mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm ~laCuerda~ Año 1, No. 9 Guatemala, enero/febrero de 1999 mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm Contenido ~~~~~~~~~ EDITORIAL · Nuestros retos de participación política ciudadana INTRODUCCIÓN · La soledad como recreo (Anamaría Cofiño K.) ARTÍCULO CENTRAL · El ocio... Algo para conquistar sin tregua (María Eugenia Solís García) ESTA BOCA ES MÍA · Ese placer... (Laura E. Asturias) GLOSARIO · Descanso / Descansada/o / Descansar / Disfrutar / Diversión / Distracción / Entretenimiento / Entretenida/o / Ocio / Ociosa/o / Ociosidad / Juego / Lúdico/a / Risa / Risotada / Sonreírse (María Eugenia Solís García) ENTREVISTA · Ixcán, un escape de lo cotidiano (Katia Orantes) VISIÓN INDÍGENA · Jun ixoq che jun ixoq chik: De mujer a mujer (Saq Ch'umil) SÍNTESIS INFORMATIVA · Mujeres en el arte · Condena por acoso sexual COLUMNA INVITADA · Juegos infantiles tradicionales y populares: Una reproducción del sistema machista y patriarcal (Ofelia Columba Déleon Meléndez) HISTORIAS COTIDIANAS · Cuántas cosas creías olvidadas (Katia Orantes) · En el banco (Mirna Oliva) · Sobre parrandas, francachelas y otras juergas (Sara M. Juan) · Sueños de mujeres HABLAN JÓVENES · Divertirme... ése es mi rollo (Tami Bauer Asturias) HABLAN ELLOS · Sufrir me tocó a mí en esta vida (Edgar Ruano Najarro) VIOLENCIA Y DERECHOS HUMANOS · ¡Ah, la gran púchica! (Carlos Andrade) ÁREA VERDE · Teología eco-feminista (Giovanna Mérola) A QUIEN CORRESPONDA · Que no se enteren los hombres (Flor de María Suárez) · Nomenclaturas (Rosa Montero) INTERNACIONALES · Desafío de la permanencia ESPACIO CULTURAL · Tona (Rosina Cazali) LIBROS LIBRES · Con Yolanda Colom (Concha Deras) TRANSGRESORAS · Grasa y gasolina no la arredran (Anamaría Cofiño K.) COYUNTURAS · Útiles gratuitos y atol con el dedo (Katia Orantes) POBLACIÓN, DESARROLLO Y MUJERES · Cairo+5 ESPACIOS DE ACCIÓN · Sobre población y salud reproductiva · Con la esperanza de buscar justicia · Cairo+5: Balance regional de las ONGs de América Latina y el Caribe hispano LA CORREA · Mujeres verdaderas (Ingrid Jeanette del Pinal Estrada) HONOR A GRACIELA QUAN ~laCUERDA~ EN RADIO mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm Editorial-- NUESTROS RETOS DE PARTICIPACIÓN POLÍTICA CIUDADANA Mucho nos quejamos de esta Guatemala nuestra y del mundo actual. Criticamos, denunciamos y protestamos en nuestra vida cotidiana, en nuestros espacios personales, institucionales y políticos. Si bien esta actitud se explica por el sinnúmero de problemas crónicos, cíclicos y aparentemente sin solución, no por ello se justifica. Nadie podrá ayudarnos. Así como nuestros problemas personales son nuestra responsabilidad individual, los problemas sociales y políticos son nuestra responsabilidad colectiva y política. Este año se presenta como crucial para la participación ciudadana. Arranca con la controversia en torno a la consulta popular de las reformas constitucionales aprobadas por el Congreso el año pasado, y culminará con elecciones generales. Lo que resulte de estos procesos políticos incidirá de manera decisiva en el curso de los acontecimientos durante los próximos años. Adicionalmente, en los próximos meses (antes de irse de lleno a la campaña electoral), el Congreso de la República debiera debatir legislación crucial para la ciudadanía, como lo son las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, a la Ley de Consejos de Desarrollo, el Código Municipal y la Reforma Educativa, entre otras. Cabe preguntarse si estas leyes y los procesos políticos y de participación ciudadana que regulan son de interés para las mujeres como tales y como ciudadanas. ¿Qué tanto tiene que ver con nuestras vidas la Ley Electoral y de Partidos Políticos? ¿Nos incumbe y nos afectan las decisiones de gobierno y quiénes y cómo se toman estas decisiones? ¿Qué peso político tenemos las mujeres en la Guatemala de hoy? ¿Queremos aumentar nuestra participación e incidencia en la toma de decisiones políticas? ¿Con qué demandas prioritarias y estratégicas participamos en el debate político y en la toma de decisiones sobre la cosa pública? Como sociedad civil y como mujeres, prácticamente no hemos participado en la discusión de estas cuestiones, dejando en manos de los políticos y de los funcionarios electos la toma de decisiones, lo que en la situación actual equivale a delegar en el gato el cuidado de los ratones. Cae de su peso que las respuestas al tipo de interrogantes planteadas deben construirse colectivamente. También debemos interrogarnos de manera similar en torno a los demás asuntos públicos que estarán sobre el tapete este año. ¿Hemos iniciado los procesos de discusión y análisis necesarios para hacerlo? ¿Cómo unificar a las mujeres en torno a demandas y propuestas comunes? ¿Quiénes son nuestros aliados en este proceso y cómo podemos construir la fuerza conjunta necesaria para avanzar en la conquista y el ejercicio de la plena participación ciudadana, tanto la nuestra como la de los demás? En los últimos años las mujeres venimos ganando espacios considerables. Hemos creado nuestras propias organizaciones y hemos avanzado en introducir enfoque de género en los análisis y en muchas actividades, especialmente en el ámbito del trabajo que realizan las organizaciones de la sociedad civil en el desarrollo y en la lucha por el respeto a los derechos humanos. Pero no hemos construido nuestra agenda política, como mujeres y como ciudadanas. Es más, decisiones políticas tomadas sin mayores debates en común han resultado en separaciones y distanciamientos entre las mujeres, como lo ha sido la estructuración nacional del Foro de la Mujer por regiones lingüísticas para las mujeres indígenas. Tampoco estamos debatiendo ni participando de manera generalizada en dos asuntos que atañen a todas las mujeres guatemaltecas, como lo son la creación del Instituto Nacional de la Mujer, la Ley de Dignificación y Promoción Integral de la Mujer y la propuesta de ley para acciones afirmativas que garanticen la inclusión de mujeres en las candidaturas a puestos de elección. Si bien la conquista de nuestros espacios propios constituye un logro importante, encierra el riesgo de encasillarnos como "sector", perdiendo de vista los espacios políticos mayores, de dimensión nacional, que nos atañen a todas y todos. Nuestra agenda como mujeres, difusa aún, tiene pocas esperanzas de avanzar si el contexto general le sigue siendo adverso. El cambio de ese contexto general es también nuestra responsabilidad. ~laCuerda~ se pone a disposición de ustedes para debatir e informar sobre los asuntos de interés nacional y de las mujeres durante este año crucial. Les invitamos a aprovechar al máximo este espacio. mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm Introducción-- LA SOLEDAD COMO RECREO Anamaría Cofiño K. · El mundo no se detiene si las mujeres hacemos la siesta. Generalmente ser mujer implica servir. Vivir para otros. Servimos en nuestra calidad de compañeras, madres, tías y parientes. Eso nos supedita a la presencia más o menos constante de otras personas que dependen de nosotras. La posibilidad de elegir estar solas en determinados momentos y situaciones se reduce a muy escasos espacios. Con la misma suerte corre nuestra posibilidad de relajarnos y descansar profundamente. Una vez preguntaron a un grupo de mujeres cómo distribuíamos las horas de una jornada y fue conmovedor escuchar aquellos porcentajes. La mayoría trabaja fuera de la casa y tiene familia. El trabajo doméstico recae básicamente en ellas; en algunos casos, también el sustento económico. La crianza es asumida de distintas maneras, pero fundamentalmente por las mujeres (madre, apoyada por hermanas, suegras, abuelas o empleadas). Algunos padres "ayudan". Dobles y triples jornadas de trabajo ocupan las vidas completas de jóvenes y adultas. El resultado es que nuestras necesidades de reparación y descanso son las últimas en cubrirse y nuestros proyectos y deseos se van postergando. Para tener tiempo libre se necesitan muchos recursos. Es por ello que en sociedades tan desequilibradas como la nuestra, el ocio es patrimonio de muy pocos (como la tierra, digamos). "Il dolce far niente" -el placer de hacer nada- es un privilegio ajeno. Para muchas guatemaltecas, un viaje de recreo, una salida a cenar o simplemente una amistad, son sueños inalcanzables. El trabajo fuera de casa, como empleada asalariada, campesina, comerciante o intelectual que realizamos las mujeres generalmente está poco reconocido y mal pagado. La reglamentación y los derechos laborales femeninos todavía dejan mucho que desear. El recreo, las horas de supuesto descanso de las trabajadoras son la continuación de esa sutil explotación. La mejor muestra de esto son las maquilas. En casa siempre hay alguien que reclama, que pide algo. Cocinar, lavar, limpiar, mover, atender y soportar una familia consumen la vida de las mujeres. Aunque se viva a plenitud. Frecuentemente escuchamos la queja que las vacaciones son descanso y diversión para todos, menos para las mujeres, sobre quienes generalmente recae la organización y mantenimiento de esos dichosos momentos. Por eso dicen que "el trabajo de una mujer nunca se acaba". En aquel cuestionario que nos hicieron, el sueño de querer estar a solas en un sitio, como la habitación propia o un lugar en la montaña o el bosque, fue recurrente: me pareció la búsqueda común de un refugio, de un espacio especial para una misma. La cama o el dormitorio son para las mujeres su nicho, su templo o una cueva en la cual se encuentra una para sí. Esto y conversaciones con amigas y colegas han ratificado algo en lo que coincidimos muchas. Que el verdadero descanso, el más profundo y regenerador se hace en momentos de soledad. Que la soledad puede vivirse como liberación, que "andar sola" no es triste y que "estar sola" puede ser opción, no castigo. · ¿PARA QUÉ QUERÉS ESTAR ENCERRADA? Para pintar, escribir, escuchar música o bailar; para estar un rato en silencio, orar o meditar, quizás. O simplemente para ver el cielo. Para que nadie me esté llamando. Para terminar un bordado, para peinarme, para llorar bajo la regadera. Las formas de descanso varían. Hay quienes cocinando se entretienen. A otras les da por el ejercicio físico. Lo que el mercado nos ofrece para el feriado son centros comerciales, aunque no siempre se pueda comprar. Pasar tiempo en el salón de belleza o en la modista se nos presenta como gustos que una se puede dar. Aunque se haga para complacer a alguien más. Descansar no es lo mismo que divertirse. O enajenarse. Analizar estos conceptos a la luz de nuestra realidad de género pone de manifiesto las diferencias y las desigualdades. El uso del tiempo varía según los grupos sociales y culturales. Es evidente que mujeres y hombres no nos divertimos ni descansamos de igual manera. Estar solas es una forma de descanso que muchas veces nos es negada y obstaculizada. Hay maridos y mamás que sospechan de la soledad. Luego empiezan a insinuar cosas, que si estamos mal o que si algo tenemos. Siempre hay quien merodea alrededor para ver qué nos pasa. · LAS AMIGAS, ESAS BRUJAS Uno de los placeres más grandes que podemos disfrutar es compartir ratos con gente a la que se quiere porque sí, sin tener vínculos de parentesco. Entre amigas hay complicidad, fraternidad, intimidad, juego, risa, confianza, comprensión, amor. En las vidas de esposas que sufren matrimonios infelices las relaciones amistosas son oasis. Para quienes trabajan sin parar son remansos, fuentes de alegría y estímulo. Nuestras amigas son como hermanas o más. Con ellas encontramos momentos de felicidad. La amistad entre mujeres es un ámbito para la diversión, el afecto y el goce del ocio, cuando lo hay. Es otro derecho sagrado que no siempre se ejerce. Es bien sabido que algunos hombres eligen o sancionan las amistades de "sus" mujeres. Da tristeza cobrar conciencia de nuestra complicidad involuntaria al echar de lado relaciones que no son aprobadas por la pareja o la familia. · LA CULPA NO NOS DEJA EN PAZ Si nos seguimos tragando la píldora de que somos las obligadas proveedoras, madrecitas santas, resignadas y silenciosas esposas, seguramente vamos a seguir aguantando la frustración y el desánimo. Si por culpa (de no ser las mejores, las más buenas, las perfectas), dejamos de gozar nuestra vida, ésta se nos va a acabar y nadie nos la va a reponer. Enorgullecernos de todo lo que hacemos por el prójimo y no aprovechar nuestro presente para hacer vida propia, es seguir manteniendo un sistema injusto que descansa sobre los hombros de esclavas que no se han dado cuenta que son personas libres. Descansar no es una debilidad "pequeño-burguesa". Toda persona tiene derecho a gozar de tiempos para reparar sus energías en condiciones adecuadas, sin sufrir presiones de ninguna clase. Negarse a hacer favores (o sea seguir trabajando para otros) es un derecho. Abstenerse de cumplir tareas ajenas, igual. Es justa la demanda que hacen las mujeres de exigir tiempos para sí mismas. El mundo no se detiene si las mujeres hacemos la siesta. mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm Artículo central-- EL OCIO... ALGO PARA CONQUISTAR SIN TREGUA María Eugenia Solís García · Se ha determinado, a través de estudios, que la imposibilidad · de las adultas para utilizar su tiempo libre de manera creadora · y enriquecedora está estrechamente relacionada a las pautas de · crianza a que estuvieron sometidas en la niñez. A través de la historia mujeres y hombres han luchado por humanizar las relaciones de trabajo. Con sangre, sudor y lágrimas obtuvieron conquistas laborales tales como la reducción de la jornada, el séptimo día, feriados, permisos remunerados y vacaciones. A las puertas del siglo XXI la humanidad ha reconocido que el ocio es un derecho de las personas que trabajan. Sin embargo, la forma en que viven el ocio está íntimamente ligada a su origen y situación de clase, a la etnia y al género a los que pertenecen. Pretendemos con este trabajo iniciar una reflexión en torno a cómo gozan las mujeres su derecho al ocio. · EL OCIO Y LAS MUJERES Entendemos por ocio el conjunto de ocupaciones a las que una persona, después de haberse liberado de sus obligaciones laborales, familiares y sociales, puede entregarse de manera completamente voluntaria, sea para descansar y divertirse, o para desarrollar su espiritualidad, información, capacitación o participación social. Este tiempo libre puede cumplir tres funciones principales: descanso, diversión y desarrollo de la personalidad. Cabe preguntarnos cuánto tiempo libre les queda a las mujeres después de cumplir las obligaciones que conlleva el trabajo reproductivo, es decir, cuándo dejan de trabajar para garantizar el bienestar y la supervivencia de las personas que componen su hogar. En el ámbito doméstico no hay límite de jornada de trabajo. El asunto se agrava cuando las mujeres también están incorporadas al trabajo productivo que desempeñan fuera de la casa. Ellas realizan una doble jornada de trabajo. Siguiendo con los estereotipos tradicionales y las pautas de crianza que los reforzaron, esta situación es asumida por mujeres y hombres como un hecho "natural". No es así, ya que cultural e históricamente les fueron asignados e impuestos y por lo tanto pueden ser transformados en búsqueda de una equidad genérica. · A DESCANSAR... SI PUEDEN El descanso libera de la fatiga. Es reparador de los deterioros físicos o nerviosos provocados por las tensiones consecutivas en el cumplimiento de las obligaciones de trabajo. Existe una necesidad creciente de silencio, de no hacer nada, de relajamiento. Los momentos de descanso se reducen para las mujeres. Si generan ingresos, tanto bajo la forma de salario como a través de una actividad comercial por cuenta propia, al llegar a su casa puede que gocen del privilegio de tener apoyo de alguna trabajadora o familiar solidaria. Así podrán descansar; de lo contrario, a echar punta, aun en los séptimos días, feriados, vacaciones. La sobrecarga aumenta si no están conscientes del reparto injusto del trabajo y no negocian la distribución del mismo con los demás miembros de la familia. Si están en la reproducción biológica: embarazo, el parto y la lactancia... está difícil lo de reposar. Es posible que deban desarrollar las tareas de crianza, educación, alimentación, atención y cuidado de los miembros de la familia. Agreguemos la organización y el mantenimiento del hogar, así como el asegurar la reproducción de los hábitos, normas, leyes, costumbres, ideologías y sentimientos religiosos del grupo familiar. Esto generalmente lo hacen solas, aun las que tienen pareja. Los padres, además de perderse lo hermoso que es ver a las hijas y los hijos crecer y desarrollarse, "les dejan a ellas" casi la totalidad de estas tareas. · LA DIVERSIÓN COMO NECESIDAD VITAL La diversión libera del tedio, ese efecto nefasto de la monotonía en la personalidad de los seres humanos que trabajan. La ruptura con la cotidianidad es necesaria; de lo contrario se sufren sentimientos de privación y frustración. La diversión es un elemento de equilibrio, un medio de soportar la disciplina y las circunstancias adversas que pueden afectar negativamente la vida de las personas. Recreación y diversión se buscan en las actividades que implican cambio de lugar, de ritmo, de estilo; viajes, juegos, deportes, el baile, cine, teatro, literatura, etc. Las mujeres generalmente serán quienes trabajen como anfitrionas a la hora de las fiestas, piñatas, comidas especiales y tradiciones. Procurarán lo necesario para la diversión de los otros. Algunas disfrutan sirviendo y atendiendo. Claro, fueron educadas para demostrar el amor a los demás, sirviéndolos. Con eso aparentemente se realizan; sin embargo, se espera la reciprocidad que tarde, mal y nunca llega. Agreguemos que las formas propias de diversión de las mujeres están sujetas a juzgamiento y censura por los miembros de la familia, generalmente los hombres. Si se prolongan platicando en el lavadero público o si se "eternizan" en sus reuniones sociales de mujeres, les caen comentarios condenatorios y no en pocos casos reciben maltrato físico. Generalmente salen de sus distracciones, a cierta hora, corriendo para atender a los maridos, prole y demás familiares. Aun cuando las mujeres generan ingresos viven supeditadas y subordinadas a sus padres, hermanos o maridos. Esto lo permiten y toleran debido a su baja autoestima y falta de autonomía. · OCIO COMO DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD El ocio permite una participación social más amplia, más libre y una cultura general del cuerpo, de la sensibilidad y la razón, más allá de la formación práctica y técnica. Puede producir conductas efervescentes, renovadoras, creadoras en las mujeres. Esta función del ocio es menos frecuente que la de diversión, pero su importancia para la cultura es fundamental. El trabajo organizativo comunitario las cansa y desgasta, pero es un espacio de desarrollo individual y liderazgo para las mujeres. Los comités pro mejoramiento de la cuadra, barrio, escuela; las artes y la iglesia son ámbitos en que están presentes, dirigiendo las acciones y como participantes de base. Apuntamos que los tiempos libres de las mujeres escasean para la diversión y el descanso, pero cuando se trata de oportunidades para capacitaciones, seminarios o talleres son todavía más reducidas para ellas que para los hombres. Existen condicionantes que las limitan, vedándoles el derecho a un pleno desarrollo de su personalidad. Habría que agregar que frecuentemente ellas mismas se imponen restricciones y bloqueos, por miedo, inseguridad o extenuación. Se postergan porque no lo consideran esencial para su vida. Se les ha enseñado a vivir para otros y ellos van primero en su lista de prioridades. A través de estudios se ha determinado que la imposibilidad de las adultas para utilizar su tiempo libre de manera creadora y enriquecedora está estrechamente relacionada a las pautas de crianza a que estuvieron sometidas en la niñez. Por lo general se les indujo tempranamente a asumir las tareas domésticas y el cuidado de otros, a diferencia de los niños de su familia, que sí tuvieron más oportunidades de disfrutar del juego. Si su vida lúdica fue coartada, es difícil para ellas ponerse al centro, como merecedoras de su tiempo libre para su propia recreación, reposo y desarrollo humano. mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm Esta boca es mía-- ESE PLACER... Laura E. Asturias · ¿Falta de oportunidad? ¿...O quizás de atrevimiento? Ocurrió hace algunos años en un seminario sobre salud sexual en Zacatecas, esa bellísima ciudad mexicana que tanto me recuerda a Antigua Guatemala. La expositora compartía el contenido de un programa de radio que su grupo de mujeres produce en México. Contaba cosas que en nuestro país nos pondrían los pelos de punta... pero sólo al principio: pasado el susto, nos encantarían. El programa se transmitía en horas en que maridos y criaturas están fuera de la casa y las mujeres tienen más tiempo para dedicarse a sí mismas (cuando lo tienen, claro está). De una manera traviesamente natural, la compañera relataba cómo motivaban a las mujeres a ser conscientes de su cuerpo. Las invitaban a acostarse en el sofá, a permitirse sentir su piel, recorriéndola palmo a palmo, empezando por la cara sin descuidar una sola de sus facciones: los ojos, la nariz, los labios, y por ningún motivo olvidar las orejas... trazando un caminito a cada lado del cuello, en la nuca... bajando por los hombros hasta el pecho, experimentando las sensaciones en los senos... sintiendo el vientre con ambas manos... bajando un poco más y... Y ahí se detuvo, dejando a su atentísima audiencia como niñas y niños que ansiosamente retienen la respiración aguardando el desenlace de una historia emocionante. Pero aunque nos tuviera así, en la orilla de la silla a la espera del fin del relato, no necesitábamos que lo concluyera. Muy bien sabíamos por dónde iba el asunto. Quizás porque era una historia conocida, vivida en la propia piel... Quizás -tristemente- porque es una más de las muchas cosas que sólo imaginamos, que siempre quisimos hacer pero nos falta el tiempo, la privacidad, el silencio. Lluvia de excusas. Porque tal vez sea -si somos honestas- que, aun teniendo el entorno necesario, simplemente no nos atrevemos. Son tantas las enseñanzas que nos truncan el atrevimiento, sin llegar a congelarnos por completo el deseo. Algunas -poquísimas, diría yo- tuvieron la bendición de nacer en un hogar que no reprimía ese despertar, que lo aceptaba como un hecho natural de la vida: como es y tendría que ser. Pero la mayoría crecimos sintiendo, a escondidas y con culpa, la potencia de una sexualidad naciente, como si fuera "pecado" despertar así a la vida. Muchas debimos liberarnos de esa cinta castigadora que flagela los sentidos hasta anestesiarlos... esa cinta que habla de pecados, de inmoralidad, de suciedades imaginadas... Muchas más nunca consiguen soltar las riendas y dejarse ir. Es tanto aquello a lo que las mujeres renunciamos, a menudo sin saber nombrarlo. Quizás también sin saber que, para empezar, era nuestro. Pero no hablo de otros sacrificios femeninos que son producto de una abnegación explícita o subliminalmente impuesta, como no regresar a estudiar o salir a trabajar fuera de la casa porque ahí nuestra presencia es indispensable, además de obligatoria. Hablo de la renuncia a nuestra propia piel, a nuestras sensaciones elementales. Y, concretamente, de la renuncia a nuestro sagrado derecho al placer, a la experiencia plena de un placer que nos es dado naturalmente. No conocer nuestro cuerpo significa que alguien más, que crea que lo sabe todo, nos dirá cómo debemos sentir, cuáles sensaciones son permitidas, cuáles prohibidas. Es darle luz verde para que nos enseñe sobre algo que no le pertenece, que no conoce, que no siente, y darle permiso para que disponga a su antojo de nuestra piel. Visto así, parece ser un asunto peligroso eso de renunciar a la experiencia íntima de nuestro cuerpo. mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm GLOSARIO Selección por María Eugenia Solís García DESCANSO · Quietud, reposo o pausa en el trabajo o fatiga. Causa de alivio en la fatiga y en las dificultades físicas o morales. DESCANSADA/O · Dícese de lo que trae en sí una satisfacción que equivale al descanso. Dícese de la ocupación que requiere poco esfuerzo. DESCANSAR · Cesar en el trabajo, reposar, reparar las fuerzas con la quietud. Tener algún alivio en las preocupaciones, a dar los males alguna tregua. Desahogarse, tener alivio o consuelo comunicando a una amiga o a una persona de confianza los males o penalidades. Reposar, dormir. Estar una tranquila y sin cuidado, confiada en los oficios o el favor de otro. Aliviar a una en el trabajo, ayudarle en éste. DISFRUTAR · Percibir o gozar los productos y utilidades de una cosa. Tener alguna condición buena, física o moral. Gozar de comodidad, regalo o conveniencia, de excelente salud, destreza, estimación, fama, etc. DIVERSIÓN · Acción o efecto de divertir o divertirse. Recreo pasatiempo, solaz. Divertimiento, distracción momentánea de la atención. DISTRACCIÓN · Acción y efecto de distraer o distraerse. Cosa que atrae la atención, apartándola de aquello a que está aplicada; especialmente, espectáculo o juego que sirve para el descanso. Desenfado o disipación en la vida y las costumbres. ENTRETENIMIENTO · Acción o efecto de entretener o entretenerse. Cosa que sirve para entretenerse o divertir. ENTRETENIDA/O · Chistosa, divertida, de genio y humor festivo y alegre. OCIO · Cesación del trabajo, inacción o total omisión de la actividad. Tiempo