las condiciones para el nuevo papel de Iraq en la economía global impidiendo que cualquier futuro gobierno iraquí disponga de los instrumentos esenciales para lograr el desarrollo económico y convirtiendo a los iraquíes en una nación de trabajadores sub-empleados con bajos salarios. Los decretos de Bremer determinan:
El 100% de la privatización: Los decretos ponen efectivamente a Iraq en venta. Las corporaciones pueden ya comprarlo todo en Iraq: desde industrias, granjas, telecomunicaciones, medios de comunicación, bancos, transportes e infraestructuras, hasta escuelas, prisiones, hospitales y todo tipo de bienes.
Liberalización del comercio: En junio de 2003, Bremer promulgó una suspensión de seis meses de todas las tasas y restricciones comerciales [50]. El efecto inmediato fue la ruina de las granjas avícolas y de las industrias textiles al obligar a los productores locales a competir con las grandes corporaciones estadounidenses que pueden reducir fácilmente sus precios gracias a los masivos subsidios del gobierno estadounidense de que disfrutan estas industrias. La liberación del comercio en Iraq es una experiencia piloto para la amplia región de la Zona de Libre Comercio de Oriente Medio (MEFTA) anunciada por Bush en mayo de 2003 [52].
Ingreso en la Organización Mundial de Comercio: EEUU está preparando a Iraq para una incorporación veloz a la OMC por el simple procedimiento de eliminar las leyes que contradigan las normas de esa organización internacional. En contraste, la APC ha hecho cumplir la prohibición de 1987 de Sadam Husein sobre organización del trabajo que beneficiará a las corporaciones que compren los activos iraquíes: sin normas básicas de trabajo tales como negociaciones y contratos colectivos, los trabajadores iraquíes tienen pocos recursos legales para poder hacer frente al desempleo masivo que se espera que se produzca con la privatización.
Tratamiento nacional: Al nuevo gobierno iraquí no se le permitirá favorecer a las industrias o inversiones iraquíes frente a las corporaciones multinacionales; por ejemplo, insistiendo en que las corporaciones extranjeras contraten trabajadores iraquíes. La disposición contiene también rendijas legales que permiten a las corporaciones ignorar las regulaciones nacionales que protegen a los trabajadores, a los consumidores y al medio ambiente.
Repatriación de beneficios sin restricciones: Las inversiones extranjeras pueden embolsarse el 100% de sus beneficios sin obligación ninguna de reinvertir algo en Iraq. Los inversores podrán sacar su dinero fuera del país en cualquier momento y sin tener que hacer ninguna advertencia. Disposiciones como éstas fueron las que desencadenaron las crisis económicas del Este Asiático en los años90 y en Argentina en 2000.
Impuestos planos: EEUU ha rebajado las tasas más altas de impuestos de un 45% a un 15% [52]. Tanto las corporaciones como los individuos pagarán la tasa plana del 15 % sin importar si ganan un dólar al día o millones al año. El impuesto plano reduce en gran manera los impuestos pagados por los ricos, especialmente las corporaciones, y afecta gravemente a las clases medias. Por tanto, dinamita las perspectivas de futuro económico para Iraq al aplastar aún más a la sitiada clase media del país.
El Derecho Internacional y las propias leyes del ejército de EEUU sobre las formas de hacer la guerra hacen que sea ilegal que la APC imponga cambios tan fundamentales en la economía iraquí [53].
Las mujeres iraquíes soportarán la peor parte de la privatización extrema que impondrá EEUU. Como cualquier mujer de cualquier lugar, las mujeres iraquíes conforman la mayor parte de los grupos sociales más empobrecidos y se verán abocadas a perder las posibilidades de acceso a servicios sociales elementales en un "Iraq de libre mercado". Como cuidadores esenciales de la sociedad, las mujeres iraquíes se verán forzadas a absorber las cargas creadas por la supresión de la atención pública sanitaria, de la educación, la vivienda, los subsidios de alimentos, los servicios de aprovisionamiento de agua y otros programas necesarios para satisfacer las necesidades básicas de la población.
