Ser mujer en Irán sigue siendo difícil –si bien menos que en otros países de la región, como Arabia Saudí–. Así lo volvió a confirmar ayer una de las últimas resoluciones del Parlamento de Teherán, controlado por los inmovilistas, que tomó una posición claramente contraria a un proyecto de ley presentado por el presidente reformista Mohamed Jatami (en la foto, a la derecha) para promover la igualdad entre hombres y mujeres. El texto comprometía a las autoridades a proteger los derechos de las mujeres en todos los ámbitos: social, económico y legislativo. Sin embargo, un órgano regulador de signo conservador que está por encima del Parlamento decretó que esa ley sería contraria a la charia, la ley islámica.
Paralelamente, una comisión parlamentaria de cultura hacía públicas sus reflexiones acerca de la forma de vestir de los ciudadanos iraníes. Según los comisionados, debe establecerse una “vestimenta típicamente nacional e islámicamente correcta para poder combatir los efectos corruptores de las modas”. Se trata de una iniciativa que quiere ralentizar los tímidos pasos aperturistas de Jatami, y que se une a los centenares de detenciones de mujeres que se han sucedido en los últimos meses. Todas ellas fueron arrestadas y multadas por ir mal vestidas –según los cánones islámicos– o por considerar que iban demasiado maquilladas.
Fuente: AFP-La Vanguardia