libre de una persona. Diversión u ocupación reposada, especialmente en obras de ingenio, porque éstas se toman regularmente para descansar de otras tareas. Obras de ingenio que una forma en los ratos que le dejan libres sus principales ocupaciones. OCIOSA/O · Dícese de la persona que está sin trabajo o sin hacer alguna cosa. Que no tiene uso ni ejercicio de aquello a que está destinado. Desocupada o exenta de hacer cosa que le obligue. Inútil, sin fruto, provecho o substancia. OCIOSIDAD · Vicio de no trabajar, perder el tiempo, gastarlo inútilmente. Efecto del ocio, como juegos, diversiones. JUEGO · Acción y efecto de jugar. Ejercicio recreativo sometido a reglas, y en el cual se gana o pierde. LÚDICO/A · Del latín ludus: juego. Perteneciente o relativo al juego. RISA · Movimiento de la boca y otras partes del rostro, que demuestra alegría. RISOTADA · Carcajada. Risa estrepitosa y descompuesta. SONREÍRSE · Reírse levemente sin ruido. Mostrarse favorable o halagüeña para algún asunto o suceso. Bibliografía consultada · Real Academia Española. Diccionario de la Lengua Española, 21a. edición. Editorial Espasa Calpe, Madrid, 1992. · Dumazedier, Joffre et al. «Ocio y sociedad de clases». Editorial Fontanella, Barcelona, 1991. mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm Entrevista-- IXCÁN, UN ESCAPE DE LO COTIDIANO Katia Orantes La experiencia de participar en una película es algo que muchas personas anhelan. Algunas la buscan a toda costa, otras estudian para ello. Otras más, como Ángela Alvarez, de 62 años, tienen la suerte de que les llegue a tocar la puerta de su casa. Ella, junto a su hija Blanca Estela y la joven Glenda López, es una de las tres protagonistas de una historia auténtica guatemalteca en la que se refleja el momento que viven algunas y algunos habitantes de este país al enfrentar la realidad vivida durante la guerra, con las dificultades que trae el llegar a la capital e intentar recuperar todo lo perdido durante estos años. El brasileño Henrique Goldman y el salvadoreño Guillermo Escalón realizaron esta producción, en la que convergen las historias de tres mujeres: una abuela sacerdotisa, una madre guerrillera y una hija criada en un sector popular del país, quien se avergüenza de su identidad indígena. Doña Ángela Alvarez, quien representa a la abuela, platicó con nosotras sobre qué y cómo fue dejar todo lo que siempre hace para participar en esta producción documental. ¿Qué significó para usted la experiencia de participar en una película? "Pues mire, como a mí me hablaron de repente, fue todo raro y temeroso, porque me costaba mucho creer que iba a poder hacer las cosas. Siempre teníamos que repasar y una cree que no lo va a poder hacer y que lo que está haciendo no está bien. Hasta ahora que nos estamos viendo, cree una que sí puede hacer algo". Antes de la película, ¿qué hacía usted? "En San Ramón, municipio de San Cristóbal Totonicapán, que es donde yo vivo, siempre me dedico a la cocina, al bordado, a pastorear los animales, a coser a máquina y a todos los oficios del hogar". ¿Qué siente cuando tanta gente se acerca para felicitarla por su actuación? "Me hace pensar y digo, ¿será cierto? ¿será que es valiosa o es nada más porque la quieren contemplar a una? Pero si muchas personas la felicitan a una, sí se da cuenta de lo que ha hecho". ¿Ha tenido que dejar mucho para dedicar tiempo a este trabajo? "Todo ha sido con sacrificio, porque yo dejé por un mes la casa y de repente me vine aquí con los señores, pero como yo tejo, me compraron lanas y así me entretenía cada vez que no tenía nada que hacer". ¿Qué fue lo más difícil? "Lo más difícil fue con Glenda, porque nos decían que la levantáramos temprano y ella no se levantaba, y yo le decía, '¿Y usted a qué hora se levanta en su casa?' Y ella decía, 'A las diez y hago lo que quiero...'". ¿Ella era como en la actuación? "Sí, sí, sí". ¿Cómo fue la experiencia de trabajar con su hija? "Fue agradable porque es lo que una no hace, estar con ella y acompañarla a los lugares a los que ella va con su trabajo". Cuéntenos algo sobre su vida... "En el caso mío, fui muy pobre y siempre trabajando al lado de mi esposo. Los hijos estudiaron y se graduaron todos. Eso le da aliento a una, aunque la pobreza siempre se recuerda, allí donde vivimos sin luz, agua, ni camino. Todo eso afecta mucho en la vida, pero primero Dios ha cambiado todo". ¿Usted vivió alguna situación parecida a las que se tratan en la película? "Sí, mi yerno fue secuestrado y allí fue la vida más difícil para la familia. Él era maestro y saliendo de la escuela se lo llevaron con todo y carro. Después de eso ya no pudimos comunicarnos con nadie, todos nos señalaban y ya no decíamos cómo era nuestra vida. Como si fuéramos animalitos, ya no informamos de nada porque todos se asustaban y no puede una platicar de lo que sufre". ¿Cómo ve la vida en el futuro? "Pues bastante agradable, pero lástima que ya es muy tarde. Es que ya me he dañado con tanto susto". ¿Qué fue lo que más le gustó? "Me gustó levantarme temprano y todo. Mire, a mí me ha gustado todo. Si me dicen que vaya a estar en el campo y tengo necesidad, yo voy, me sacrifico por cualquier cosa. Me gusta estar donde sea, ya que si una se decide puede hacer lo que sea". ¿Qué es lo que más le ha sorprendido de esta nueva experiencia en su vida? "Pues fue una cosa bastante rara, porque una se decidió a estar con personas que no conoce, pero tuvimos aprecio y estimación. Eso fue lo que nos ayudó a estar bien". mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm Visión indígena-- JUN IXOQ CHE JUN IXOQ CHIK (DE MUJER A MUJER) Saq Ch'umil Kinya jun nim laj rutzil wach chawe Rigoberta, are kwaj kakub'isaj ak'u'x rumal che man at k'o ta atukel. Le atinamit k'o a wuk'. Qas tzij la' le kab'ixik cher man rajawaxik taj konojel keki´kot ruk' jun rumal che tzi ek'o wi le winaq la man kujkaj taj. Chata achuq'ab' che rI nimalaja qajaw e chataqej kib'anik je'taq chi cha ri kachomaj cher rajawaxik kib'anil che uwa'lijaxik kichuq'ab' ri qawinaq cher chwe'q, cher kab'ij. Varios temas de actualidad llamaron mi atención para ser abordados desde este pregón de la mujer guatemalteca. Y precisamente por esta última característica, la de ser pregón de la mujer, es que decidí escribir sobre el caso de Rigoberta Menchú, que ha sido uno de los temas más polémicos en los medios de comunicación en estas últimas semanas. Varios asuntos preocupan a este respecto: primero, la acción retardada de supuestos académicos, como David Stoll, que en el caso de serlo verdaderamente deja mucho que pensar su lentitud, imprecisión y poca lógica; en segundo lugar, la postura ridícula de antropólogos como él, que anteponen los resultados dudosos de "sus estudios" a la voz y vivencia de los propios actores de la verdad; y en tercer lugar, pero no por ello menos importante, el aparecimiento y la posterior apropiación del libro «Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia», por parte del pueblo maya. Ciertamente, esta obra de entrada parece la biografía de Rigoberta, pero la apropiación de su contenido por parte del pueblo maya no se da desde esa perspectiva, sino desde el hecho de que esa obra describe la crudeza con que el pueblo maya fue afectado por la violencia institucionalizada en el enfrentamiento armado en Guatemala durante las tres décadas recién pasadas. Desde este punto de vista es que, como mujer maya, valoro el contenido del libro, ya que describe los momentos más amargos vividos por mujeres, hombres, niños y niñas mayas en los escenarios de la guerra. También valoro los acontecimientos que siguieron a la publicación del libro, tales como el Premio Nóbel de la Paz y el posterior reconocimiento de Rigoberta como persona y como mujer. Como mujer me solidarizo con Rigoberta y como maya reconozco que el contenido de su libro no puede refutarse. Para concluir, quiero decir que aunque a muchas personas no les parezca agradable, Rigoberta es ya un símbolo nacional e internacional de la paz, y desde esa realidad es que se debe tener sumo cuidado en las opiniones que puedan vertirse en su contra. Desde esa misma perspectiva, auguro por que ella como persona siga manteniendo la serenidad necesaria en momentos como éstos, para no caer en el juego de los adversos al espacio, al reconocimiento y al respeto que se ha ganado. mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm SÍNTESIS INFORMATIVA Katia Orantes · MUJERES EN EL ARTE En nuestras últimas ediciones hemos ido variando la forma de extraer la información de los periódicos, muchas de las cuales han sido de análisis y cifras. Esta vez hay algo que nos llamó más la atención: resaltar el trabajo artístico que están haciendo las mujeres en el país. Son guatemaltecas y extranjeras, y la validez de su trabajo les ha representado espacio para promoverlo y comentarios relacionados con éste. «Diario de cuerpos», considerado como un libro que causa polémica, censura y sorpresa por su estilo literario, llevó a su autora, Mildred Hernández, a ocupar las páginas de los diarios Prensa Libre y Siglo Veintiuno durante el mes de diciembre. Éste, su segundo libro, habla de la trilogía amor-erotismo-sexo. La pintora española Carmen Carrasco también tomó estos espacios con el anuncio de una exhibición de acrílicos de la cual se dice "estas obras cuidan al detalle la armonía y contraste de los colores". Otra extranjera que inauguró una exposición de pintura fue la estadounidense Anita Storck. "Mujeres en plural" es el título de la muestra de la pintora Josaine Manent, la cual busca inmortalizar a las mujeres. Las guatemaltecas no faltaron en las páginas de los periódicos. Magda Eunice Sánchez realizó el 9 de diciembre una exposición en la que presentó 20 dibujos con evocaciones musicales y memorias personales, los cuales acompañó de siete esculturas. Con la escenificación de uno de los cuentos de María Luisa Spillari fue complementada la presentación del libro «Los cuentos de la abuelita», que recopila algunos escritos por ella para su transmisión de radio en el "Programa de la Abuelita", difundido desde 1951. A través de una video-instalación y un performa, Sandra Monterroso presentó el montaje de su obra titulada "Ave Fénix", la cual busca cuestionar los procesos institucionales que disminuyen y mediatizan la libertad individual, en el umbral de los cambios históricos y políticos desarrollados a partir de la firma de la paz. · CONDENA POR ACOSO SEXUAL Dos años después de que Floridalma de Paz Gallardo, trabajadora del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), fuera acosada sexualmente en el ámbito laboral, sucedió lo que parecía imposible. El pasado 22 de enero, la primera condena por este tipo de violencia fue emitida contra Julio Domingo González, ex jefe de la agredida. Si bien la sentencia de dos años en prisión conmutables no se justificó como acoso sexual, ya que éste no está tipificado como tal en la legislación del país, las juezas que integraron el Tribunal Duodécimo de Sentencia se respaldaron en el delito de coacción para aplicar la pena. mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm Columna invitada-- JUEGOS INFANTILES TRADICIONALES Y POPULARES: UNA REPRODUCCIÓN DEL SISTEMA MACHISTA Y PATRIARCAL Ofelia Columba Déleon Meléndez* A manera de introducción es importante señalar que se concibe como juegos infantiles populares a todas aquellas actividades lúdicas practicadas por niñas y niños de las clases populares, que les han sido enseñadas de manera tradicional y empírica. Numerosos estudios se han realizado acerca de estos juegos, desde varias perspectivas, tales como la de la psicología, la antropología y la pedagogía, pero no se conoce ningún estudio que trate el tema desde el punto de vista de la teoría de género o del feminismo. Como es sabido, la teoría feminista, con la cual nace el concepto de género, afirma que los seres humanos pueden ser clasificados como hembra y varón al ser diferenciados biológicamente por sus órganos sexuales. Estas diferencias biológicas no hacen necesariamente diferencias en el status, ni en los roles. Son las prácticas e instituciones sociales y la cultura las que, al asignar actividades y patrones de conducta diferentes y complementarios a los varones y a las hembras, crean lo masculino y lo femenino, así, al hombre y a la mujer (Julie Matthel, 1987). "El género es un hecho social que adquiere su significación y funcionamiento a partir del sistema cultural más amplio del que forma parte" (Judith Shapiro, 1988). Volviendo a los juegos, es oportuno señalar que desde las perspectivas de la sociología y la antropología es posible afirmar que, en términos generales, los juegos tradicionales constituyen un medio excelente para el aprendizaje de los valores culturales de la sociedad. Los juegos infantiles tradicionales desempeñan un papel importante en la socialización