¿Qué puede aprender Iraq de Bolivia?
Cuando la compañía Bechtel privatizó los servicios de agua en Cochabamba, Bolivia, los precios subieron un 200%. Las empobrecidas familias se vieron obligadas a gastar la tercera parte de sus ingresos en conseguir agua. Los precios provocaron estallidos de protestas masivas durante las cuales las tropas del ejército enviadas para proteger las inversiones de Bechtel mataron a un muchacho de 17 añosyhubo muchos heridos. El gobierno boliviano canceló eventualmente el contrato y Bechtel está ahora demandando a Bolivia por los 25 millones de dólares de beneficios perdidos [54].
A pesar de todas las amenazas que soportan las mujeres en el Iraq ocupado, ellas se organizan para luchar por sus derechos y satisfacer las necesidad básicas propias y de sus familias. Se han fundado nuevas organizaciones de mujeres y se celebran conferencias; las mujeres han abierto refugios contra la violencia doméstica, programas de prevención y contra el analfabetismo, así como orfanatos. Las mujeres celebran manifestaciones, presionan y luchan para conseguir ser parte en un nuevo sistema político iraquí.
Yifat Susskind directora asociada de la organización internacional MADRE, que colabora con la Organización para la Libertad de las Mujeres en Iraq para ayudar a garantizar que las mujeres iraquíes tengan acceso a los recursos que necesitan y ver satisfechos sus derechos. Este informe, elaborado en abril de 2004, ha sido publicado en www.madre.org
Notas de la autora:
1. Rosie, Garthwaite, "The Lights Stay Off In Iraq" Baghdad Bulletin, 8 April 2003, (30 October 2003). 2. "More than 400 Iraqi Women Kidnapped, Raped in Post-war Chaos: Watchdog" ReliefWeb, 24 August 2003. 3. Sarah El Deeb, "Iraqi Women Deal With Mixed Legacy", LA Times, 26 January 2004. 4. Kim Ghattas, "Iraqi Women Struggle to be Heard" BBC News, 18 August 2003 5. "International Campaign to End Rape, Abduction, and Killings of Women in Iraq", The Organization of Women’s Freedom in Iraq. 6. "Iraq Women Gunned Down" BBC News, 22 January 2003. 7. Ariana Eunjung Cha, "Two Car Bombs Kill at Least 75 in Central Iraq", The Washington Post, 11 February 2004. 8. "The Terrible Human Cost of Bush and Blair’s Military Adventure: 10,000 Civilian Deaths", The Independent, 8 February 2004. 9. Artículo 43 de la Convención de La Haya y Articulos 29 y 47 de la Cuarta Convención de Ginebra. 10. "Iraq: Letter to Paul Bremer form Yanar Mohammed Concerning the Security of Iraqi Women" CPTnet, 3 September 2003. 11. Lauren Sandler, "Veiled and Worried in Baghdad," New York Times Op-Ed, 22 August 2003. 12. "Gender Profile of the Conflict in Iraq" UNIFEM, www.womenwarpeace.org (21 January 2004). 13. Harry de Quetteville, "Victory in Iraq: Deliverance or Disaster", The Daily Telegraph, 1 January 2004, 14. 14. De Quetteville. 15. Antonia Juhasz, "Ambitions of Empire: The Bush Administration Economic Plan for Iraq" 20 January 2004, LeftTurn Magazine, Occupation Watch. 16. "CARE Says Coalition Authority Must Move Faster in Iraq" CARE, ReliefWeb, (27 January 2004). See also de Quetteville. 17. "Children in North Still Receive Some Aid" Relief Web, 21 January 2004 18. Nathaniel Hurd, "Iraqi Food Security in Hands of Occupying Powers" The Middle East Report Online, Middle East Research and Information Project, 2 December 2003. 19. "Continuing Collateral Damage". 20. Haifa Zangana, "Why Iraqi Women Aren’t Complaining" The Guardian, 19 February 2004, Common Dreams. 