por Bonnie Rodríguez
La intervención de las fuerzas policiales a diferentes clínicas privadas donde se realizaban interrupciones voluntarias del embarazo, así como las constantes investigaciones a mujeres que abortaron en 2007, ha causado gran alarma en la población española y en los grupos feministas, no sólo en el Estado Español sino a nivel internacional. Por esta razón, la plataforma de jóvenes feministas de Espacio Alternativo celebró una jornada para analizar la situación actual.
La presentación estuvo a cargo de Judith Carreras, representante de Espacio Alternativo; Sofía Rottin, representante del Movimiento Feminista de Jóvenes por el Sí de Portugal, la italiana Alexandra, del Grupo Feminista de Nápoles De Guenery; y Justa Montero, por parte de la Asamblea Feminista de Madrid.
Desde el Movimiento Espacio Alternativo se lucha por la interrupción voluntaria del embarazo libre y gratuito a través de la sanidad pública. Judith Carreras señaló que el ataque a los derechos sexuales y reproductivos “es una oleada que viene, se va y vuelve nuevamente desde el año 85”, y la base ideológica de esta persecución proviene de partidos políticos conservadores.
Así mismo, indicó Carreras que el tema del aborto en esta campaña es “el eslabón débil” que utilizan para defender los valores de la familia tradicional, argumento que sustentan para no respetar los derechos sexuales y reproductivos, entre los que se encuentra el aborto.
Los ataques a la libertad de decidir de las mujeres sobre su cuerpo no sólo están sucediendo en España, sino que está siendo perseguido en Europa, Sudamérica y Centroamérica, debido a que el Vaticano, a través del Consejo para la Familia, quiere presentar una moratoria contra el aborto ante las Naciones Unidas.
Alexandra, representante del Grupo Feminista de Nápoles de Generi, aseguró que en Italia actualmente existe una ley “bastante buena”, aprobada en 1978, que reconoce el derecho a decidir de las mujeres. Sin embargo, los conservadores están ahora cuestionando la norma e intentando poner límites al derecho al aborto.
“Existe una fuerte presión que intenta una regresión en los derechos adquiridos de las mujeres, pero al mismo tiempo se está viviendo una revitalización de los grupos feministas. Esto quiere decir que los derechos conseguidos, hay que defenderlos siempre desde la militancia, porque hay un riesgo de retroceso”, declaró.
La representante de “De Gueneri”, explicó que en Italia la ofensiva de los grupos más conservadores se está realizando desde diferentes frentes. Proponen la negación del derecho a la reproducción asistida a las mujeres solteras y a las parejas lesbianas, que evidencia un claro ataque al derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo, y una agresión a los derechos civiles, porque no se ha conseguido ninguna legislación sobre las parejas homosexuales y las parejas no casadas.
Otro de los ataques que ha tenido la Ley del aborto en Italia, que permite la interrupción voluntaria del embarazo de 90 días, es la intromisión en los consultorios y asociaciones sociales para incitar a desistir de su decisión a abortar a las mujeres que tienen problemas económicos, aludiendo al sentimiento de culpa “y criminalizando a los organismos públicos y privados que están involucrados en la realización del aborto voluntario”.
Por otro lado, se está apelando a la objeción de conciencia del personal médico, pero esta opción “no elimina el derecho de las mujeres a decidir, aunque la objeción médica siempre ha sido utilizada contra la práctica de la Ley del aborto del 78”, apuntó Alexandra.
Portugal
Sofía Rottu, representante del grupo feminista de “Jóvenes por el Sí” manifestó que “la lucha por el aborto es muy antigua en Portugal, y que ha sido siempre la piedra en el camino de los movimientos feministas”.
El aborto estuvo prohibido en este país hasta el año 1984, cuando pasa a ser legal sólo en caso de violación. No se amplió el derecho hasta el referéndum celebrado el 11 de febrero del 2007, cuando el 59% de la población portuguesa dijo “Sí”, y se añadió un nuevo punto a la ley que permite decidir libremente a las mujeres en las primeras 10 semanas de embarazo.
“Este punto es fundamental para que las mujeres puedan abortar en Portugal por elección propia, de forma gratuita en el sistema público de salud dentro de las 10 primeras semanas, teniendo en cuenta que el 85 por ciento de las mujeres portuguesas interrumpe de forma voluntaria su embarazo antes de las 9 semanas”, señaló la representante del Movimiento feminista de Jóvenes por el Sí.
Durante todos estos años las mujeres que querían abortar en Portugal, pero que no cumplían con los criterios que marcaba la Ley, se sometían a abortos en condiciones peligrosas para su salud porque se realizaban de forma ilegal, o en caso de tener dinero recurrían a las clínicas privadas españolas.
“Era una situación insostenible porque la ley criminalizaba a todas las personas que estaban involucradas o que colaboraban en la realización del aborto ilegal, por este motivo, la victoria del sí en el referéndum del año pasado fue un logro dentro de la conquista de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, como derechos humanos fundamentales”, aseveró.
Justa Montero “El aborto en España tiene que estar fuera del código penal”
Justa Montero, representante de la Asamblea Feminista de Madrid, pidió que el aborto salga del código penal, pues a su juicio, sólo debería estar penado “por unas malas condiciones laborales en el trabajo y cuando se realiza en contra de la voluntad de la mujer”.
Durante mucho tiempo las clínicas privadas han estado amortizando la demanda de las mujeres que quieren interrumpir su embarazo. “El aborto es una cuestión de derecho y por lo tanto tiene que estar en la red sanitaria pública y de forma gratuita, pero no hay voluntad política por legalizar la interrupción voluntaria del embarazo”.
La Ley del Aborto en España está despenalizada en tres casos: para evitar un riesgo en la salud tanto psíquica y física en la embarazada hasta los 12 primeras semanas de gestación, cuando el embarazo es causado por un delito de violación y cuando se presume que el feto nacerá con problemas físicos o psíquicos, siempre que el aborto se practique dentro de las 22 primeras semanas de gestación.
“Las acciones realizadas por parte de la policía en las clínicas, donde se han llevado a cabo las interrupciones voluntarias, y las agresiones a la intimidad de las mujeres involucradas, son ofensivas y estrategias que están muy bien organizadas, por la forma como han sucedido los hechos en los últimos meses”, denunció Montero.
“Son ofensivas con repercusión internacional, aunque cada país tiene un contexto diferente y tienen diferentes actores pero que igualmente intentan penetrar en la política, para modificar leyes e introducirse en la conciencia social creando ‘un imaginario’, con la extrema dramatización del aborto, que se inició en Cataluña”, concluyó.
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