de la niña y el niño. En los juegos los papeles y la función de los padres y otros adultos se comprenden y experimentan. La pedagogía considera que mediante el juego la niña y el niño se inician en los comportamientos de las personas adultas, en los papeles que tendrán que desempeñar en su vida futura. Desde dicha perspectiva, los juegos también constituyen un vehículo para la transmisión no sólo de la herencia cultural, sino de ciertas normas sociales, algunas de las cuales son caducas; tal es el caso de la segregación de niñas y niños. Los juegos infantiles populares y tradicionales, como manifestaciones culturales, reproducen aspectos de la cultura machista y patriarcal en que se producen. Además, transmiten los roles social y culturalmente asignados a los sexos. Las niñas y los niños de las clases populares, sin dejar de compartir con los/as demás niños/as sus intereses lúdicos que les son comunes, juegan imitando las actividades cotidianas de sus progenitores: las niñas juegan de "mamá", de "comidita", bañan a sus "hijos" (muñecos), hacen tortillas (de lodo), lavan ropa, confeccionan trajes, etc. Imitan las actividades de sus mamás y papás: cultivar la tierra, cuidar y arrear animales, vender productos, etc. Niñas y niños se están preparando para su vida adulta y repitiendo los roles que las personas adultas han desempeñado. Independientemente de las actividades lúdicas que realizan, estos niños y niñas tienen que participar en las tareas de subsistencia que ejecutan los mayores, como labores agrícolas, comerciales, de construcción, domésticas, las cuales les han sido asignadas por las clases dominantes. Por falta de espacio no es posible hacer referencia a todos los juegos que servirían para ejemplificar lo expuesto. De manera general, se puede afirmar que en las rondas infantiles se manifiestan con mayor evidencia los aspectos señalados. En "Matateroterolá" se asignan oficios; "Arroz con leche" se refiere al deseo de casarse con una muchacha o viudita que sepa coser; "Los pollos de mi cazuela" apunta "que sólo las mujeres que los saben componer", etc. Existen también numerosos juegos exclusivamente masculinos, tales como las tipachas, el capirucho, el trompo, la perinola, etc. Queda mucho por anotar acerca de los juegos infantiles tradicionales desde la perspectiva feminista y de la teoría de género. Sirvan estos párrafos para reflexionar sobre el tema y despertar el interés para llevar a cabo estudios amplios y profundos sobre el mismo. Bibliografía · Déleon Meléndez, Ofelia Columba. "Aplicaciones educativas de los juegos populares", en La Tradición Popular No. 91. Guatemala, 1993. · Matthel, Julie. "La crítica a la familia en los estudios de la mujer". Revista Cayey. Universidad de Puerto Rico, Puerto Rico, 1987. · Shapiro, Judith. "La antropología y los estudios de género", en Temas Socioculturales en el Estudio de la Mujer. San José, Costa Rica, 1988. *Guatemalteca, investigadora social mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm Historias cotidianas-- CUÁNTAS COSAS CREÍAS OLVIDADAS ...Y así querías que fuera una secretaria modelo Katia Orantes Muchas veces me pregunto cómo es posible que con un solo olor, una sola imagen y un solo sonido, podemos recordar y volver a sentir tantas cosas que creíamos olvidadas. Esto sucedió anoche o cualquier noche de éstas. Lo más seguro es que fue ayer, cuando como cosa muy extraña nos reuníamos con toda mi familia, de la que sólo quedamos cuatro, pero en casa ahora estamos tres. Mirábamos dos películas clásicas de historias que podrían suceder en cualquier país que ha vivido una guerra. Una era "Salvador", cuyo argumento, protagonistas y cercanía geográfica nos hacían recordar lo vivido en este país; y la otra, la historia de Chico Mendes en Brasil. Es impresionante cómo estando tan lejos estamos tan cerca. Me parece que fue una sobredosis. Ninguna de las dos historias es más antigua que dos décadas. Nos hicieron recordar esas sensaciones que mencionaba al principio. Yo cada momento pensaba, "estos desgraciados en todo el mundo son iguales y ya es tiempo que desaparezcan del planeta". Cada vez que veo o leo historias similares se mezcla en mí algo de odio y ganas de cambiar el mundo. Antes que cualquiera intentara hablar, había alguien que pensaba y sentía mucho más que nosotras. Era mi mamá. Ella sí que nos dejó muy claro lo que pensaba pues, entre las lágrimas que nunca salieron y la furia de recordar, se le asomaba una sonrisa que intentaba disimular, pero que decía, "algo parecido viví yo". Luego iniciaron esas historias, que creo no se contaban hace mucho tiempo, y menos aún como parte de la aventura de sobrevivir. "¿Se acuerdan del maldito que nos entregó? Ése también entregó a unas 80 personas en El Salvador", dijo con furia. Tras ese comentario, nuestro silencio y atención continuaron. Repentinamente, un disparo en la pierna de alguno de los protagonistas le hizo recordar aquel día en que dejó las llaves en esa casa que nadie debía descubrir y a la cual tenía que ir el compañero herido. ¿Hacerlo público ahora? No sé si será el momento. Apenas han pasado 25 años y la pequeña a quien dejaba con alguna vecina o amiga ahora habla con ella como cualquier amiga de su edad. Ya para terminar estas cuatro horas de historias en la televisión, los recuerdos fluyeron. "Fíjense, muchá, que un día estaban aquí en la casa unos compañeros en una reunión, y yo... ¡puchis! ya no sé cómo lo hacía, pero había cateos en la cuadra y me salí a hablar con los soldados, aquí enfrente de la casa. Ya ni recuerdo lo que les dije. Lo cierto es que se fueron y la única casa que no revisaron fue ésta. Si llegan a entrar no estuviéramos aquí..." ~~~~~~~~~~ EN EL BANCO Mirna Oliva* En cierta ocasión me encontraba haciendo mi respectiva cola en un banco de la séptima avenida de la zona 1. Ya tenía mucho tiempo de estar allí cuando observé que delante de mí un policía de seguridad privada les dio lugar en la fila a cuatro hombres. Me enfurecí tanto que me encaminé hacia delante de ellos, porque no creí justo lo que habían hecho. Enseguida se acercó a mí uno de los guardias y me exigió que volviera a mi lugar. Con voz alta y agresiva le contesté que no volvía porque me parecía injusto que no sacara a los hombres que abusivamente se habían introducido en la cola. Tuvimos un intercambio de palabras y se acercaron dos agentes más. Como si yo hubiese sido una delincuente, me amenazaron con no dejarme hacer ningún trámite si no obedecía. Me arriesgué. No me quité de allí y le advertí que no se me acercara ni intentara nada en mi contra porque trabajaba para una agencia de prensa y lo iba a denunciar. No cabe duda que en la sociedad patriarcal en que vivimos, los hombres creen que tenemos que someternos a lo que ellos dicen o mandan. Pero no es así. Como mujeres tenemos nuestros derechos en cualquier circunstancia en la que nos encontremos. Pienso que ya es hora que se hagan sentir esos derechos en la casa, en el trabajo, en la escuela, en donde nos movamos. Lo que me alegró fue que otras mujeres que se encontraban allí me apoyaron. Otro hombre dijo, "¡Qué clavo el que está armando esta mujer!" Yo le contesté que no me importaba que toda la gente me observara porque por eso está Guatemala como está: por callarnos y agachar la cabeza... por decir amén a todo aunque no estemos de acuerdo con lo que pasa. *Guatemalteca, asistente administrativa de ~laCuerda~, feminista in fieri ~~~~~~~~~~ SOBRE PARRANDAS, FRANCACHELAS Y OTRAS JUERGAS Sara M. Juan* Si una empieza a preguntar entre la mara qué hace para divertirse, una gran mayoría responde: "leo", "escucho música", "veo buen cine", "me reúno con las/os cuates", "viajo", etc. Otras/os te sueltan a bocajarro: "comer y coger". Hay quien se lo pasa en grande sudando y quemando calorías deportivamente; quienes se vuelven locos por Internet y hasta subliman cyberpasiones desde el teclado; y quienes se lo pasan de muerte dando palmas y cantando salmos. También hay, cómo no, las/os parranderas/os profesionales. La parrandera o el parrandero profesional no concibe acabar la juerga antes de altas horas de la madrugada; amanece con la cabeza como tambor de lavadora, su lengua es un paxte fétido y pastoso y el cuerpo una masa inarticulada de marioneta de guignol; sin embargo, a medida que cae la noche recupera energía y garbo y sale de nuevo a triunfar. Para gozarla a gusto necesita litros de alcohol, tal vez un bocado para el bajón y si hay buena música enlatada, un mariachi o una guitarra bien templada, mejor que mejor. El personal más destrabado completaría con unos puritos para las risas o unas rayitas para equilibrar los efectos del alcohol. A menudo el parrandón va seguido de un revolcón; éste puede ser sublime o acabar como la gran diabla. Por ejemplo, si al dúo amoroso en ciernes le sorprende un tercero en discordia con derechos adquiridos, la cosa puede acabar a cuentazos. O si los efluvios del alcohol ciegan temporalmente la mente de uno o ambos apasionados y al día siguiente se despierta/n preguntándose: "pero cómo ha llegado esto aquí". El más cruel de los casos se da cuando el miembro viril, que durante la bacanal estaba duro y erguido como mástil castrense anticipando placeres venideros, a la mera hora de la hora, entre el exceso de copas y el obligado ceremonial de investidura de látex pierde fuerza, arrogancia y erección. Qué vergüenza. Si el amante es imaginativo y concienzudo recurrirá a mil artes y salvará la situación, pero, ay qué dolor, si el abochornado refugia su fracaso en el sueño. Mi abuelo se pateó en los mejores burdeles y cabarets del Tánger una sólida fortuna adquirida y aumentada por varias generaciones de oligarcas andaluces, y a golpe de pelvis y champaña se ganó un doctorado en juergas y francachelas. Contaba el hombre que su mejor conquista la había hecho una noche de Carnaval. Era un tremendo pedazo de mujer escultural vestida de gata y con ella conquistó aquella noche las más altas cumbres del placer. Lo que ignoraba el pobre infeliz es que, embutida en la ajustada malla que marcaba y realzaba cada una de sus curvas y ocultando su identidad bajo el misterioso antifaz, se encontraba nada menos que mi abuela, su esposa, que había recurrido a la artimaña para poder disfrutar con su marido las dulces mieles que la moral de la época prohibía a las mujeres decentes. Los dos recordarían siempre aquel encuentro como el mejor cuetazo de sus vidas, aunque a la abuela le quedó un dilema: debía relamerse de gusto los felinos bigotes y trasladar al lecho conyugal los goces disfrutados en la clandestinidad o, por el contrario, haría mejor en romperle una botella en la base del cráneo al crápula marido. Y es que en esto del destrabe y la diversión hay de todo, como en botica bien surtida. Lo que cuenta, como canta mi amigo Púlgar, es lo bailao; lo bailao y que no nos puedan quitar lo bailao. *Terrícola nacida en España y chapinizada ~~~~~~~~~~ SUEÑOS DE MUJERES ~laCuerda~ quiso conocer los sueños que tienen las mujeres al dormir. He aquí algunos de ellos... Cuando era pequeña tenía un sueño recurrente. Creo que se debía a que leía chistes de los súper héroes. Soñaba que andaba con mis primos y podía volar. El vuelo consistía en correr, elevarnos y volar... A las dos cuadras sucedía como si se nos acababa la cuerda y nos ganaba el cansancio y caíamos rendidos. Teníamos que recuperarnos y volver a intentar. Recuerdo esa sensación de volar y caer, volar y caer... Otro sueño de mi niñez es uno en que íbamos en un carro por la carretera en compañía de mis papás. Nos acompañaba una prima que no era muy cercana. Todo estaba oscuro, nos perseguían. Llegamos a un lugar como de paso, había tiendas y comedores pequeños. Ya había entrado la noche y se veía muy desolado. Parecía que nos encontrábamos en medio de un enfrentamiento armado. Entonces yo tenía que esconderme debajo de los asientos y pasar un buen rato allí porque no sabíamos qué ocurría afuera. Veía a mi prima angustiada porque no sabíamos qué estaba pasando. · ROGELIA CRUZ E., joven guatemalteca que estudia antropología en México Un grupo de mujeres se encuentra reunido en una habitación. Parece una sesión de grupo terapéutico, o reunión para discutir ideas. Cinco de ellas son jóvenes, una de mediana edad y otra mayor. Hay un joven de 21 años. Se les nota preocupadas y enojadas unas con otras. La mayor, como de 55 ó 60 años, está muy molesta con las jóvenes porque siente que no comprenden que ella se entregó a su familia y a su marido, quien la maltrató y abandonó. Les explica que fue educada así, que a ella no le gusta sufrir, ni que la maltraten. Con llanto en los ojos y con mucha rabia, les dice: "¡No me entienden! Yo no soy una mujer a quien le guste sufrir. Cuando ya los hijos estaban grandes, me fui a estudiar". Las otras le dicen que fue un mal modelo para las hijas, quienes están sufriendo