Grupos de hombres jóvenes y adolescentes persiguen y agreden a mujeres en las calles de El Cairo
RICARD GONZÁLEZ
El final del Ramadán, una fiesta conocida como Aid el Fitr, es una fecha proclive al desenfreno, pues pone fin a un duro mes de ayuno en el que para los musulmanes está prohibido comer y beber durante las horas del día. En El Cairo, centenares de jóvenes, muchos de ellos adolescentes, aprovechan la ocasión para cometer agresiones sexuales en plena calle. Algunos de ellos actúan en manada, lo que dificulta que las víctimas y sus acompañantes puedan defenderse.
Si bien el problema no es nuevo, durante los últimos años se ha convertido en una verdadera epidemia. El sentimiento de impunidad de los agresores es tal, que las zonas de mayor riesgo son especialmente concurridas, como el centro de la ciudad, en los alrededores de la mítica Plaza Tahrir, los cines, o parques públicos.
Después de ignorar la lacra del acoso sexual durante mucho tiempo, la sociedad egipcia está empezando a tomar conciencia de la gravedad del problema. Según el periódico Masry al ium, la policía ha efectuado durante las últimas horas la detención de 32 jóvenes por haber ultrajado a mujeres, mientras se multiplican las llamadas por parte de diversos sectores de la sociedad a endurecer las penas por este tipo de delitos.
Durante los últimos meses, la sociedad civil ha lanzado diversas iniciativas para concienciar a la población e intentar reducir la dimensión del problema. Entre las acciones más imaginativas, figura la creación de una página web que incluye un mapa que indica qué zonas de la ciudad son las más peligrosas, el llamado harassmap. Además, se ha creado un grupo, el Imprint Movement, que durante los últimos tres días ha desplegado grupos de voluntarios en estaciones de metro y parques con la finalidad de disuadir a los agresores.