El Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem) denunció en un extenso informe la persistencia de la violencia de genero en Latinoamérica y el Caribe, y lamentó la falta de voluntad política y los insuficientes recursos para afrontar el problema.
El informe titulado "Ni una más. El derecho a vivir una vida libre de violencia en Latinoamérica y el Caribe" advierte que "la violencia de género continúa prevaleciendo" en la región, e incluso "en algunos países se ha registrado un aumento".
El reporte de 142 páginas se sirve de informes y las escasas estadísticas sobre esta materia de que se disponen en los países de la región para dibujar un panorama tétrico en el que sigue vigente el machismo cultural a pesar del progreso de la democracia y la adopción de legislación avanzada.
En ese sentido, recuerdan que en la región mueren más mujeres a manos de sus parejas que en las de extraños, y que el maltrato sigue siendo el principal problema de salud pública y de derechos humanos.
Así, señalan que el 61 por ciento de los homicidios de mujeres en Costa Rica se deben a la violencia de género, que en Uruguay muere una mujer cada nueve días a causa de la violencia doméstica o que en Bolivia el 53 por ciento de las mujeres que participaron en un estudio en 2003 aseguraron haber sido maltratadas físicamente en algún momento por su pareja.
Eso, apunta el informe, a pesar de que la mayoría de países de la región dotaron a sus legislaciones de instrumentos para combatir este tipo de delitos después de la convención en este terreno suscrita en la ciudad brasileña de Belem do Pará en 1994 por los miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA).
"Para un país es fácil pasar una ley, y durante una década casi todos las pasaron en esta materia, pero ahora que toca ponerla en práctica, rendir cuentas y atender el problema siguen sin taparse las brechas", dijo a Efe la responsable de Unifem para la región, Marijke Velzeboer-Salcedo.
En su opinión, "lastimosamente" prevalece en amplios sectores sociales una concepción cultural machista que tolera la desigualdad, obstaculiza la implementación de las leyes y delega el problema de la violencia de género a un segundo plano.
El informe asegura, a propósito de esa reflexión, que "la sinergia negativa entre la debilidad institucional y la cultura patriarcal favorece y provoca situaciones de impunidad".
Considera que las sociedades de la región no han podido sustraerse de esa cultura arraigada en los tiempos coloniales, además de "las creencias y las prácticas de amplios sectores de la sociedad, como la policía, los servicios de salud, el sistema judicial y los medios de comunicación".
Eso contrasta con la creciente consciencia social respecto a la gravedad del asunto, valora el informe, como muestra que el 90 por ciento de los consultados por la encuesta Latinobarómetro en 2006 consideran que "la violencia dentro de la familia" es un problema importante o algo importante.
Velzeboer-Salcedo apuntó que el informe es un llamado a la acción para los gobiernos, ante el hecho de que la gran mayoría de los recursos que se invierten en Latinoamérica y el Caribe para combatir la violencia de género provienen de instituciones y organizaciones extranjeras.
Un ejemplo es el de la organización Minga Perú, cuya directora ejecutiva, Eliana Elías, estuvo presente hoy en la sede de la ONU para la presentación del informe y de una campaña internacional por Internet protagonizada por la actriz Nicole Kidman, embajadora de buena voluntad de Unifem.
La campaña con el lema "Di no a la violencia contra la mujer" se lanzó con motivo de la celebración el domingo del Día Mundial para la Erradicación de la Violencia de Género.
Elías explicó que los programas radiales sobre la igualdad de derechos de la mujer que Minga transmite desde hace 9 años en el aislado departamento amazónico de Loreto se financian con donaciones internacionales, como los de la Fundación Ford de Estados Unidos.
La activista aseguró que el mayor reto que afronta su campaña en favor de la integración de la mujer a la vida pública y el respeto de sus derechos en el hogar es el mal entendido orgullo masculino, que todavía se siente vejado socialmente si cede protagonismo a la mujer.
"Los hombres nos acusan de que estamos convirtiendo a las mujeres en respondonas e igualantes", apuntó.
El rechazo a sus programas ha llevado a la destrucción de radios por parte de esposos airados, aunque valoró que la persistente labor de sus programas ha abierto un nuevo horizonte a los más de 90.000 oyentes que, aseguró, lo sintonizan tres veces por semana.
El proyecto encabezado por Elías es uno de los 29 en 35 países del mundo que se repartirá cinco millones de dólares este año de un fondo especializado en violencia de género de Naciones Unidas que gestiona Unifem.
IBLNEWS, AGENCIAS.-