A Shaima Rezayee, una presentadora de televisión de 24 años, la mataron el pasado miércoles de un tiro en la cabeza. Sus parientes, sus amigos y hasta los miembros de la asociación Peace Reporter aseguran en murmullos que su asesinato está intimamente relacionado con las críticas que varios líderes religiosos habían hecho a la joven.
Shaima vestía pantalones vaqueros y camisetas. Reía en su programa de televisión, charlaba con otros dos presentadores y presentaba vídeos musicales de Madonna, Jennifer López o Back Street Boys.
"Un cirujano italiano que trabaja en Kabul, Marco Garatti, nos llamó para decirnos que el cadáver de Shaima Rezayee fue llevado este miércoles al hospital de la ONG italiana Emergency", explica Enrico Piovesana, miembro de la red de informaciones italiana Peacereporter.net.. "No sabemos quién la mató, pero sabemos que era muy admirada y muy odiada".
Tolo TV, una de las cadenas privadas inauguradas tras la caída del régimen de los talibanes a finales del año 2001, pertenece al hombre de negocios Saad Mohseni y es financiada en parte por Estados Unidos
El programa Hop, del canal privado Tolo TV (uno de los seis privados que operan en diversas ciudades de Afganistán), comenzó a emitirse cada noche desde el pasado noviembre y sólo en Kabul. En pocas semanas los tres presentadores se convirtieron en verdaderos ídolos para los jóvenes de Kabul.
Uno de los tres presentadores de Hop, Shabek Isaar, de 22 años, recibió amenazas de muerte de Al Qaeda. Y él no se amilanó: "Los talibanes y Al Qaeda han dicho que me asesinarán, pero no me importa. Éste es el nuevo Afganistán y ellos no son parte de él".
El presidente de la Corte Suprema local, Fazl Hadi Shinwari, acusó al programa de corromper a la juventud y erosionar las bases del islam. Pero de todos los presentadores, la que más enfurecía a los líderes religiosos era la mujer, Shaima. "Állá adonde voy", declaró hace varios meses Shaima Rezayee, "la gente me insulta. Pero son muchos más los que me animan. Especialmente mi familia y muchos jóvenes de este país".
Tantas fueron las presiones que Tolo TV recibió sobre la actitud de Shaima que optó por despedirla hace dos meses. Pero ella siguió paseándose por Kabul con sus pantalones vaqueros, su camiseta y, si acaso, un pañuelo en la cabeza.
Reporteros sin Fronteras reitera su petición al presidente Hamid Karzai para que finalmente se adopten medidas concretas en favor de la libertad de expresión, y para que se ponga en marcha una investigación seria e independiente, con el fin de detener y castigar a los autores del crimen.
Subraya Francisco Peregil en El País que Shaimaes la primera periodista que muere en Afganistán desde el final de la guerra, en 2001. Pero la televisión sigue bajo el punto de mira de los líderes religiosos. Tanto es así, que en noviembre de 2004, según recuerda Reporteros sin Fronteras, el Consejo de Ministros presidido por Hamid Karzai amenazó con retirar la licencia a Tolo TV a causa de sus programas, considerados "islámicamente incorrectos".
Hace más de tres años que los talibanes fueron desterrados del poder en Afganistán. Pero la situación en las calles dista mucho de ser pacífica.
En términos relativos, se dan más bajas de estadounidenses en Afganistán que en Irak. Estados Unidos cuenta con 16.700 soldados en Afganistán y 135.000 en Irak. Desde comienzos de marzo, 27 soldados estadounidenses han muerto en Afganistán, según cifras del Pentágono; eso supone una media de 1,6 por cada 1.000 efectivos militares. Durante el mismo periodo, 124 soldados han muerto en Irak, a un promedio de 0,9 por cada 1.000, según recuerda Associated Press.
Aunque la constitución afgana otorga los mismos derechos a los hombres y a las mujeres, hay costumbres que no se cambian de la noche al día. En una reciente manifestación de apoyo a la cooperante italiana Clementina Cantoni, secuestrada en Kabul, todas las afganas que protestaban contra ella iban vestidas con burka.
Los viejos códigos morales de los talibanes aún perduran en grandes zonas del país. En abril del año pasado, la provincia de Nangahar, en el sureste de Afganistán, prohibió la actuación de mujeres en programas musicales de televisión.
Y, sin embargo, hay partes de la sociedad que no quieren dejarse amedrentar por los talibanes. El pasado enero, por ejemplo, se inauguró la emisora La Voz de la Mujer, con la intención de ayudar a las mujeres a luchar contra la violencia y la discriminación que todavía enfrentan en muchos lugares del país. Al mando de ella se encuentra Jamileh Mujahed, que fue la primera presentadora afgana en anunciar por televisión la caída de los talibanes en 2001.