14 y 15 de septiembre 2011
Desde mediados de los años setenta del siglo pasado, en los países desarrollados, se ha incrementado la incorporación femenina en el mercado laboral. Este ingreso, si bien ha contribuido a una mayor socialización y autonomía de las mujeres, no ha supuesto el avance necesario para consolidar la igualdad de géneros pues, tal y como indican los datos, la tendencia de integración segregada repercute en las mujeres con discriminación salarial, carga doble de trabajo, un índice mayor de contratación a tiempo parcial, no acceso a puestos de responsabilidad, etc.
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