Transmitimos la nota de Elena Valenciano que acaba de colgar en su Facebook:
Acabo de reunirme con el embajador de El Salvador en España para trasladarle nuestra preocupación por la vida de Beatriz, que puede morir si no se le practica un aborto, y ofrecer la ayuda del PSOE para evitar un desgraciado desenlace.
Beatriz tiene 22 años, padece una enfermedad renal relacionada con su historial de Lupus, tiene un hijo de un año y está embarazada de 23 semanas. Los médicos le han dicho que si sigue adelante con el embarazo el riesgo de morir es muy alto. Además, han confirmado que el feto es anencefálico (no tiene cerebro), con lo cual morirá a las horas o pocos días de nacer.
Pero esta madrugada, la Corte Suprema de El Salvador ha decidido que no va a hacer nada por salvar su vida y la obliga a seguir con el embarazo, porque “los derechos de la madre no pueden privilegiarse sobre los del nasciturus ni viceversa”.
La vía legal se ha agotado. En el Salvador, como en Nicaragua, Honduras, República Dominicana y Chile, el aborto está penalizado de manera absoluta. Pero lo que le he transmitido al embajador es que estamos ante un caso que trasciende con mucho el derecho al aborto, es una cuestión de derechos humanos, y por eso apelamos a una salida humanitaria.
Hay asociaciones de mujeres que están pidiendo que Beatriz aborte fuera del país. El problema que se plantea es que si bien la salida de El Salvador es libre, el aborto es un delito perseguible fuera de sus fronteras, con lo cual si Beatriz regresara a su país después de abortar, podría enfrentarse a 50 años de prisión.
Los responsables diplomáticos, que nos han atendido amablemente, agradeciendo la reunión y ofreciéndonos información detallada, se han comprometido a trasladar nuestro ofrecimiento a las autoridades del país.
El tiempo corre en contra de Beatriz, pero no vamos a dejarla sola. Junto a las organizaciones de mujeres y los organismos de Derechos Humanos seguiremos peleando por su vida. Se han agotado las vías judiciales, pero nos queda la movilización ciudadana, nos queda la política, la solidaridad y el compromiso.