Es evidente que el activismo social está cambiando. Está cambiando en formas, en contenidos y en objetivos. Se puede analizar a partir del movimiento 15M y sus diferentes desarrollos.
Se puede a partir de la intervención de Ada Colau, representante de Stop Desahucios, en el Congreso de los Diputados y sus diferentes valoraciones y repercusiones en los medios de comunicación. Se pueden intuir muchas posibilidades de la combinación entre activismo, movilización, nuevas tecnologías y redes sociales, haciendo un pequeño seguimiento de los últimos acontecimientos sociales o mirando los temas que buscan apoyo en las diferentes plataformas de activismo ’online’ que proliferan cada vez más.
Algunas de estas campañas se convierten en auténticos fenómenos de comunicación a nivel mundial, provocando efectos que, hasta día de hoy, sólo estaban al alcance de las campañas publicitarias de las grandes multinacionales. Me gusta este pensar que esto demuestra que la voluntad de las personas puede llegar a tener, aunque sea por un instante, tanto poder como el dinero.
Es lo que ha pasado con la campaña promovida por el movimiento mundial V-Day, contra la violencia hacia las mujeres que, en su 15 aniversario, ha recibido el impulso de la creatividad y la iniciativa de la escritora Eve Ensler, una de las fundadoras de este movimiento y autora de ’Los diálogos de la vagina’.
El resultado es la campaña One billion Rising, una acción reivindicativa que apela a la voluntad de mujeres y hombres para acabar con la violencia contra las mujeres, una la lacra mundial que afecta a millones de mujeres en todo el mundo. El vídeo que ha impulsado la difusión de la campaña es éste:
La propuesta es conseguir que hoy, 14 de febrero, mil millones de personas, mujeres y hombres, bailen contra la violencia de género en todo el mundo. La respuesta ha sido increíble. Hoy, habrá actos de apoyo a esta campaña promovidos por miles de organizaciones en más de 160 países. En España están previstos actos relacionados con esta iniciativa en más de 25 ciudades y los apoyos en la Red y a través de redes sociales, seguro han superado incluso las mejores expectativas de las organizadoras.
Porque mil millones de mujeres abusadas, violadas o mutiladas en el mundo son una tragedia, pero mil millones bailando contra la violencia, son una revolución. No puedo estar más de acuerdo. La coincidencia, además con el día que hemos elegido socialmente para conmemorar el amor romántico, me parece un acierto.
Dedicar precisamente este día a poner en valor que la violencia tiene que erradicarse definitivamente de las relaciones entre mujeres y hombres es sin duda una buena causa que ha conseguido mover ya la emoción de muchas personas en todo el mundo. Porque probablemente somos más de mil millones quienes queremos que las diferentes formas de violencia contra las mujeres dejen de existir, pero hay que mostrarlo y hoy es un día estupendo para sumarse a esta buena causa.
Así que lo tengo claro y le he dicho a mi chico que, si me quiere, hoy no me regale flores, que se venga a bailar conmigo al son de una banda sonora a la que es difícil resistirse. Incluso para los y las que dicen que no saben bailar está todo previsto y aquí tienen la coreografía.
(Vídeo de la versión española de la campaña One Billion rising)
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