Por Ricardo Gómez Moreno / Zacatecas (CIMAC).- La violencia contra las mujeres es en México un laberinto brutal y espeluznante, porque el fenómeno de feminicidio que comenzó en Ciudad Juárez se han extendido a Sinaloa, Guanajuato, una parte de Hidalgo y la Ciudad de México, deploró Marta Torres Falcón, investigadora de El Colegio de México que desde hace 15 años estudia ese fenómeno social.
"Son cada vez más los lugares donde la vida de las mujeres puede volverse un bien tan frágil que cualquiera puede disponer de ella impunemente", advirtió.
El feminicidio es una forma brutal, contundente y espeluznante de la violencia de género, pero hay otras vertientes de violencia, y éstas constituyen una preocupación relativamente reciente en la vida cotidiana. Hay violencia contra las mujeres en los ámbitos laborales, en los espacios educativos, en los transportes públicos, en la calle y, por supuesto, en la propia casa.
La investigadora, quien presentó anoche su libro “Al cerrar la puerta. Amistad, amor y violencia en la familia” en el Salón de Recepciones del Palacio de Gobierno, dijo que comenzó a escribir esa obra con la idea de, primero, nombrar a las cosas por su nombre: llamar violencia a la violencia; llamarle violencia de pareja a la que perpetra el marido, el novio o el ex novio, el compañero.
Originalmente -en el título del libro, detalló- no se usaba la palabra violencia. Era amistad, amor y odio en la familia, pero fue por sugerencia de la editorial; se dijo que no necesariamente se violenta por odio. "Con esto caemos en la falsa concepción de que la violencia es por odio, y no necesariamente es así. Muchas veces son muy difusos los límites entre el amor y la violencia y, por lo regular, quienes viven una relación de violencia experimentan ambas cosas.
"Por eso es tan conflictiva; porque la violencia del extraño, del asaltante de la calle, no tiene mayor problema: es violencia y punto. Pero es diferente cuando la violencia es del marido, del compañero, del novio. ¿Cómo, si es una persona a la que yo quiero y con la que tengo hijos, con la que duermo todas las noches, que está en mi casa, en mi cama y al mismo tiempo es violento, y es muy amoroso? Esa es la cuestión, planteó.
"Entonces, este libro tiene la idea de visibilizar el fenómeno de la violencia como algo real, como algo que existe y con altos índices de prevalencia", señaló.
Al referirse a Zacatecas, mencionó que hay un gran índice de violencia en la familia. "Es un problema social y hay que atenderlo".
La idea del libro, prosiguió, es señalar la violencia. Hay que visibilizarla, llamar a las cosas por su nombre; señalarla como problema social; incitar a la construcción de relaciones más equitativas entre hombres y mujeres, entre padres e hijos, entre madres e hijos, entre padres e hijas, entre personas adultas y personas adultas mayores, etcétera.
El libro de Marta Torres pretende fomentar la construcción de relaciones más igualitarias en la familia, en la comunidad y en todos los espacios.
Además, afirma, es un libro escrito de manera muy coloquial, con lenguaje llano, para que sea accesible a cualquier persona, sin necesidad de que tenga conocimientos especializados; está planteado para que pueda ser inteligible para cualquiera que esté interesado en el tema.