21. "Iraq ’Faces Severe Health Crisis’" BBC News, 11 November 2003. 22. "Half of the Iraqis in Need of Food Aid" Arabic News, 24 September 2003. 23. "Continuing Collateral Damage". 24. De Quetteville. Op. cit. 25. David Cortright, "The Oil Spoils," The Nation, 16 June 2003, 4. 26. "CPA takes Over Oil-for-Food Program from U.N." U.S. Department of State: International Information Programs, 21 November 2003. 27. Hurd. Op. cit. 28. Ghida al-Juburi, "Women Excluded from Post-war Reconstruction" Relief Web, 17 June 2003. En el Hospital Yarmuk, la mortalidad infantile se ha duplicado desde la invasion de EEUU. Véase: Jeffrey Gettleman, "Chaos and War Leave Iraq’s Hospitals in Ruins," The New York Times, 14 February 2004, Section A. 29. "Gender Profile of the Conflict in Iraq." Los medicos del Hospital de Mujeres Al-Aliya en Bagdad estiman que entre agosto y noviembre de 2003 se han practicado al menos 500 abortos ilegales. Cada semana unas dos mujeres son ingresadas solo en este Hospital debido a complicaciones relacionadas con abortos. 30. "Iraq: Reproductive Health Assessment" United Nations Population Fund, 2003. 31. Gettleman, "Chaos and War Leave Iraq’s Hospitals in Ruins." 32. "Gender Profile of the Conflict in Iraq." 33. Gettleman, "Chaos and War Leave Iraq’s Hospitals in Ruins". 34. Ibíd. 35. "Continuing Collateral Damage." 36. Lauren Sandler, "Women Under Siege," The Nation, 29 December 2004, 11. 37. al-Juburi. Op. cit. 38. Jeffrey Gettleman, "The Struggle for Iraq: Killings, Assassinations Tear into Iraq’s Educated Class," The New York Times, 6 February 2003, Section A. 39. Las autoridades estadounidenses han disuelto el "sistema de cuotas", aunque esta forma de acción afirmativa se ha utilizado con éxito en Sudáfrica, Ruanda, Timor Oriental y en otros lugares para ayudar a asegurar la participación de mujeres cualificadas en los nuevos gobiernos emergentes. Véase, por ejemplo: Raja Habib Khuzai and Songul Chapouk, "Iraq’s Hidden Treasure" New York Times Op-Ed, 3 December 2003. Also "Iraq: Fear Smothers Women’s Rights" Aljazeera, 6 October 2003. 40. al-Deeb. Op. cit. 41. al-Juburi. Op.cit. 42. Michele Landsberg, "Iraqi Women are Conspicuous by their Absence" Peace Women, 19 April 2003. 43. Landsberg. 44. Aaron Mate, "Pillage is Forbidden: Why the Privatization of Iraq is Illegal" The Guardian, 7 November 2003. 45. Juhasz. Op. cit. 46. David Bacon, "The War on Iraq’s Workers" The Progressive, 26 November 2003. 47. Hurd. Op. cit. 48. Bacon. Op. cit. 49. Juhasz. Op. cit. 50. "Uproar Over Iraq Contracts: Interviews Available" Institute for Public Accuracy, 11 December 2003. 51. Juhasz. Op. cit. 52. Mate. Op. cit. 53. Naomi Klein, "Iraq is Not America’s to Sell" The Guardian, 7 November 2003. En particular, la APC ha emitido leyes que violan las siguientes provisiones internacionales: de la Cuarta Convención de Ginebra de 1949, Arts. 53 and 54; de las regulaciones de La Haya de 1907, Arts. 43, 46, 47, 53 y55). La propia Administración estadounidense ha admitido que sus reformas violan la constitución iraquí. Además, Tony Blair fue advertido por su propio ministro de Justicia de que "la imposición de grandes reformas económicas estructurales no sería autorizada por el Derecho Internacional". Véase: Mate. Op. cit. 54. Juhasz. Op. cit.
Fuente: CSCAweb (www.nodo50.org/csca), 21 de abril de 2004 MADRE, abril de 2004 Traducido del inglés para CSCAweb por Sinfo Fernández Navarro
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