Medio centenar de mujeres alfareras se asociaron para defender su artesanía, comerciarla y defenderse de las presiones de los rigoristas islámicos de la región de Sejnane, 130 kilómetros al noroeste de la capital, que "no ven con buenos ojos las muñecas de terracota que crean con sus manos".
La ONG española Fundes Arte ayudó a la creación de la Asociación de Mujeres Alfareras de Sejnane (AFAS) este verano, después de que algunas de estas artesanas "sufrieran presiones de salafistas este invierno para que dejaran de crear imágenes de mujeres con niños".
"Aunque recuerdan a la virgen María con el niño Jesús, no tienen nada que ver por que representan a mujeres campesinas tatuadas del medio bereber", cuenta Rim Garbi coordinadora de la ONG.
"Las alfareras realizan objetos de origen bereber y sufren el acoso de los salafistas porque representan a la mujer sin los símbolos de las mujeres musulmanas, que se cubren el cabello con el velo islámico o hiyab", según explico Teresa Martínez, responsable local de Fundes Arte.
Teresa añadió que "estas mujeres campesinas no se reconocen en las costumbres mayoritarias de la población" ya que aunque son musulmanas de la línea ortodoxa, o suní, "su mundo y sus tradiciones culturales son de origen bereber, lo que les permite representar figuras humanas o de animales del campo" no permitidos por las corrientes tradicionalistas del Islám.
La nueva AFAS realiza su primera actividad fuera de la región rural de Sejnane con una exposición venta en un centro cultural de la ciudad de Bicerta, 65 kilómetros al noroeste de la capital, que hasta el próximo día 27 estará abierta al publico.
La presidenta tunecina de la Asociación para el Acceso al Financiamiento y la Competitividad (AAFCAR), Hela Annabi, califico su apoyo a las terracotas de las alfareras de Sejnan de "ilimitado" en consideración a que "son una muestra de técnicas primitivas de creación artesanal que solo se conservan en Túnez gracias a estas mujeres" además de que "los objetos son bellos y de factura impecable".
Hela añadió que "estas bereberes trabajan además de en sus hogares, en la agricultura y la ganadería, por lo que la comercialización de su artesanía supone una importante aportación económica para ellas y para toda la región desheredada de Sejnane".
En esta línea, subrayó "los miles de turistas, locales y extranjeros, que visitan cada año la región atraídos por la singularidad que le confieren los numerosos talleres de alfarería al aire libre, sin los cuales, no tendía ningún interés la visita, debido a que no existe infraestructuras".
La asociación AAFCAR nació tras la revolución tunecina para apoyar a las personas que se dedican al artesanado en Túnez y que utilizan técnicas tradicionales con conocimientos ancestrales.
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