porque no tuvieron otro ejemplo. Una de las jóvenes saca su rabia y la quiere golpear porque no le enseñó a ser una mujer distinta; otra interviene para que no la golpee. Una tercera dice: "Las mamás como ella han hecho sentir a las hijas que son débiles y que ellas son las fuertes. Ellas son las que lo pueden todo, las que saben todo. Yo lo que tengo es mucho coraje". La mujer está llorando. Al verla, todas lloran. Entonces se vuelven y dicen, "es que la culpa la tienen los hombres, porque son unos machos, son lo peor, nos tratan mal". En eso el joven, como un globo que fuera pinchado por la rabia de estas mujeres, se desinfla. Se vuelve más pequeño que un enano, como un bebé. La mujer de más edad, que no había hablado para nada, dice: "¡Qué tremenda es la rabia, porque no deja nada en pie!" · IRMA LORENTZEN, psicóloga guatemalteca, especializada en terapia de grupos Yo iba caminando por la playa. Era un mar inmenso. En la medida que caminaba, sentía que el sol se me acercaba cada vez más y me ardía la cara. A la vez, sentía placer en el roce de la arena en mis pies. El paisaje me parecía una imagen muy limpia, nítida. No había construcciones, era un terreno plano. Yo me decía: "estoy cansada, estoy cansada... ¿qué habrá más allá?" Sentía calor pero quería seguir caminando. De repente me veo pariendo en una tina (mi madre se llama Tina). No había dolor; me sentía cómoda pariendo. Luego pasa el parto, veo la placenta y una niña en mis brazos. Pienso: "pero si yo no quiero tener hijos..." y veo que la cara de la niña (que era la de mi sobrina) era de mucha lindura y tranquilidad. Desperté con una sensación de renacimiento. · ANA MARÍA ARDÓN, antropóloga guatemalteca mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm Hablan jóvenes-- DIVERTIRME... ÉSE ES MI ROLLO Tami Bauer Asturias* Cines, restaurantes, discos. Estos son los principales lugares en los que se juntan las jóvenes de Guate para divertirse, con las amigas y/o los amigos o con el novio (o novia, según el caso). Para la mayoría de las chavas no hay cosa más divertida y apropiada para un viernes o sábado que una ida al cine, luego una buena comida y después una ida a parrandear. Generalmente la Zona Viva es el sitio de reunión. "Parrandear" tiene diferente significado para cada adolescente. Para algunas y algunos como yo se resume a bailar. Lastimosamente para muchísimas(os) otras(os), parrandear significa chupar, fumar y drogarse. Y todo esto hasta quedarse tiradas(os) en el piso. Algunas(os) no despiertan de sus parrandas. Malísimo. Yo por eso no le hago ni a chencas [cigarrillos] ni a litros. Mejor sin que con, ¿no? Total, ése no es mi rollo. Pero muchas veces no podemos salir a parrandear. Muchas de nosotras dependemos de los chavos con carro, y si no hay carro no hay parranda. Qué otra. Por eso hay que escoger una opción de la lista de entretenimientos caseros: la tele, leer, la net, pintar, la radio, meditar, andar en cicle, hablar por teléfono, caminar, regar las plantas, limpiar o arreglar algo, lavar el carro, pasear al perro, jugar con la gata... En fin, hay mil y una cosas que se pueden hacer estando sola en casa. Pienso que las que no pueden estar solas están bien fregadas. A mí me encanta estar sola. Me gusta acostarme en la cama a ver una película mientras como alguna chuchería. Escribir lo que estoy craneando; me ayuda a ordenar mi cabecita alborotada, tomar decisiones. Para escaparme un rato no hay mejor alternativa que un buen libro. Bailar sola en mi cuarto; suena loco pero es lo que me mantiene feliz. Bailando me libero de todo ese potencial y energía que llevo dentro, ese cargamento de emociones. Y de paso hago ejercicio. Hablando de ejercicio, me gusta bicicletear. Mi mayor diversión del día es tomar una ducha. El agua me relaja y me abre los sentidos, me prepara, me fortalece. Me gusta bañarme por las mañanas. Así me despierto, sonrío porque el día empieza, ya sea soleado o lluvioso, y luego me ducho. Qué rico. También me gusta observar el reino de mi mejor amiga, la Madre Naturaleza: un árbol, un ave, la combinación de colores en el pétalo de una flor, un gusano que se desliza, las venas de una hoja, una tortolita azul, una arañita roja de un milímetro de diámetro. Hay tantas cosas que al descubrirlas te divierten. Prefiero la noche al día. En la noche aparece mi musa favorita: la Luna. Me susurran secretos al oído las estrellas. Me lleva en su alfombra la negrura. Me encanta observar la noche, aunque también me gusta dormirla. Así es como me divierto yo casi siempre, mientras el resto de las jóvenes de Guate ven pasar el tiempo en algún cine, restaurante o disco. Cada león (o leona) con su diversión. *Patoja [niña/mujer joven] guatemalteca de casi 18 años. Primer premio en verso diversificado del concurso Juventud '97. mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm Hablan ellos-- SUFRIR ME TOCÓ A MÍ EN ESTA VIDA Edgar Ruano Najarro* La primera mujer con la que decidí compartir la cotidianidad de la vida bajo el mismo techo, se sentó a la izquierda. Frente a mí se sentó Francisca, la mujer que entre "mi compañera" y yo elegimos que nos alivianara, salario de por medio, la rutina de la vida diaria encargándose de la limpieza, la comida, la ropa. Era un sábado a las diez de la mañana y se trataba de la primera reunión con la empleada para decidir entre todos el menú y las tareas domésticas de la semana. Francisca no entendía bien la situación en la que los dos "señores" discutían lo que se comería en los próximos días y parecía que no sabía si reírse o ponerse a tono con las circunstancias. Apenas el martes, recién comenzada la ya bien planificada semana, "mi pareja" se quejó conmigo. "No es justo", me dijo. "¿De todas maneras yo le tengo que dar el dinero para que vaya al mercado, yo soy la que tengo que resolver lo del gas, lo de la basura? Anoche me preguntó si queríamos el recado con chile o sin chile. Además yo no como carne y Francisca no sabe cocinar sin carne, ¿y yo me veo obligada a enseñarle? Todo recae en mí, no es parejo". Así fue como fracasó el "proyecto de interacción" entre la "pareja" y la empleada. De allí en adelante comimos en la calle, o donde se pudiera. Optimista, mi "compañera" me consolaba: "Todo esto es bueno para vos. Te estoy transformando en una buena pareja, lo malo es que será otra la que recoja los frutos". Muchos años después, al filo de las ocho de la mañana me tocaba preparar el desayuno mientras mi segunda "compañera de vida" vestía a nuestro hijito. Luego, yo le cambiaba el primer pañal del día mientras ella hacía la cama. Así, a lo largo del día yo llevaba mi cuenta: "Llevo dos pañales cambiados, el de las once y el de la una... Ahora le corresponde a ella cambiar dos seguidos". Era vital para mí llevar esa cuenta, porque si la perdía no me podía defender y quedaba a merced de la crítica implacable por no ayudar en el trabajo doméstico de la crianza del bebé. Más despiadadas serían, en consecuencia, las miradas de las amigas de mi "pareja". De igual modo, como con la primera, pasé varios años comiendo carne con culpas, pues mi pareja se negaba a comer "restos de cadáveres". "Dios mío ¿en qué me he transformado?" me pregunté varias veces. Pero la transformación sigue. El "pressing" ahora no solamente es de la "pareja", es también colectivo, pero igualmente inclemente. Aun en las formas más intrascendentes del lenguaje me veo forzado a cambiar. Si intervengo en algún acto en el que me dirijo al público, debo decir: "Buenas noches a todos y a todas". A ese paso, pronto me dirigiré a la concurrencia así: "Buenas noches, distinguido público y distinguida pública". Para mi desventura, no veo ningún fruto de nada que alguna (aquí sí va el femenino@) esté interesada en recoger. *Guatemalteco, periodista, sociólogo mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm Violencia y derechos humanos-- ¡AH, LA GRAN PÚCHICA! Carlos Andrade* Estoy sorprendido. Y es que basta leer la página 4 de Siglo Veintiuno del 19 de enero para darse cuenta que las mujeres son un grupo focal de la delincuencia. Tres mujeres que fueron secuestradas y violadas aparecieron asesinadas en San Juan Ostuncalco, mientras otras tres fueron asesinadas en Escuintla, incluyendo una niña de 10 años. Por eso digo: "¡Ah, la gran púchica!" Es que aquí algo está pasando. Una de las mujeres de San Juan Ostuncalco, Francisca Vásquez Lucas, era conocida por sus actividades en favor de las indígenas, además de pertenecer al foro cívico de mujeres y a la Academia de las Lenguas Mayas y ser catedrática del Centro Universitario de Noroccidente. Este asesinato fue reportado por la Policía Nacional Civil como "pasional". En Guatemala ya sabemos por dónde apuntan las causas de un homicidio cuando es reportado como "pasional"; basta recordar los casos de Myrna Mack y monseñor Gerardi. Hay que ser conscientes que en el subconsciente colectivo el término "pasional" tiende a justificar -o en su defecto, aminorar- la barbarie de un asesinato. ¿Signos de esperanza? ¿Quién sabe? En la misma página informan que el juicio oral a los "presuntos" violadores de las chicas gringas es mañana en Escuintla. Son de esperar las marrullerías acostumbradas en este juicio, empezando por el adjetivo de "presuntos" que el periódico les coloca. Al pasar la página, en la nota sobre la separación de la abogada defensora en el caso de acoso sexual, me sorprende cómo una mujer -la defensora del acusado- puede o pudo defender una conducta que afecta la dignidad de la persona humana, como es el acoso. Menos mal que las juezas la separaron del juicio. Yo me pregunto: ¿Es que a esta señora nunca la acosaron? ¿Nunca nadie le dijo palabras abusivas? ¿Nadie alguna vez le quiso tocar las nalgas? O, si no a ella, ¿a sus hijas, hermanas, tías, amigas, vecinas...? ¿Queremos tapar el sol con un dedo y ocultar la realidad del acoso sexual en todos los ambientes? ¿O ya nos acostumbramos a convivir con esa situación? Pues les digo: YO NO. Porque una conducta así se opone a mi naturaleza racional, a mis valores humanos y cristianos, y porque tengo una madre, una hermana, una esposa y dos hijas para quienes quiero una dignidad íntegra que ningún amigo, jefe, compañero, profesor o cualquier otro individuo pueda lesionar. Me pronuncio por que se castigue severamente a este acusado, no sólo por aquello de sentar un precedente, sino porque es una forma de hacer justicia. Espero que como Floridalma de Paz Gallardo haya muchas, pero muchas mujeres, que con toda la valentía que poseen denuncien el acoso sexual, que haya jueces o juezas dispuestas a hacer justicia, que se promulguen leyes que castiguen el acoso, no sólo en la escuela y el trabajo, sino en todos los ámbitos de la vida. Pero espero, sobre todo, que haya más hombres que nos decidamos por integrar en nuestra escala axiológica el respeto a la dignidad de la persona humana como el valor fundamental. *sine nobilitate mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm Área verde-- TEOLOGÍA ECO-FEMINISTA Giovanna Mérola* Después de una ausencia de varios años, debido al "exilio europeo" que le impuso el Vaticano a Yvone Gebara, esta hermana de la Congregación de Nuestra Señora regresó a su encomiable labor en Camaragibe (Pernanbuco, Brasil). De paso por Caracas, participó a principios de octubre en una serie de actividades y jornadas de reflexión en el Patronato San José de Tarbes con grupos de base organizados de los sectores populares, de Caracas como de otras ciudades del país. Esta oportunidad permitió el diálogo sobre algunos aspectos del eco-feminismo y su convergencia con la teología feminista, llegando a plantear una teología eco-feminista que no sólo aborda a la teología desde la óptica de la mujer, sino aspira a una eco-justicia o justicia con el ambiente. La pésima calidad de vida o, más bien, la ausencia de calidad de vida, en especial en las grandes ciudades, afecta a la mayoría de la población latinoamericana, particularmente a mujeres, niñas y niños que padecen las peores condiciones de pobreza extrema. Por ello, de las mismas mujeres surge no solamente una nueva visión, sino una nueva manera de actuar y de incidir en las políticas públicas, para que éstas no sólo se reinviertan en respuestas de índole legal sino en programas de acción social que lleven a resultados concretos en beneficio del colectivo. Pero ¿qué es lo realmente nuevo, lo original, lo avanzado del discurso de Yvone Gebara en este planteamiento? ¿Y qué tantos contratiempos genera particularmente a la jerarquía eclesiástica? Yvone propone "salir del marasmo" al aceptar que todos los seres vivos viven en el mismo aliento de vida, en un mismo espíritu, y que ese misterio de Dios supone la más trascendente democratización de la espiritualidad. La espiritualidad, como se ha entendido tradicionalmente, se ha ido alejando de la esencia cristiana. De lo que se