Lo que faltaba: ahora resulta que la niña de Rajoy se llama Victoria. La verdad es que se trata de un nombre sospechoso en las españas, y más para algunas generaciones de después de la guerra incivil. Pero no, no es mi caso, aunque mis padres eran de derechas -¡faltaría plus! - el nombre me venía de mi bisabuela, Victoria Arano Gallastegui, que se llamaba así por haber nacido un 23 de diciembre, según costumbres del norte. Y ahora va Rajoy y decide bautizar así a su nena. ¿No iba a ser Esperancita? Yo creo que le va mucho más porque la esperanza es lo último que se pierde, como le pasó a Pandora, y van a necesitar mucha esperanza, que viene de esperar. A ver si de ésta aprenden a esperar un poco sin que les dé un sarampión virulento que nos han querido contagiar al resto.
Propongo crear un cantón independiente para que si pierde el PP puedan jugar a las casitas del gobierno, con Vicky de ciudadana, Rajoy de papá presidente, Acebes de ministro plenipotenciario ante la santa sede (¿por qué le llamarán santa?), Zaplana de urbanismo total y Aguirre de presidenta del parlamento y partido único del cantón independiente.
Si ganan, prometo solemnemente cambiarme de nombre, aunque sólo sea por la chufla. Lo malo es que el segundo, Leonor, iba a sonar a peloteo monárquico, pero lo aceptaría en recuerdo de Leonor de Aquitania. Ojalá que pueda seguir con el nombre de siempre: ya me estaba acostumbrando.
CASANDRA
También pedimos desde aquí que se envíen cofias, delantales y faldas al juez (...)
Gracias a la vice-presidenta Teresa Fdez. de la Vega por estos años de lucha (...)
Desde el Observatorio e-igualdad queremos contribuir a impulsar la (...)
Las políticas de género en Comisiones Obreras a través de la revista (...)
Dice Antonio Burgos en su “Recuadro” de ABC que Leire Pajín tiene cara de peli (...)
Así contado parece simplemente una nueva noticia sobre una casa okupada (...)
A pesar de que en un principio Mujeres en Red se había sumado a la (...)