La presión de las mujeres socialistas para eliminar el lenguaje sexista del Estatuto de Andalucía ha dado fruto casi en el límite de las posibilidades permitidas por el Reglamento de las Cortes. El presidente del Congreso, Manuel Marín, propondrá hoy a la Cámara, cuando vaya a votarse en el pleno el Estatuto de Andalucía, que acepte una propuesta de modificación firmada por todos los grupos parlamentarios, al amparo del artículo 118.3 del reglamento, para subsanar "errores, incorrecciones técnicas, gramaticales y terminológicas". Así se conseguirá que el texto que vaya al Senado incluya una cincuentena de cambios en relación con el texto aprobado en la Comisión Constitucional del Congreso. La mayoría de las modificaciones será para añadir "andaluzas" donde dice "andaluces".
El Senado planea discutir y votar el Estatuto en todos sus trámites pero sin cambiar una coma, porque las modificaciones entrañarían la vuelta del texto al Congreso para someterlos a votación, y no se llegaría a tiempo para celebrar el referéndum previsto para febrero de 2007. Cualquier planteamiento para alterar la fecha del referéndum suscita rechazo en Andalucía por lo que no hay discusión respecto a que todo debe quedar definitivamente pactado, y plasmado en el texto estatutario, en el Congreso.
Los senadores avalarán la redacción aprobada en el Congreso, incluidas estas últimas modificaciones. Además de añadir "andaluzas" en 40 ocasiones, será incluido el término "funcionaria" y "ciudadanas".
Ejemplo a seguir
La reiteración del femenino se mitiga en parte porque donde ha sido posible se ha sustituido "andaluces" por "pueblo andaluz" o por "ciudadanía andaluza". Las mujeres del PSOE trabajarán ahora para que este Estatuto condicione a los que están pendientes de tramitación y sea eliminado en ellos el lenguaje sexista. El catalán sólo lo ha hecho parcialmente, y en el valenciano ha sido suprimido en el preámbulo. Las prisas y la intensificación de la presión para eliminar el lenguaje sexista del Estatuto andaluz se produjo en Madrid y mucho menos en Andalucía. Quizá porque en todo ese proceso las mujeres socialistas estuvieron ausentes de la toma de decisiones. La responsable de Igualdad en la ejecutiva federal, Maribel Montaño, reconoce que en Andalucía toda la atención estuvo centrada en la negociación con el PP y con el PA y que la batalla por el lenguaje no se dio en toda regla hasta llegar al Congreso.
Para Montaño, este cambio redondea un Estatuto que tiene un "potente contenido en políticas de igualdad". Ella misma ha impulsado esta tarea junto a la presidenta del Parlamento andaluz, María del Mar Moreno, y las dirigentes andaluzas Antonia Moro, Elia Maldonado y Micaela Navarro. La implicación del presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, ha sido determinante, junto a la complicidad del portavoz parlamentario del PSOE, Diego López Garrido, frente a quienes veían gran complicación en efectuar estos cambios sólo "por palabras". También "son sólo palabras realidad nacional", les recordaba Maribel Montaño al constatar que el pacto con el PP estuvo a punto de quebrarse por la inclusión de esas dos palabras.
Un informe elaborado por la Real Academia Española a raíz de una consulta realizada por el Parlamento andaluz el pasado febrero advirtió de que los desdoblamientos lingüísticos de género en los textos normativos "son innecesarios, inadecuados y generadores de un lenguaje artificioso (...)". La Academia agregó que esos desdoblamientos tienen su origen en el desconocimiento de lo que gramaticalmente se define como "uso genérico del masculino gramatical", según Efe.
Fuente: El País