El 19 de junio, cuando un grupo de ciudadanas y ciudadanos le entregó 6 mil firmas de personas que reconocen haber violado la norma que penaliza la interrupción voluntaria del embarazo, el vicepresidente de la República, Rodolfo Nin Novoa, ratificó su postura a favor de la despenalización del aborto y su apoyo a la aprobación del proyecto de ley que la contiene y se está discutiendo en la Comisión de Salud Pública del Senado.
En declaraciones a medios de comunicación, Nin Novoa expresó su convicción de que no haría falta "convencer" al presidente Tabaré Vázquez de que no vete una decisión legislativa en tal sentido, como anunció reiteradamente.
"Respetamos las convicciones del presidente y él respetará las que tienen los demás", dijo el también presidente de la Cámara alta, que se comprometió a entregar las firmas a la mencionada Comisión.
Las firmas en cuestión se juntaron a partir de una iniciativa ciudadana nacida de la indignación ante el procesamiento de una joven de 20 años que se practicó un aborto y fue denunciada por un médico al que consultó por complicaciones derivadas de la intervención insegura y clandestina.
La campaña se concretó a través de un blog colocado en Internet, donde se expresa: "El día 16 de mayo de 2007 una mujer uruguaya fue procesada por ’delito de aborto’. Los y las abajo firmantes hemos infringido la Ley 9763 de 1938 haciéndonos un aborto, financiándolo, acompañando a una mujer a practicárselo, conociendo la identidad de muchas y callándonos. Todas y todos somos la mujer de 20 años procesada. O todas y todos somos delincuentes o esta ley es injusta".
La lista de adhesiones incluye a ministras, legisladoras y legisladores, funcionarias y funcionarios públicos de alto rango, representantes de la academia y de las artes, intelectuales, activistas, periodistas y ciudadanía en general.
La recolección de firmas continúa en el blog www.despenalizar.blogspot.com, pero diversos colectivos también han asumido procurarlas mediante el tradicional método de planillas distribuidas en distintos puntos de Montevideo.
CIMAC