Gabriela Cañas. El País
El presidente electo de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, intenta obtener el voto favorable de la Eurocámara restándole las competencias más sensibles a Rocco Buttiglione, designado comisario de Justicia, Libertad y Seguridad. Lo relativo a derechos fundamentales e igualdad podría adjudicarse a otro comisario. Barroso evitaría el cambio de carteras que le pide el centro-izquierda pero que obligaría a reabrir el proceso de ratificación del Ejecutivo. Los partidos se mostraron ayer herméticos sobre la negociación en curso, pero optimistas sobre el cierre de la crisis.
El retoque de las atribuciones asignadas en principio a la cartera del italiano Rocco Buttiglione podría ser suficiente para que socialistas (200 escaños) y liberales (88 escaños) no infligieran a la Comisión de Barroso el voto de castigo que ambos grupos habían anunciado la semana pasada. No obstante, en el Parlamento no se descarta un intercambio de carteras que en el entorno de Barroso se descarta categóricamente.
El Partido Popular Europeo (PPE, 268 escaños), que sigue apoyando "cien por cien" a Barroso y a Buttiglione, señaló ayer que lo importante es que la Comisión de Barroso obtenga un amplio respaldo por parte del Parlamento Europeo para echar a andar inmediatamente y antes de la firma solemne de la Constitución el próximo día 29 en Roma. La votación de la sesión de investidura está prevista para dos días antes.
Las declaraciones de Buttiglione asegurando que considera pecado la homosexualidad y que el matrimonio es para que la mujer tenga hijos bajo la protección del hombre, entre otras polémicas frases, movió al Parlamento Europeo a vetar su candidatura y a exigir a Barroso que proponga una solución mañana a los presidentes de los grupos parlamentarios. Antes de esa cita crucial, Barroso decidió el lunes dejar de apoyar públicamente a Buttiglione como había hecho hasta ese momento y negociar por separado con los líderes de los tres grandes grupos, lo que hizo entre la noche del lunes y la mañana de ayer.
Los Verdes (42 escaños) e Izquierda Unitaria (41) han quedado fuera de la ronda de negociaciones. "Es razonable", alegan ambos grupos. "Barroso sabe que nosotros no vamos a cambiar nuestro voto negativo a su equipo". Izquierda Unitaria celebrará el martes el discurso de investidura en Estrasburgo con una audición parlamentaria de asociaciones internacionales de gays, lesbianas y transexuales.
La solución que baraja Barroso para que su equipo sea confirmado podría dividir el voto en el seno de los grupos socialista y liberal. Graham Watson, el jefe de los liberales, asegura estar sorprendido de la unanimidad de su grupo en contra de Buttiglione, un hombre, dice, que "quiere a los inmigrantes en campos de acogida, a las mujeres, en la cocina y a los homosexuales, en la cárcel". No obstante, los liberales admiten que un gesto por parte de Barroso podría arrancar el apoyo de la mitad de su grupo.
Los socialistas no se plantean un voto favorable, pero su voto en contra de la Comisión de Barroso podría convertirse en una abstención, si bien sus exigencias son más amplias y estrictas.
Críticas a otros comisarios Además del cambio de cartera para Buttiglione, quieren clarificaciones sobre comisarios que no han obtenido el total beneplácito parlamentario, como Neelie Kroes (Competencia), Mariann Fischer Boel (Agricultura) e Ingrida Udre (Impuestos y Unión Aduanera). También quieren que se reconsideren las críticas vertidas contra el socialista László Kovács (Energía), que demostró no haberse preparado para el puesto. Los Verdes rechazan también a Stavros Dimas (Medio Ambiente).
El voto en contra de la Comisión de Barroso situaría a socialistas y liberales en una incómoda situación. "Los laboristas ingleses tendrían que rechazar indirectamente a Peter Mandelson y los socialistas españoles, a Joaquín Almunia", indican los socialistas sobre dos candidatos que, además, han causado una impresión positiva en el Parlamento Europeo.
Para facilitar la resolución de la crisis, Barroso se ha avenido a atender las demandas parlamentarias, pero Buttiglione ha seguido haciendo declaraciones polémicas secundadas en ocasiones por el Vaticano, que ha hablado de una inquisición europea contra el cristianismo. El líder socialista Martin Schultz dijo ayer: "Resulta rara tal acusación si se tiene en cuenta la historia de la Inquisición"