trata es de quitarle ese "corsé" que impide que se respire y tenga movimiento. La espiritualidad no está solamente en los textos bíblicos ni es un soplo divino detenido en el pasado. La fuente de espiritualidad está en todo lo que se da en la vida cotidiana, a cada instante. "Es allí donde vivimos lo más profundo de nosotros mismos: las relaciones de amistad, de solidaridad, anhelos de ternura entre las personas, la sonrisa de los niños, la esperanza de futuro. Todo esto es lo que nutre". Por ello, según Gebara, es necesaria la espiritualidad desde lo femenino, para no introducir la Biblia en nuestra vida sino nuestra vida en la Biblia, es decir, comenzar por valorar los hechos de nuestra propia existencia individual, cotidiana, pero también colectiva; rescatar, defender y conservar la Naturaleza, nuestra fuente de vida, y valorar la creatividad de las personas, las celebraciones, estrategias de sobrevivencia, los rituales de pequeños grupos. El eco-feminismo cristiano rescata la verdadera tradición cristiana desde una postura de diálogo, sin ser esclavo de los textos, sino vivificándolos con las propias experiencias cotidianas. Puesto que lo cotidiano invita a re-hacerse constantemente, es cambiante, y lo cambiante revela la evolución de la vida. Para concluir hay que destacar, en este apretado resumen de algunas reflexiones que trajo Yvone en su breve paso por Caracas, que a pesar de estos años de silencio sigue siendo su palabra un manantial inagotable de expresión divina. Casual y felizmente es la voz de una mujer, brasileña y latinoamericana. Tomado de la revista fempress, No. 125, noviembre de 1998. *Periodista feminista venezolana mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm A quien corresponda-- QUE NO SE ENTEREN LOS HOMBRES Flor de María Suárez* Una de estas frías noches de octubre estuve leyendo el artículo "Mujer precavida" que se publicó en ~laCuerda~. El artículo daba una serie de recomendaciones que las mujeres debemos observar al andar en "cualquier lugar" y estar con "cualquier persona", hasta con amigos o conocidos, y me dio mucha rabia saber que las mismas mujeres nos estemos limitando y creándonos el miedo y la paranoia entre nosotras mismas. Hoy me tuve que tragar mis palabras y el coraje que sentí cuando leí ese artículo. Y fueron todavía más fuertes la rabia y la negación de nuestra realidad. Estaba esperando el bus y un hombre de esos que suelen colgar de los buses cuando van sobrecargados de gente pasó agarrándome un pecho. Me quedé con ese maldito sentimiento de impotencia, de no poder hacer nada, de sentirme objeto, una cosa que se puede tocar y nadie dice nada, nadie hace nada. Estos enfermos hombres, encima del abuso, se burlan y gritan gozosos de lo que han hecho. Me quedé con las lágrimas en la garganta, queriendo que salieran y teniendo que tragármelas por dignidad y a la vez tragándome las palabras que pude haber dicho, y no dije, porque nunca queda tiempo, el bus pasó de largo, simplemente. Suele suceder que no queda tiempo porque estos cobardes huyen, escapan, mas no saben que huyen de sí mismos, que escapan de sí mismos porque no saben quiénes son, porque en la vida van escapando, van huyendo, van muriendo... Me niego a que las mujeres tengamos que vivir con la constante sensación de que algo nos va a pasar, de que algo nos pueden hacer, de que alguien anda alrededor que nos puede hacer daño y que ese alguien tiene nombre: Hombre. Y me pregunto: ¿Tenemos qué temer de los hombres? ¿Tenemos que tenerle miedo al hombre? Me niego a vivir con miedo. Me trago y retrago las palabras y el coraje, porque si hay un hombre que lee esto y lo siente como yo siento en este momento, en que he sido tocada en las partes más íntimas y más bellas de mi naturaleza, entonces esta vida tendrá que cambiar, porque no puede ser que no haya un hombre que lo comprenda y no lo quiera cambiar. Por eso digo: "que no se enteren los hombres, que no lo sepan, que no lean esto que escribo". Porque al enterarse, una herida interior les hará agachar la cabeza de vergüenza, y yo lloraré por ello, como estoy llorando hoy, pues me niego a tenerle miedo al hombre, a los hombres. Porque somos muchas, a cada rato, todos los días, por muchos hombres... Nosotras ya empezamos nuestra parte. La historia nos lo pidió. Ya lo gritamos. Y seguimos con la esperanza de que el eco nos responda. Entonces, algo cambiará... *Guatemalteca ~~~~~~~~~~ NOMENCLATURAS Rosa Montero* La torpeza de nuestras relaciones sentimentales se revela despiadadamente en el lenguaje que utilizamos. No hay prueba más clara del calamitoso estado de nuestros afectos que esas ridículas perífrasis con las que nos referimos al "otro" o a la "otra", al objeto de nuestros ensueños momentáneos. La gente tradicional o de derechas lo tiene claro: están casados por la iglesia, son marido y mujer y la precisión de las palabras refleja un vínculo preciso, nos guste o no nos guste el contenido. Pero nosotros, culposos y modernos, confusos y perdidos, nos hacemos la lengua un nudo intentando inventar nuevos conceptos y el corazón un garabato ensayando nuevas maneras de quererse. Nombrar al "otro" es como mentar la bicha. Y así andamos, haciendo el más colosal de los ridículos. Referirse a la pareja como "mi compañero" o "mi compañera" no funciona: tiene un regusto a vieja militancia, a pretenciosos. Qué decir de la tontuna de "mi novio", de la excesiva intrepidez de "mi amante", del insustancial "mi rollo". Utilizar "mi chico" o "mi chica" es de una panfilez rayana en el guateque. Condenados como estamos a la perplejidad semántica, en nuestra desesperación echamos mano de los recursos más disparatados y triviales: "el mío", "el tuyo", "el que te dije", "ella", "él", "el interfecto"... O, en el colmo de la ineptitud, usamos larguísimas frases del tipo de "el tío éste con el que estoy enrollada", o "la mujer con la que estoy viviendo", lo cual es un verdadero desperdicio de tiempo y energías. Nombrar es una manera de poseer. Al nombrar el mundo nos hacemos dueños de él y lo ordenamos en la medida de lo posible, que es poco. Es decir, que lo tenemos fatal. Si no sabemos nombrar al otro y es que tampoco sabemos estar. Padecemos una vaguedad sustancial y sustantiva: desconocemos el contenido que pretendemos del otro y hemos olvidado por dónde pasa la frontera de nuestros propios límites. O sea, un lío. Pero no hay que desesperares. La Real Academia ha tardado toda su existencia en admitir una palabra como "coño", que es tan sencillita y descriptiva. Bien podemos nosotros emplear nuestra vida en algo tan delicado como inventar una nomenclatura sentimental y nuevas costumbres afectivas. Tomado del libro «La vida desnuda», de Rosa Montero. Editorial Tauros, Barcelona, 1996. *Periodista y escritora española mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm Internacionales-- DESAFÍO DE LA PERMANENCIA A nuestras manos llegó una edición especial del suplemento feminista uruguayo La República de las Mujeres, en la que conmemoran su décimo aniversario. En reconocimiento a tan importante labor desarrollada durante un decenio, ~laCuerda~ publica algunos fragmentos referidos al desafío de la permanencia. "Quizás la función principal de la palabra sea guardar el tiempo. Evocar una historia, permitirnos después recordar. Y construir memoria. Esa memoria colectiva que abre espacios de identidades, que lucha contra el olvido, que quiebra la discontinuidad del instante y repara la pérdida. Esa memoria colectiva de mujeres que habla de una historicidad única, individual, de cada una y de una historia nuestra, social. Esa memoria colectiva que nos posibilita re-encontrarnos, re-conocernos. Valorar y re-valorar años de cuestionamientos, de lucha; también años de emociones y afectos, de fiestas y alegría. De vida compartida. De una trayectoria recorrida en esa velocidad que a fines del milenio ha ido adquiriendo el tiempo. Ese tiempo interno y externo que intentamos aprehender, y darnos entonces la posibilidad del festejo. 10 años. Movimientos sociales, cambios y rumbos distintos de la polis. Nuevas integraciones de mujeres a la política, a las artes, a las ciencias. Permanecer en movimiento. Y crear historia, de mujeres. Desde espacios nuevos que fueron transformándose en necesarios, sin siquiera darnos muy bien cuenta. Esos espacios de escritura donde fuimos compartiendo ideales y viviendo la aventura de la continuidad en el tiempo. Y el desafío de la permanencia. (...) sabemos también que la construcción de un futuro distinto de complementariedad real entre lo masculino y lo femenino, exige producir historia. Desafiar el silencio, apoderarnos de la palabra, elaborar discurso. Gritarnos y contar. Ser capaces de estar presentes y vivirnos como protagonistas en este difícil aprendizaje de la escritura y la presencia continua. 10 años de desafío..." ("La función de la palabra", por Ana María Araújo, doctora en Ciencias Sociales) "...como hitos de la historia de dos ciudades de América Latina, con historias muy distintas, nacieron Doble Jornada y La República de las Mujeres, dos publicaciones feministas que hermanadas por el contenido y el objetivo, además engarzarían una profunda vocación por la democratización de la prensa en la región. Las casas editoras de ambas publicaciones tenían también semejanzas importantes, porque La Jornada en México y La República de Uruguay, inauguraban lo que ya es la nueva prensa latinoamericana que busca formar parte de los cambios democráticos en la región. Se trataba de dos aventuras feministas y de oficio periodístico que se plantearon desde fuera del movimiento de mujeres y las activistas, para documentar la condición social de las mujeres, los flujos y reflujos del propio movimiento, la creciente participación de las mujeres en el mundo de la política pública, los hallazgos de la teoría feminista. Y sobre todo, la importancia de informar, denunciar y sacar a luz todo aquello que sucede a las mujeres, y no por repetitivo y aparentemente natural deja de ser una terrible injusticia. (...) cierto que el movimiento (de mujeres) empujó nuestro nacimiento, pero también lo es que no existía la costumbre de acudir a los medios comerciales o políticos de gran tirada para darse a conocer, debatir o teorizar. La República de las Mujeres que cumple 10 años, hermanada con Doble Jornada que ya cumplió 11 años, consiguió tender el puente. Es todavía incierto el futuro inmediato, porque en la prensa industrial, además del doble esfuerzo, nuestras publicaciones se enfrentan a los desafíos del mercado, un tema que hemos tenido que aprender y compartir, enfrentar con nuestros editores y resolver a favor de lo que nos hemos propuesto. Debo decir que a 10 años de distancia, ahora Triple Jornada y La República de las Mujeres ya no están solas. Su ejemplo ha servido para la aparición de otras publicaciones del mismo tipo, origen económico y profesional. En México existen muchos ensayos y una importante publicación llamada Equis-equis; en Guatemala dimos recientemente la bienvenida a ~laCuerda~, un suplemento en El Periódico; Nosotras en Cochabamba, Bolivia. Numerosas publicaciones independientes pero de corte industrial como Mujer Contemporánea en Aguascalientes, México, o MS en Estados Unidos, también nos acompañan... ("La batalla por existir", por Sara Lovera, periodista mexicana, coordinadora de Comunicación e Información de la Mujer -CIMAC-) mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm Espacio cultural-- TONA por Rosina Cazali En alguna parte leí que un filósofo alemán afirmaba que su discurso intelectual le debía tanto a su hermana como a él mismo, pues su hermana le escuchaba cuando él hablaba en voz alta. Ella bordaba mientras él construía sus más altos pensamientos. Sin embargo, cuando conocí a Antonia Matos, su hermana María era la que bordaba, la que hablaba de las glorias de Antonia y la que enseñaba sus obras, producto de sus más altos pensamientos. Después de concertar la entrevista con Antonia, me dirigí al viejo caserón de la Zona 1, cerca del Palacio Nacional. Aún era aquella época en que los "jeeps" merodeaban el área con la puerta de atrás a medio abrir, donde una podía adivinar la bota vaquera y la punta del arma de algún judicial. A pesar de lo siniestro del paisaje urbano, me empujó la ilusión de hablar con uno de los mitos vivientes de la plástica de Guatemala. Antonia Matos era la mujer que probablemente había desafiado a la sociedad de principios de siglo pintando maravillosos desnudos femeninos y masculinos. También posando para el pintor y escultor Rafael Rodríguez Padilla. Pero entonces de eso nadie hablaba. Y mucho menos María. "Doña Antonia, ¿qué significó para usted Rafael Rodríguez Padilla?" "Viera, era un pintor y fue maestro de Antonia después de que ella volvió de París", respondió rápidamente María. "Hablando de París, dicen que ahí