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Menundo cuento chino

Sobre el cuento "Marita y las mujeres de la calle" de Dolores Juliano

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Se convoca en el Círculo de Bellas Artes la presentación de dos libros por parte del colectivo Hetaira, uno de ellos un supuesto cuento infantil destinado a niñas/os. “Marita y las mujeres de la calle”, escrito por Dolores Juliano, en dónde una mamá responde a la curiosidad de su hijita ante las mujeres que se prostituyen en la calle, con la siguiente afirmación:

“(...) no todas las tareas se pagan igual y a veces es difícil conseguir tareas que permitan ganar el dinero suficiente para pagar la comida, el alquiler y todos los gastos de una casa y una familia. La prostitución es un recurso que utilizan muchas mujeres pobres y otras que por el motivo que sea no encuentran trabajo mejor. En realidad es el trabajo mejor pagado entre los que se consideran trabajos femeninos”.

La desestigmatizacion social que recae sobre las mujeres prostitutas es la lucha del movimiento feminista desde sus orígenes, la lucha contra la doble moral que sostiene el machismo. Dolores Juliano parece adscribirse a ésta lucha, sin embargo cae en su propia trampa ¿por qué? porque el cuento de Marita es un auténtico cuento chino, chino patatero: “-¿Por qué está mejor pagado?- pregunta la niña.- Porque vivimos en un mundo machista, en que se paga muy poco por el trabajo que hacen las mujeres. A los hombres se les paga mejor, aunque hagan las mismas tareas. Esto hace que ellos sean más ricos y que puedan pagar para tener cariño, en lugar de tratar de ganárselo - responde la madre.”

Efectivamente, la prostitución y el estigma social de las prostitutas está producido por el elemento primario del fenómeno: los clientes. Y la madre premia a Marita ante lo que es obvio: “Exacto, eres muy lista y te has dado cuenta enseguida. Si no hubiera clientes, no habría trabajadoras sexuales”. De esto se da cuenta Marita, el movimiento feminista, las asociaciones de mujeres prostituidas, las organizaciones de derechos humanos, Naciones Unidas ...

La CEDAW exige a los Estados partes que desalienten la compra de mujeres para su uso sexual, que visibilicen la figura del cliente como responsable directo de la existencia de la prostitución, pues lo contrario, su normalización, su naturalización, ha disparado los índices de tráfico de mujeres y niñas para su uso sexual (cuatro millones al año a nivel mundial), y ha promovido legislaciones como la holandesa en donde se recogen términos jurídicos como “el derecho a la propia explotación”. Se denuncia que la explotación sexual es la forma de explotación contemporánea más rentable económicamente, por delante del tráfico de drogas.

Se da cuenta cualquiera, menos la madre de Marita, que los prostituidores (clientes) ratifican con sus prácticas un modelo de sexualidad basado en la desigualdad, que siguen impidiendo un sexo libre y reproduciendo los estereotipos que dividen a las mujeres en putas y puras, en malas y buenas, son los que siguen esclavizando a las mujeres convirtiéndolas en mercancías, en objetos.

Las feministas llevamos tiempo trabajando por la educación sexual en igualdad, por la socialización en un sexo libre, por el derecho a gozar de nuestros cuerpos, por la autodeterminación de los mismos, por la erradicación de estereotipos moralistas y clasistas.

La clave está, para las feministas, en qué tipo de sociedad queremos para nuestras hijas e hijos, para las mujeres. Por ello no vamos a contarles ningún cuento chino en dónde habiendo reconocido que la prostitución implica violencia -“se trata de un trabajo duro y a veces peligroso (...) Están expuestas a que personas ignorantes las insulten o las traten mal y tienen relaciones con muchos hombres, algunos de ellos desagradables- explica la madre” -, sin embargo se promueve como una opción laboral como otra cualquiera: “Hay muchos tipos de trabajos diferentes. Algunas personas pintan casas y otras arreglan coches. Hay quien se dedica a fabricar cosas o a venderlas, y también quien alquila su tiempo para cuidar niños o para contestar al teléfono; otros se dedican a preparar comidas o a limpiar. Pues bien, estas mujeres venden compañía y servicios sexuales.”

La prostitución es el contexto donde tiene lugar la mayor violación de los derechos humanos, significa violencia sexual contra las mujeres, y no entendemos cómo editoriales - como Bellaterra -, instituciones - como el Círculo de Bellas Artes - o asociaciones como Hetaira, siguen confundiendo las libertades individuales con promover la legitimación de la violencia contra las mujeres.

Este tipo de cuentos son el claro exponente del liberalismo machista en el que se idealiza la vida de la prostituta como mujer fatal. Si consideramos el patriarcado como una moneda las dos caras son: la princesita durmiente esperando que venga el cursilísimo príncipe azul a darle el primer beso de amor, y la otra cara la mujer vestida toda de cuero esperando al baboso de turno. Ambas, aún teniendo una apariencia física tan dispar, tienen en común el mantenimiento de la sociedad patriarcal, bajo el esquema de mujer al servicio del hombre.

Contarles a las niñas cuentos patriarcales en donde se legitima la violencia contra las mujeres significa dejarlas desprovistas de derechos e igualdad de oportunidades desde la más temprana infancia, además de atentar contra los derechos de la infancia y esto es a lo que se ha dedicado el proxenetismo desde siempre.

Bajo el argumento de la defensa de los derechos de las mujeres para ser explotadas que defienden estos cuentos y asociaciones se han recortado las libertades sexuales de las mujeres y las verdaderas opciones de libertad. Realmente ¿a quién están defendiendo? A LAS MUJERES NO. Sus recomendaciones presentan gran sintonía con los intereses de proxenetas y prostituidores, pero no con los de las mujeres.

Los cuentos no patriarcales son aquellos en donde a las niñas se las alienta a luchar por sus derechos y no a resignarse a sus deberes “tradicionalmente femeninos”.

Firmas: Alderdi Feminista-Partido Feminista de Esukadi, Alecrín (Galicia), AFESIP (Madrid), APRAM (Almería-Madrid), Asociación Aurora (Valencia), Asociación de Asistencia a Mujeres Violadas de Cataluña, Asociación Clara Campoamor (Bilbao), Asociación de Mujeres de la Noche Buscando el Día (Alicante), Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas de Cataluña, Asociación Lanbroa (Bilbao), Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres (Madrid-Sevilla), Dones de Xirivella en Acció(Valencia), Dones de un Solo Mundo (Valencia), Enclave Feminista, Federación de Mujeres Progresistas, Feministas Independientes Galegas, Instituto para la Promoción de Servicios Sociales Especializados (Madrid), Mujeres, Solidaridad y Cooperación (Canarias), Partidos Feministas Conferedados, Plataforma Estatal de Organizaciones de Mujeres por la Abolición de la Prostitución, Plataforma Catalana de Apoyo al Lobby de Mujeres, Plataforma Feminista del País Valenciano, Plataforma 8 de Marzo de Sevilla, Vindicación Feminista.



2005-06


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