Por Montserra Boix. Mujeres en Red
Lejos quedan aquellos tiempos en los que, en los primeros momentos de la legislatura, Jesús Caldera nos daba la buena nueva de que sería una mujer que conoce bien lo que significa la lucha por los derechos de igualdad de oportunidades, Soledad Murillo, quien asumiría la Secretaría de Igualdad.
Pocas buenas notícias hemos recibido del Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales desde entonces.
Costó que Murillo tuviera lo mínimo imprescindible, incluido espacio y lugar para su despacho. Teníamos que visitarla mientras vivía "de prestado" en la sede del Instituto de la Mujer, por cierto, situado por el PP allá en los confines de la capital hasta que "por fín" le hicieron un hueco -literal- en la sede del ministerio.
Bueno, lo más importante no es tener "un buen despacho" pensamos entonces quienes seguíamos de cerca el proceso. Lo importante son las políticas, y según las directrices del Presidente Zapatero y dada la capacidad de la Secretaria de Estado de Igualdad parecía que por fín podíamos sentirnos justamente representadas en este nuevo gobierno que se había conformado a pesar de las notables ausencias que desde el movimiento feminista lamentamos.
Pero fue pasando el tiempo y pudimos constatar la precariedad en la que se veía obligada a trabajar la Secretaria de Igualdad. Los presupuestos generales del Estado que estos días se están debatiendo en el Congreso de Diputados -por cierto de dominio público para quien le asalte la duda- son la muestra definitiva incluso en aquellos aspectos que pueden considerarse como "proyectos estrella" del gobierno de ZP como la Ley Integral contra la Violencia de Género. El Ministro Caldera ha dejado sin dinero el Plan de Sensibilización contra los Malos Tratos y del Observatorio Estatal contra la Violencia de Género.
La cuestión es todavía más grave si cabe, teniendo en cuenta que estos presupuestos pueden ser facilmente el listón más alto al que se pueda aspirar en esta legislatura.
Por otro lado, la esperada "Ley de Igualdad" que debía pasar por el Congreso de Diputados antes de final de año, sufre de momento un retraso de más de medio año y se maneja actualmente la fecha de mediados de abril del 2006 para que vea la luz.
El prespuesto general de la Secretaría de Igualdad para este próximo año es irrisorio y desde luego, incompatible con la declarada intención de hacer de la lucha por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres una de las banderas de la legislatura ZP.
Ningunear esta Secretaría de Estado significa menospreciar muchos años de trabajo de las organizaciones de mujeres y del movimiento feminista en la lucha para que los derechos de las mujeres se conviertan por fín en un derecho fundamental que el propio estado y el gobierno salvaguarde.
En estos momentos se está estudiando realizar enmiendas parlamentarias o destinar "créditos extraordinarios" por parte de Hacienda para "corregir el error" pero lo cierto es que los derechos de las mujeres y las políticas de igualdad no pueden ser moneda de cambio al final de una negociación y deben tener el espacio que años de lucha por la defensa de los Derechos Humanos -también los derechos a igualdad de oportunidades lo son- requiere.
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