Un grupo de actrices se apostó ayer a la entrada del Congreso en Madrid para entregar rosas blancas a los diputados en señal de apoyo a la apertura de un diálogo del Gobierno con ETA. El presidente del Gobierno fue abordado por Berta Ojea, quien entregó la flor con el comentario de que era «una rosa por la paz». José Luis Rodríguez Zapatero agradeció con dos besos el regalo y dejó la flor en su vehículo oficial.
Las actrices, entre ellas Asunción Balaguer y María José Alfonso, entregaron rosas a numerosos diputados, entre ellos el vicepresidente Pedro Solbes, el ministro de Industria, José Montilla; el portavoz socialista, Diego López Garrido, Ramón Jáuregui, quien agradeció «la ayuda», los portavoces de CiU, ERC e IU, Josep Antoni Durán Lleida, Joan Puigcercós y Gaspar Llamazares, así como la parlamentaria de Eusko Alkartasuna, Begoña Lasagabaster.
Algunos diputados del PP también recibieron flores, entre ellos su portavoz, Eduardo Zaplana, aunque otros, como Ignacio Astarloa, ignoraron el presente. El popular Vicente Martínez-Pujalte preguntó si las rosas también se repartían en memoria de las víctimas, y al recibir la respuesta de que en nombre de todos cogió una, que dejó abandonada en una ventana del Congreso.
El hemiciclo ofreció después la inusual imagen de numerosos escaños adornados por rosas blancas, sin que el presidente, Manuel Marín, dijera nada en esta ocasión.
Las actrices informaron que realizarán actos similares todos los 24 de cada mes para conmemorar la entrada en vigor del alto el fuego de ETA ese mismo día de marzo. El acto tuvo menos repercusión de la buscada por sus promotoras por la ausencia de las caras más conocidas, como Aitana Sánchez-Gijón, Ariadna Gil, Pilar Bardem o Charo López, quienes después de anunciar su presencia no estuvieron ante el Congreso por problemas de agenda.
En la concentración, Asunción Balaguer recitó ante los medios de comunicación el poema de José Martí Rosa blanca y declaró que la postura del PP «no es la más correcta» ya que en estos momentos hay que «unirse para ser más fuertes» y dejar de lado el «rencor que no conduce a nada». En alusión a las víctimas del terrorismo, la actriz declaró que no «podemos olvidar» pero que tenemos que hacer «lo posible»" para que la violencia «no continúe».
Contramanifestantes
Minutos antes del comienzo de la concentración la Policía dispersó a una decena de personas contrarias a la iniciativa de las actrices que se situaron en el lugar donde iba a realizarse el acto. Los contramanifestantes se trasladaron a la acera de enfrente y repartieron panfletos exigiendo la reapertura de la comisión de investigación del 11-M.
La diputada del PNV Margarita Uria lamentó la actitud «abiertamente hostil» de los representantes del PP que rehusaron recoger las rosas. En declaraciones a Europa Press, Uria señaló que le resulta «muy duro pensar que los diputados que han rechazado la flor, una iniciativa tan simpática, estén en contra de un proceso de paz». «Todos los grupos de la Cámara hemos aceptado de muy buen grado las flores y las hemos colocado en los escaños, menos los del PP. No veo qué pueden tener ellos en contra del proceso. Una cosa es la postura política y otra la hostilidad manifestada ante el Congreso y el rechazo absoluto a que les entreguen una flor», señaló.
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