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Victoria Sendón de León. Entrevista.

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“Defiendo la diferencia por su cualidad y como deconstrucción de un igualitarismo que no se cuestiona el modelo de mundo ya que ser iguales en un modelo de mundo que no nos convence carece de significado”

“Lo posible es casi infinito, porque partiendo de la identificación entre materia y energía, podemos convertir nuestras múltiples formas de energía en realidades tangibles, en realidades políticas”


Victoria, ¿cuáles son los rasgos definitorios del feminismo integral?, ¿qué lo singulariza del feminismo de la diferencia?

Propugno el feminismo integral u holístico. El sistema global es el patriarcado, que impregna la economía, la cultura, la arquitectura...: cada célula de nuestra sociedad. Desde ahí lo tenemos que analizar, no sólo desde los efectos del machismo.

Respecto del feminismo de la diferencia, no me refiero al del grupo italiano de la Librería de la Donna (Milán) –hablar de la diferencia sexual resulta baladí–, sino a la diferencia como valor en sí mismo. Defiendo la diferencia por su cualidad y como deconstrucción de un igualitarismo que no se cuestiona el modelo de mundo ya que ser iguales en un modelo de mundo que no nos convence carece de significado.

Igualdad de oportunidades en este mundo patriarcal es una igualdad muy limitada, muy sesgada.

¿Puntos de confluencia con el feminismo de la igualdad?

Al luchar por la igualdad y por la mujer, ambos tendrían que aunar unos puntos básicos. El feminismo de la igualdad atiende parcelas necesarias para el avance democrático. No obstante, una reevolución va más allá de la igualdad.

La matria y la patria...

Resulta una contradicción llamar “patria” a la tierra madre. La matria es un lugar por construir, que deriva de nuestra pertenencia a la tierra, carece de fronteras y se puede edificar en cualquier lugar, pues nace del anhelo de crear un mundo distinto.

La patria es otra cuestión relacionada con estados y conceptos fundados por el patriarcado, que sólo han servido de confrontación interpersonal e interterritorial.

Las expectativas que generó la aparición de las vanguardistas en el siglo XX, ¿se han visto defraudadas o superadas con el correr del siglo?

Creó grandes expectativas porque además coincidieron el sufragismo, las vanguardias generales y las de las mujeres, aunque éstas fueron más ocultas, de cenáculos, como los grupos de París, la librería de Sylvia Beach o mujeres como Djuna Barnes...: ambiente revolucionario que fue decapitado por Hitler durante la Segunda Guerra Mundial, a cuyo término surgió la obra de Simone de Beauvoir, El segundo sexo, escrito entonces desde postulados existencialistas, no feministas.

Hoy, el feminismo experimenta una abducción por el patriarcado, que no quiere perder sus prerrogativas ni sus presupuestos.

Una amazona para las letras, otra para las artes, y una tercera para la historia del pensamiento...

Djuna Barnes para las letras, Leonora Carrington para las artes, y para el pensamiento Marija Gilbutas, la arqueóloga que descubrió en la antigua Europa el origen del matriarcado, sistema floreciente hace 5.000 años, pueblo que veneraba a una divinidad femenina, que ignoraba las guerras y las armas. Allí se vivía de la agricultura, la ganadería y el comercio, junto a los ríos, en ciudades no fortificadas. Era una sociedad sana.

¿La pervivencia de qué mitos, instalados en nuestro inconsciente colectivo, traban el adelantamiento de las mujeres?

El mito del amor es el más perjudicial. Las mujeres nos creemos nacidas para el amor, para un amor entendido de determinadas formas que convienen al patriarcado. Toda la mitología de Afrodita está deformada. En su origen era la madre de la vida, nacida de las aguas, no la figura frívola y casquivana del Olimpo. El amor se ha estereotipado en función de intereses patriarcales. El amor no es seguridad, apego, protección..., sino libertad.

Victoria, ¿hay verdaderas posibilidades de creación de un nuevo orden social que haga justicia a las ciudadanas?

Todas. En matria: el horizonte de lo posible cuestiono qué consideramos por posible. Lo posible es, en muchos casos, aquello que consideramos imposible. Las posibilidades de lo posible son casi infinitas. Abogo por “lo posible creativo”, no por “lo posible limitativo”. Lo posible es casi infinito, porque partiendo de la identificación entre materia y energía, podemos convertir nuestras múltiples formas de energía en realidades tangibles, en realidades políticas.


Entrevista publicada en Berdintasuna. Julio 2008


2008-08


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