conoció a Pablo Picasso". "Sí, también a André Salomon. Si hasta escribió algo sobre las pinturas de Tona. Deje, ahorita voy a ver si lo encuentro". María salió de la habitación. Nunca vi lo que Salomon escribió y no pude preguntar si había alguna foto de la artista con Picasso que pudiera evidenciar el hecho, porque María se quedó hablando con la sirvienta sobre el almuerzo y porque recibió una llamada, creo que de algún querido sobrino. Pero los mitos tienen una forma extraña de manifestarse, Antonia me indicó: "venga, quiero enseñarle algo", y me condujo a un saloncito. Se adivinaba que la habitación pasaba mucho tiempo cerrada, especialmente por el olor del polvo y la humedad. Abrió una ventana que daba a la calle y entró una pequeña cantidad de luz. Entonces señaló detrás de una puerta y, como una aparición, me encontré frente a, quizás, uno de los cuadros más bellos pintados en este país. Era un grupo de barqueros empujando pequeñas embarcaciones con palos muy largos. Los torsos de varios hombres jóvenes se mezclaban en improbables yuxtaposiciones. El espacio que la habitación le dejaba era mínimo y hacía sentir más de lo que alguien podía ver con los ojos. ¡Pero la luz! La luz de esa obra era un abrazo de sol de la costa guatemalteca. También era el sol que iluminó el monte Santa Victoria de Cezánne y la catedral de Ruan de Monet. Pues muchas de las obras que Antonia Matos realizó en Guatemala fueron escenas de la costa sur, de indígenas morenos y sudorosos, vegetación exuberante, colores insólitos pintados con las técnicas que aprendió en la Escuela Superior de Bellas Artes de París. Cuando Antonia estudió en Francia todos los impresionistas ya no eran pintores de salones de rechazados y su forma de aplicar la pintura era enseñada en las academias. Para bien de la artista guatemalteca este traslape, de una factura europea con las escenas locales, otorgó una manera fascinante de interpretar el trópico. Era la misma experiencia de Gaughin en Tahití, pero sin su necesidad de viajar a un país extraño. Tal vez la penumbra me hizo ver e imaginar más de lo que realmente era esta pintura de los barqueros, pero en aquel acto furtivo, de espiar como un voyeur, supe que Antonia guardaba muchos secretos. Probablemente uno de ellos fue que nunca se empeñó en confrontar a la sociedad. Ante sus obras, una puede adivinar un monólogo de la experiencia corporal; habla de algo que todo el mundo lleva en su interior: la sensualidad, pero que muchos esconden con un pudor patético. Antonia lo sabía. Sus recuerdos y sus experiencias de sensualidad seguramente eran su mayor tesoro y estoy segura que nunca quiso restregarlo en la cara de nadie. Si así hubiera sido, habría salido corriendo de vuelta a París. Muchos años después María hizo su primera y única intervención en la escena social, un "performance" que acaparó las noticias. Se casó con un extranjero muy joven quien, dicen, le endulzó el oído para gozar de sus riquezas. Era como si, por fin, aquel paisaje urbano hubiera podido penetrar como un virus en un espacio donde antes gozaba de toda exclusión. Entre todo el barullo que se armó, la aristocracia perpleja hizo sentir su desaprobación. Creo que algunos hasta se alegraron del destino del marido joven, quien en forma misteriosa murió en su país de origen. La última fotografía que vi de Antonia fue publicada en la prensa. Era la imagen de una mujer muy vieja conectada a muchas sondas y recostada en una horrible cama de hospital. Aparentemente muchos buitres se encargaron de desperdigar su obra. Hoy están en colecciones exclusivas y difícilmente se reunirán para que otros puedan disfrutarlas. Sin embargo, ni siquiera este pensamiento puede robarme aquella tarde que recuerdo con devoción. mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm Libros libres-- CON YOLANDA COLOM Concha Deras* Con la rigurosidad de una trabajadora social que anota en su diario de trabajo la labor efectuada y finaliza su jornada esforzándose por analizar cuidadosamente lo acontecido, Yolanda Colom, en su libro «Mujeres en la alborada», nos lleva de la mano por años de lucha revolucionaria. Sin omitirse como protagonista, visualizándose naturalmente, ahonda en su quehacer, en el de sus compañeras y compañeros, y generosamente nos hace partícipes de su vida de pareja. Nos acerca a su organización y de manera abundante nos vincula al sector del pueblo que ella atendiera. Y para darnos más aún, nos hace vivir intensamente la naturaleza que la rodea, desconocida para tantas de nosotras en esa dimensión. «Mujeres en la alborada» conmueve íntimamente; del dolor y la nostalgia por lo que fue, nos eleva a la meditación. Nos rememora otros inicios, otros amaneceres en que otras guatemaltecas también despertaron llenas de esperanza, sacrificio y responsabilidad con similares propósitos. «Mujeres en la alborada» nos detiene y nos obliga a analizar el quehacer de las mujeres revolucionarias de hoy. Que vivamos nuevos amaneceres y que el crepúsculo no nos inunde. «Mujeres en la alborada». Yolanda Colom. Editorial Artemis-Edinter, Guatemala, 1998. *Cuenta-cuentos, librera y actriz DE LA REDACCIÓN Este libro de tipo testimonial aporta la visión de una mujer que participó en la historia reciente de Guatemala; aparece justo en el marco de tolerancia relativa que los Acuerdos de Paz generaron. A diferencia de los libros testimoniales escritos por hombres, los cuales destacan combates heroicos, la autora de «Mujeres en la alborada» nos habla de cosas cotidianas: el encuentro con un cangrejo, con una culebra, con las huellas del tigre; una sesión de crítica y autocrítica, momentos de alegría o de tristeza, etc. Todo ello hace amena la lectura. A partir de estos relatos expresa sus reflexiones en torno a la militancia, la vida en la guerrilla y la naturaleza humana. Quienes los lean podrán conocer una de las versiones de ese mundo silenciado: la participación revolucionaria. El reto ahora es pasar del testimonio al análisis. La guerra y el ejercicio del poder como dominio son parte de la cultura patriarcal. Por ello es necesario profundizar de manera colectiva, entre la diversidad de mujeres que somos, acerca de nuestras concepciones sobre la maternidad, la sexualidad, la familia, la participación política y otros temas que nos atañen. mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm Transgresoras-- GRASA Y GASOLINA NO LA ARREDRAN Anamaría Cofiño K. María Eugenia Piloña, conocida en La Antigua como Sheni, es la simpática señora que atiende y administra una estación de servicio que lleva más de 30 años de funcionar en el Barrio de La Concepción. Es de las pocas o quizá la única mujer que hace ese trabajo en Guatemala. Más común es ver sólo hombres despachando en ese ambiente considerado masculino que las mujeres descartan como posibilidad laboral, quizá porque no les gusta ensuciarse. Para Sheni estar entre olor a gasolina y grasa no es nada que le moleste porque ella creció entre las bombas de la empresa que fundó su padre, un descendiente de españoles. Desde niña le ayudó cuando él salía a almorzar y luego cuando envejeció y empezó a enfermar. Al principio él era muy dominante, después cedió mucho. Se sentía extraño, como que delegaba una responsabilidad que no le correspondía a ella. Al morir su padre, se encargó sola de sacar avante el negocio, de despachar combustible, atender los pedidos, calibrar llantas y revisar motores. La gente al principio desconfiaba. Les parecía raro que una mujer estuviera al frente de una gasolinera. Inclusive ciertos hombres le han provocado situaciones desagradables porque nunca falta uno que se quiere sobrepasar. "Como cuando das la mano para saludarles y luego no te la quieren soltar. Pero una tiene que saber cómo manejar esas situaciones. Yo soy amable y sé hasta dónde quiero llegar. Creo que todas las mujeres tenemos ese problema, no sólo en este trabajo. Y lo más triste es que no todas podemos decir hasta aquí porque la necesidad de mantener un empleo te coarta para hacer la denuncia de acoso". Actualmente Sheni trabaja con seis hombres que están a su cargo. Aunque algunos no dejan de ser machistas, la respetan y conviven en armonía; con ellos nunca ha tenido problema. Ella ha propuesto una relación de colaboración que busca el beneficio de todos. Les pide que sean amables con la clientela y que en la mañana sonrían y sean atentos para tener un día más agradable. De pequeña, nuestra amiga soñaba con ser balletista. Se graduó de magisterio y aunque la arquitectura era lo que le gustaba, estudió sicología porque era una carrera que ella sí se podía costear. Cree firmemente que la vida nos va poniendo situaciones que nos toca vivir, y que si una se propone, puede lograr lo que quiera, pues muchas veces una misma es la que se limita. Afirma muy convencida que "el tipo de trabajo que hacés no te resta feminidad. Hacer un trabajo de hombre no te va hacer menos mujer". Vistiendo pantalones y zapatos amarrados, nítida y arreglada, amable y sonriente, Sheni confirma nuestra idea que la transgresora no siempre es una bandida, una loca, alborotadora o infractora. Es una mujer con valor, que se ha atrevido a hacer su propia vida, rompiendo algunas veces las convenciones culturales. mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm Coyunturas-- ÚTILES GRATUITOS Y ATOL CON EL DEDO Katia Orantes Cada enero se escuchan las demandas de miles de madres de familia quienes en esta época tienen que hacer malabarismos con un presupuesto familiar que tras las fiestas navideñas ha quedado agotado y debe ser repartido entre la comida del mes y las inscripciones, los uniformes y útiles de hijas e hijos. No hace mucha diferencia estar en una escuela pública o privada. Aunque en las públicas el gobierno ofrece entregar libros y cuadernos al alumnado, éstos -dicen las madres- llegan hasta el segundo o tercer mes de clases, lo cual no representa ningún ahorro pues para entonces ellas han tenido que comprarlos. La falta de maestras y maestros que, según la Ministra de Educación, Arabella Castro, se debe a un error en una cuenta de finanzas, es un problema que año tras año enfrentan niñas y niños en las escuelas públicas, donde incluso hay personal docente contratado por madres y padres que no quieren que sus hijas e hijos se queden sin estudiar. Año con año el Ministerio de Educación, que ahora ocupa un edificio en la Avenida La Reforma de donde sacaron a tres institutos públicos para los cuales aún no se han construido nuevas instalaciones, realiza grandes campañas de publicidad que destacan el trabajo de esta cartera. La problemática de la galleta escolar ocupó durante años las páginas de los medios de comunicación, pero ha dejado de mencionarse pues ahora la producción de la misma está a cargo de una empresa transnacional. Es increíble que dos pequeñas galletas con un bonito envoltorio y sabor pretenda suplir el desayuno que tantas niñas y niños que diariamente asisten a clases no pudieron tomar en casa. Pero las responsabilidades del Ministerio de Educación van más allá de la entrega de cuadernos y mantener abiertas, aunque sin docentes, las escuelas públicas. Es necesario que esta dependencia también controle que los colegios privados funcionen efectivamente, puesto que cada año las cuotas aumentan en forma exagerada. Asimismo, debería controlar el alza de los precios de los libros y útiles escolares que en los colegios exigen como si niñas y niños fueran a estudiar cinco años en uno solo, ya que el costo de los mismos a menudo equivale al salario de un mes de cualquier empleada o empleado de un banco o de una secretaria. Los programas de radio en donde diariamente reciben denuncias de la población y las casas de tantas familias son los únicos espacios donde realmente se escuchan estas demandas que reflejan los esfuerzos que deberán hacer madres y padres para que este nuevo año sus hijas e hijos puedan estudiar. mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm POBLACIÓN, DESARROLLO Y MUJERES · QUE PASÓ EN EL CAIRO EN 1994 Del 5 al 13 de septiembre de 1994, en El Cairo, Egipto, 183 países afiliados al sistema de Naciones Unidas aprobaron un Programa de Acción sobre Población y Desarrollo para los 20 años siguientes. En este documento se respalda una nueva estrategia en que se destacan los numerosos vínculos existentes entre el tema de población y el de desarrollo, insistiendo a la vez en la necesidad de satisfacer las necesidades de las personas antes que los objetivos demográficos. · POR QUÉ CAIRO+5 El próximo 5 de febrero se celebrará en La Haya, Holanda, el Foro Internacional Cairo+5, en el cual se pretende conocer los esfuerzos de los gobiernos en la aplicación de los acuerdos contenidos en el Programa de Acción aprobado en la Conferencia de 1994. Se revisará y evaluará cuánto ha avanzado el mundo en materia de Población y Desarrollo. Los acuerdos