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EL MULTICULTURALISMO Y LAS MUJERES
Circulo de Bellas Artes - 24 de octubre 2002
 Amelia Valcárcel y Celia Amorós
resumen realizado por Mª Isabel Blázquez, enfermera  y antropóloga.



Ponente: Amelia Valcarcel


La multiculturalidad es una palabra abstracta hasta de difícil pronunciación, lo cual es una coincidencia con la dificultad de abordar el término. Empezamos a hablar de multiculturalidad hace 10 años. Para referirnos a las diferentes demandas de unas comunidades y otras. Un ejemplo de ello es Canadá dónde hubo que regular la concordia entre las diferentes comunidades en tensión, la francófona y anglófona; a lo que se suma las comunidades indígenas, con una organización pre-política.

Así como un hecho excepcional se crea en 1998 un orden multicultural dentro de este país que reconoce esta tres comunidades. Lo cual se puede constatar en su página web nacional dónde esta política se muestra como uno de los grandes logros de este país. Esto muestra como las comunidades pueden negociar sus rasgos étnicos y que tengan una incorporación en el estado. Aunque aquí se dan muchos puntos de inflexión pues son formas de constitución bien diametrales.

Otro hecho que entronca con el multiculturalismo es la ética actual emotivista. Hay una famosa frase que dice que el individualismo no puede ser padre ni madre de ninguna ética ya que no parte de la razón común. Actualmente nuestra ética parte del individualismo que no sabe como ser moral. Este modelo ético no es bueno pero el orden social ha dado lugar a ello. Es una teoría del uso. Podríamos decir que estamos en sociedades bárbaras y de esto se sale muy mal, porqué lo que queda es Nietzche o San Benito (comunidades dónde la gente reconstruye el sentido y el tejido moral de-construido).

Hay otras éticas como la de Hegel que remarca que la sociedad, la moral es lo que la familia y el pueblo quiere. La Ilustración inventa que uno se juzgue a sí mismo, y esto es abstracto y peligroso. También remarca que hay algo de Durkheim en este planteamiento porqué al salir del grupo de la familia, de dónde nos identificamos puede que no nos guste seguir
ese riesgo.

Entonces cual es el estado de derecho que puede crear una comunidad incorporando a las comunidades que puedan separarse y que por tanto hay un derecho a la diferencia, a que los seres humanos no son iguales pero con una equivalencia. Lo que sorprende es que una parte de esto se sigue perpetuando pero hay otra parte que no da lugar al debate, a lo que llama puerta de contraste. Tendría que producir estos hechos de tensión entre la diferencia un debate pero este se cierra argumentando como en el caso de la niña con el velo, que hay que ser tolerantes con los demás y si a la gente le gusta y eso le ayuda a ser feliz entonces hay que respetarlo.

En esta línea las filas de la xenofobia se siguen cargando pero no se puede hablar con los otros por derecho a esa tolerancia. Por ello ella considera que hay que abrir el debate y el feminismo demócrata que nos ha enseñado muchas cosas, puede ser un punto de contraste del multiculturalismo.

Nota de Mujeres en Red.
Os recordamos que Amelia Valcarcel acaba de publicar un libro relacionado con este tema:
"Ética para un mundo global: una apuesta por el humanismo frente al fanatismo"
Editorial: Temas de Hoy - 2002



Ponente: Celia Amoros

Según ella el feminismo y el multiculturalismo para la izquierda es un tema de estar entre dos amores. El concepto de cultura se ha reidificado, con la construcción e identificación de las identidades.

Nunca la cultura ha sido un bloque monolítico, sino que siempre ha sido el resultado de tensiones y conflictos. Toda cultura de hecho y de derecho debe estar abierta a la interpelación de otra cultura, por lo tanto a la aparición de puntos de inflexión. Así la contrastación cultural ha supuesto mediaciones reflexivas. Nadie puede pretender sin ser sometido a discusión ser admitido en su cultura. Toda cultura al enfrentarse a otras debería dar razón de sus prácticas. Un mismo
elemento como el velo tiene diferentes mensajes que deben ser preguntados.

No es lo mismo cuando se consigue la independencia y las mujeres de Argelia y Túnez se quitaron el velo, que cuando es para
mantener las prácticas patriarcales de control, que la resignificación de las mujeres árabes de alta clase que están en la universidad y lo usan. Es una valencia semántica. Pero entre ellos, el primer significado es que el velo es para la obscenidad de las mujeres. Por ello hay que abogar por la interpelación cultural.

Lo que ha conseguido la emancipación de las mujeres han sido las luchas internas no los rasgos culturales. Pero la identidad se refiera a la subjetividad, a nuestras raíces y lo necesitamos. Las mujeres no vamos a cargar con las luchas de identidad de ellos.

Hay diferentes maneras de abordar multiculturalismo y feminismo:

- Hay gente que ha pasado del multiculturalismo al feminismo, lo que supone alinear a las mujeres en la línea como un grupo más, acomodar el discurso del feminismo dentro del multiculturalismo (Tylor, Alis Young) Sería la identidad de las mujeres otra más. Pero como dice Susan Wolf así se escamotea el problema. Alis Young pide reconocimiento de los derechos de los grupos con unas características como identidad: minusválidos, mujeres, chicanos,... Pero Nancy Frezer le reprocha que
las mujeres no somos una etnia, pero si nos lo endosan.

- ¿No tienen las mujeres en todos esos grupos unos mismos rasgos? Por ello la otra línea es buscar dentro del feminismo el multiculturalismo aunque lo complique. Lo que convalida las diferencia es la idea de la igualdad. Hay diferencias inocuas, cultivadas y promovidas. Pero, ¿cuál es el patrón para diferenciar cuales diferencias hay que eliminar o promover? El patrón de la Ilustración, de la distribución, de las políticas de reconocimiento de la igualdad.

Habría que tener un enfoque ambivalente y articular el reconocimiento y la distribución, esto sería para evitar las reificaciones.

No olvidar que la superioridad va acompañada de dos posiciones la alteridad y la asimilación.