que emanen de este foro serán la base de análisis de la Sesión Especial de Naciones Unidas, a realizarse en junio de 1999. Cada país presentará un informe nacional sobre los avances y retrocesos en la aplicación de los acuerdos. · POR QUÉ DEBE INTERESARNOS EL FORO INTERNACIONAL CAIRO+5 La sociedad civil debe velar para cumplir y hacer cumplir los acuerdos, ejerciendo control y vigilancia ciudadana de manera organizada. Los gobiernos que pretendan conseguir apoyo de la cooperación internacional para el impulso de políticas públicas tienen que tomar en cuenta los acuerdos de las conferencias organizadas por Naciones Unidas. Las actividades del programa en mención están relacionadas al ejercicio de la ciudadanía de las mujeres, así como su acceso al desarrollo, a la salud y a los derechos sexuales y reproductivos. Todos estos temas están vinculados con la aspiración de mejorar la calidad de vida de la mayoría de las personas. · EXISTEN FONDOS PARA PROGRAMAS DE POBLACIÓN A nivel de Naciones Unidas se ha realizado una amplia gama de reuniones, conferencias y convenciones. En ellas se han tratado, entre otros, temas de política, trabajo, medio ambiente, los derechos de las mujeres e indígenas, así como los de la niñez y la juventud. La CIPD definió recomendaciones que buscan combatir la pobreza, este mal endémico que en tierras centroamericanas cobra dimensiones más dramáticas. Si bien tales recomendaciones no son de carácter obligatorio a nivel internacional, como sí lo son los derechos humanos, el Estado guatemalteco es responsable de satisfacer las necesidades de trabajo, salud, educación y vivienda de sus habitantes, aspectos todos relacionados a la población y el desarrollo. ¿En qué radica la importancia de la CIPD? Naciones Unidas, a través de su Fondo de Población, destina recursos específicos para combatir la pobreza; lo hacen también otras entidades como el Banco Mundial. Si dichos recursos no son invertidos adecuadamente, se les negaría a mujeres y hombres el derecho a decidir libremente el tamaño de la familia y el espaciamiento de los embarazos; también se haría caso omiso del sufrimiento y muerte de mujeres en edad reproductiva. Con esos dineros sería posible mejorar la salud, la equidad en el acceso a la educación para las mujeres y su seguridad económica. Además, podrían contribuir a combatir enfermedades de transmisión sexual, incluyendo el VIH/SIDA, así como evitar embarazos y nacimientos no deseados y abortos. Si tomamos en cuenta tales elementos, vale la pena saber en Guatemala cuánto ha aportado la comunidad internacional para los programas de población y desarrollo y cómo los están ejecutando los organismos gubernamentales. Lo cierto es que existen recursos. Sin embargo, según recientes informaciones de Naciones Unidas, nuestro país carece de políticas de población. Miles de guatemaltecas y guatemaltecos requieren los beneficios de programas de población y desarrollo. Recordemos que ocho de cada 10 personas en este país viven en la pobreza. Son ellas quienes los necesitan, pero están al margen de las decisiones. Por otro lado, quienes son sensibles a los problemas sociales carecen de vínculos con los organismos internacionales o gubernamentales para incidir en la ejecución de tales programas y recursos. · LA CIUDADANÍA Y SU INCIDENCIA Patricia Mercado, del Foro Nacional de Mujeres y Políticas de Población de México, explica que la sociedad civil y, como parte de ella, las mujeres tienen que proponerse incidir a fin de que la CIPD se convierta en una plataforma de compromisos de los gobiernos en América Latina. Sostiene además que el Programa de El Cairo puede significar un mínimo de condiciones económicas, políticas y sociales para hacer frente a la deshumanización del modelo neoliberal de la economía, cuyos efectos se reflejan en el aumento del número de pobres en el continente, así como la persistencia de muertes por enfermedades curables o por enfermedades mortales causadas durante el embarazo y alumbramiento. A decir de Patricia Mercado, dicho programa se puede trasformar en una barrera de contención, ya que se definirían prioridades a fin de establecer las bases de nuevos modelos de desarrollo de nuestras naciones, en los que las políticas de población tendrían que estar ligadas a los derechos humanos vinculados a la sexualidad y la reproducción, así como a la ampliación igualitaria de las oportunidades de desarrollo entre mujeres y hombres. En tanto, la investigadora uruguaya Tere De Barbieri afirma que la salud sexual y reproductiva es un derecho inalienable e imprescriptible de mujeres y hombres a lo largo de la vida. Para la especialista, en Latinoamérica existen numerosos actores sociales y políticos que coinciden en la necesidad de profundizar la democracia mediante la actuación ciudadana. En ese orden de ideas resalta que "el ejercicio de la sexualidad y de la reproducción es una vertiente que puede fluir en sentido democrático". [Recuadros] ___________________________ A partir de este número publicaremos en ~laCuerda~ una página para dar a conocer los resultados de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD) y los esfuerzos que se realizan de parte del gobierno y de organismos no gubernamentales en su implementación en Guatemala. ___________________________ · La población guatemalteca se duplica cada 23 años, según cifras oficiales. · De acuerdo a Naciones Unidas, Guatemala tiene una tasa de fecundidad de 4.9 (la más elevada de toda América Latina y el Caribe); es decir, el promedio de hijas e hijos que una mujer puede esperar tener al final de su vida reproductiva. ___________________________ En nuestros próximos números abordaremos el Programa de Acción de la CIPD, que se refiere -entre otros temas- a salud, educación, urbanización, migración y participación ciudadana. ___________________________ mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm Espacios de acción-- PRIMER ENCUENTRO DE PERIODISTAS DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE SOBRE POBLACIÓN Y SALUD REPRODUCTIVA Periodistas de 20 países de América Latina y el Caribe asistieron a un encuentro sobre Población y Salud Reproductiva realizado en la ciudad de Cancún, México, del 3 al 5 de diciembre del 98. En éste se presentó un diagnóstico del quehacer periodístico referido al Programa de Acción de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (El Cairo, 1994). Se abordaron los temas de salud reproductiva, equidad y género, pobreza, población en sus aspectos demográficos, violencia contra la mujer, educación de las niñas, jóvenes y adultas, educación sexual, embarazos en adolescentes, prostitución, tercera edad, VIH/SIDA, participación política y ejercicio de la ciudadanía. Las periodistas asistentes a este evento concluyeron en la necesidad de realizar acciones como: talleres nacionales sobre este tema con participación de periodistas, y capacitación de las ONGs en la utilización de medios de comunicación. Se proponen también hacer atractivos los temas de población en los medios, establecer alianzas entre las y los periodistas de medios alternativos y masivos, así como promover el periodismo de investigación en sus países. ~~~~~~~~~~ CON LA ESPERANZA DE BUSCAR JUSTICIA Ante las distintas violaciones que se dieron durante el proceso del caso Xamán y a la falta de voluntad del tribunal, la Premio Nobel Rigoberta Menchú decidió retirarse, afirmando que estará con las víctimas hasta el final y que el próximo paso es llevar el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. "No hemos salido del caso; sólo hemos salido del Tribunal", fueron las palabras de su declaración sobre los motivos que la llevaron a retirarse como querellante adhesiva del proceso que se sigue contra los militares ejecutores de la masacre cometida en 1995. "Esta es una historia de justicia que parece una cadena sin fin. Una de nuestras labores principales fue convencer a la gente de Xamán de que este tribunal y la justicia guatemalteca no iba a estar siempre a favor de ellos; iba a ser siempre un intento para que algún día estuviera con ellos, buscando compatibilidad de su dignidad y derechos, con lo reglamentado en la justicia nacional", añadió Rigoberta Menchú. ~~~~~~~~~~ CAIRO+5: BALANCE REGIONAL DE LAS ONGs DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE HISPANO Representantes de organizaciones no gubernamentales de América Latina y el Caribe se reunieron del 13 al 15 de enero pasado en Lima, Perú, para realizar un balance de la aplicación, por parte de los gobiernos, del Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD), aprobado en El Cairo, Egipto, en 1994. El documento que resume los resultados de los grupos de trabajo destaca lo siguiente: · Se constata la asignación de recursos para implementar programas y planes acordes con las metas y objetivos del Programa de Acción. · Un logro importante ha sido la creación de instancias de participación en el seguimiento de la CIPD a nivel nacional. · La sociedad civil ha realizado un importante salto cualitativo realizando monitoreo de la implementación del Programa de Acción. Entre los desafíos a futuro se plantea: · aumentar las instancias tripartitas de seguimiento de la CIPD y de toma de decisión sobre políticas públicas de población y desarrollo humano sustentable; · que las políticas y planes vinculen en la práctica los aspectos de población, desarrollo sustentable, medio ambiente y salud sexual y reproductiva; · que las agencias de cooperación internacional y donantes aumenten sus esfuerzos para que las organizaciones de la sociedad civil reciban mayor apoyo técnico y financiero en el marco del respeto a su autonomía; y · que se garantice el ejercicio de los derechos de salud sexual y reproductiva a través de políticas públicas que incorporen en el lenguaje y en el contenido político los conceptos consensuados en El Cairo. mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm La correa-- MUJERES VERDADERAS Ingrid Jeanette del Pinal Estrada* Decir somos mujeres es decir "podemos lograrlo", porque no existe lucha que no batallemos, porque no existe mar que no crucemos, porque no existe meta a la que no lleguemos. Y es que no somos solamente cinco letras que forman la palabra «mujer». Somos agresión como pasión. Somos más que ese cansancio después de media noche. Somos capaces de hacer nacer un mar en el desierto y construir un planeta en el aire. Somos capaces de llegar hasta ese grito desesperado que implora libertad. Somos ladronas de metas y objetivos y es por eso que no necesitamos garras para luchar cuando tenemos dos manos que son nuestras armas. En nuestro camino no existen grilletes o candados de fuerza capaces de dejarnos inmóviles, ni campo de fuego que nos impida continuar porque para nosotras los limites son tan sólo una palabra que alguien inventó. Sabemos que no necesitamos tocar puertas para ser escuchadas, ni tirar rocas para llamar la atención. Y es que no somos barreras, somos puertas abiertas. Somos capaces de hacer soñar lo que está dormido y hacer volar lo que ha caído. Y no somos el deseo que muchos parecen buscar; somos un conjunto de sentimientos con una gran imaginación capaz de crear el planeta que en el mundo hace falta. Somos la misma locura que vive y siente. Y es que más que palabras, somos acción. Más que desvío, camino. Más que cansancio, la fuerza. Más que la muerte, somos la vida. No somos cinco letras. Somos MUJERES. *Guatemalteca, colaboradora de ~laCuerda~ mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm HONOR A GRACIELA QUAN El día 22 de enero de 1999, en la ciudad de Guatemala, falleció Graciela Quan, quien fue la primera mujer abogada en este país. ~laCuerda~ hace honor a su recuerdo. ~laCUERDA~ EN RADIO Acompañanos a dar cuerda con ~laCuerda~ los martes de 10:00 a 11:00 a.m. Sintoniza Radio Corporación Nacional, Noticias RCN, FM 99.7. Estamos en el programa «Agenda Mujer», que se transmite diariamente. mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm~mm ~laCuerda~ Consejo Editorial: Olga Villalta · Anamaría Cofiño K. · Laura E. Asturias · María Eugenia Solís · Paula Irene del Cid Vargas · Megan K. Thomas · Rosalinda Hernández Alarcón Editora: Anamaría Cofiño K. Redacción: Laura E. Asturias y Rosalinda Hernández Alarcón Reportera estrella: Katia Orantes Administración: Olga Villalta Distribución y suscripciones: Mirna Oliva Diseño: Rosina Cazali Colaboraron con este número: Carlos Andrade · Concha Deras · Edgar Ruano Najarro · Flor de María Suárez · Ingrid Jeanette del Pinal Estrada · Mercedes Carranza · Mirna Oliva · Ofelia Columba Déleon Meléndez · Rosina Cazali · Saq Ch'umil · Sara M. Juan · Tami Bauer Asturias Produce y distribuye: Asociación Política y Cultural Matria (en formación) 12 Calle 2-18 Zona 1, Local "B", Guatemala 01001, Guatemala Tel. 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